HISTORIA: PATRICIA LÓPEZ NÚÑEZ/LALUPA.MX
FOTOS: RICARDO ARELLANO/LALUPA.MX
A menos de 40 kilómetros del centro de la ciudad de Querétaro, en los límites con Guanajuato, Ana Isabel y Rosa se sienten tranquilas de que sus hijas y sus hijos ya no caminen más de 15 minutos, en medio de baldíos, hasta la carretera para tomar el transporte a sus escuelas y trabajos. Desde mediados de marzo, el Sistema de Transporte Comunitario Gratuito de Santa Rosa Jáuregui del Municipio de Querétaro les facilitó las cosas al entrar a la comunidad de El Rincón Ojo de Agua donde las minivans llegan cada 30 o 40 minutos para llevar a la gente con seguridad.

Además de los estudiantes, las personas adultas mayores y las trabajadoras utilizan el nuevo servicio desde las 6 de la mañana para llegar a diferentes puntos de la ciudad de Querétaro. Erika Pacheco Mejía espera el transporte frente a una tienda de la zona, muy cerca de su casa, para ir a trabajar al parque industrial que se encuentra a 20 minutos. Antes de contar con este servicio, caminaba, muchas veces sola, por un tramo baldío hasta la carretera.

“Está lejos la carretera, aunque a buen paso son como 15 minutos, si caminas rápido. Yo salgo tarde del trabajo, a las 6:30 y llegaba aquí como a las 7:30 de la noche y también tenía que caminar desde la carretera. Todo ese lugar está muy oscuro, caminar desde allá hasta acá, sobre todo en la parte de las canchas, pues sí está feo, a veces iban mis papás por mí o de repente me encontraba a algunos vecinos en el camión y nos veníamos juntos, pero muchas veces me tocó venirme sola”, explica Erika.


Con sus tramos de tierra, El Rincón Ojo de Agua es una comunidad pequeña, “toda la gente se conoce, ahora venimos juntos en la Van. Aunque empiecen a cobrar, aquí nos va a convenir mejor pagar este transporte porque vienen por nosotros y nos sentimos más seguras, sobre todo nosotras”. Por eso, también confía que en algún momento se abrirán más rutas, sobre todo para quienes estudian en diferentes escuelas y que las corridas sean más frecuentes en las mañanas y en las tardes.

“La gente es muy agradecida”
Con 30 unidades y ocho rutas que cubren 19 comunidades y la cabecera delegacional, el Sistema Municipal de Transporte Comunitario Gratuito llega a las zonas más alejadas de Santa Rosa Jáuregui. De acuerdo con las cifras del gobierno municipal de Querétaro, más de 52 mil personas se benefician al tener esta conexión con la zona metropolitana mediante la tarjeta de prepago Qrobus.


Por eso, los choferes se sienten orgullosos de formar parte del sistema porque la gente “es muy agradecida”. En Ojo de Agua, la comunidad que está justo enfrente de la carretera, Juan Francisco González Domínguez, conductor de la Van municipal, cumple la Ruta de Ojo de Agua, El Rincón Ojo de Agua y Santa Catarina. Todos los días mueve entre 300 y 400 personas, entre estudiantes, gente de los pueblos y trabajadores del parque industrial.

Él es originario de la comunidad de Chichimequillas y desde 1990 se dedica a ser operador de transporte de personal y del sistema público, por eso ve una gran diferencia con quienes aprovechan este apoyo municipal. “La gente se porta al nivel, se portan muy bien, no se meten con nadie, no rayan la unidad, todo bien. Van platicando sus historias, a veces se quejan de otros sistemas, como de los camiones verdes, que luego son maleducados y cobran tarifas más caras de las normales o no los quieren recoger”.

Juan Francisco se sabe servidor público y conoce su obligación de ser respetuoso con los usuarios, que tiene que “servirles bien”. Además, le gusta aprender de la gente, porque son personas educadas, muy respetuosas. Este es un trabajo, así hay que valorarlo y valorar a las personas como usuarios. Hay que invitar a la gente a que tomen estas rutas porque es gratuito y es un buen servicio”.

“Nos dieron calma”.
En la comunidad de enfrente, El Rincón Ojo de Agua, Rosa Mejía Acosta sintió calma desde el momento en que empezó a ofrecerse este servicio. Sus hijas utilizan las Vans para irse a trabajar y es más seguro porque “las dejan aquí, ya no caminan en la carretera, hay mucho peligro ahí en la carretera, se hacen hasta 20 minutos. Antes nos levantábamos a las 5 de la mañana para encaminarlas hasta la carretera porque entran a las 8 de la mañana”.

Ahora ya solamente se acercan a la tienda del lugar, a unos pasos de su casa y ahí esperan el transporte. “Aquí está seguro, está la tienda, todos nos conocemos, se acompañan y se regresan en el mismo transporte, van llegando como a las 6 de la tarde, ya no andan caminando solas, aquí se encuentran todas las personas”.


Ana Isabel Mejía González también acompañaba en las mañanas a su hijo hasta la carretera. Él acude a la Universidad Politécnica y debían levantarse muy temprano para llegar lo más pronto posible hasta la parada que está pasando las canchas de fútbol del pueblo, un gran espacio solo y oscuro. Sobre la carretera, esperaban un transporte en el que pagaban de 15 a 20 pesos, según el sistema que tomaran, para llegar a la escuela. Ahora su hijo solamente sale de la casa y espera en la acera de enfrente a que pase la Van.

“Yo lo llevaba antes a la parada en la carretera, lo esperaba y me regresaba, ahora él lo espera solo aquí afuera de la casa, por eso yo también tramité mi tarjeta y voy a sacar la de mi otro hijo. Antes estaba muy difícil en las noches, porque algunos decían que en ocasiones los quisieron asaltar cuando estaban en la carretera si iban solos, ahora pues sentimos mucha más seguridad, ojalá se abran más rutas”, afirma Ana Isabel.

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