HISTORIA Y FOTOS: BRAULIO CABRERA/LALUPA.MX
Pareciera ser un domingo más de primavera, el sol irradia sin ninguna nube que le estorbe y la ciudad de Querétaro apenas se activa, pero hoy juegan los Gallos Blancos en casa. Horas antes de que comience el acceso, decenas de vendedores ya se preparan para atender a la afición.
Entre ellos, Vanessa Rodríguez y Gerardo Luque —junto con su equipo de cocineras— alistan las parrillas, el horno y ajustan los últimos detalles dentro de su foodtruck, pues deben estar preparados para una jornada intensa. Originarios de Argentina, ellos mejor que nadie saben lo que está en camino: una ola de fanáticos sedientos y hambrientos.

“Nuestro tipo de comida, el choripán, está muy asociado con el futbol en Argentina. Por eso nos encanta brindar el servicio en el estadio. Creemos que es mutuo, generalmente viene mucha gente, es muy lindo ver eso. Por ejemplo, una ocasión una familia que ya nos conocía nos dijo que deberíamos tener un restaurante porque nuestra comida está deliciosa. Quiere decir que estamos haciendo las cosas bien”, comenta Gerardo.
“Para mí, el éxito es saber que la gente puede recibir lo que busca a través de los alimentos. Me ha tocado ver gente emocionarse, hacernos ver la magia con lo que les damos. Para mí, eso es el éxito”, agrega Vanessa.

Hoy, Vane y Gera —como todos los llaman— son un gran equipo juntos, con una familia, un negocio y grandes planes a futuro. El cómo se conocieron y terminaron dedicándose a la gastronomía argentina es, en sus palabras, una linda historia.
“En Buenos Aires vivíamos muy cerca… de hecho con el tiempo nos dimos cuenta de que teníamos profesores de baile en común, porque tomábamos lecciones de baile en el mismo sitio y asistíamos casi los mismos días… ¡pero nunca nos cruzamos allá, sino miles de kilómetros más lejos!”

Mientras que Vanessa estudió repostería, Gerardo era jugador de futbol profesional, a punto de debutar: “Jugaba en las fuerzas básicas de un club de primera división, pero había llegado a la edad límite. Me invitaron a jugar en México y, cuando menos lo esperaba, se acomodaron las cosas para que así fuera. Yo tenía 20 años”
“Llegué a jugar a un equipo de segunda división, llamado Petroleros de Salamanca. Yo sentía que tenía mucha posibilidad de quedarme, pero el tema de las lesiones siempre me dio para atrás. En realidad, jugué poco, no se me dieron las cosas como me hubieran gustado. Así que tenía la opción de volver a Argentina o quedarme en México, que me había encantado…”

Por su parte, Vanessa tenía ya un tiempo viviendo en México por trabajo y la vida la había llevado a radicar en Irapuato. Por azares del destino, un amigo en común los presentó.
“Una ocasión estaba en el trabajo con un mi amigo y dijo que conociera a un argentino: yo tenía demasiado trabajo y muy pocas ganas de conocer gente ¡menos paisanos ni menos jugadores de futbol! Pero logró que fuéramos a su casa a una fiesta y, desde ahí, pegamos… al otro día quedamos de ir a comer y no nos hemos separado hasta la fecha; de eso hace 20 años”, cuenta Vanessa.

Para ninguno de los dos había sido sencillo estar lejos de su país, de su gente, siendo jóvenes. Eran los primeros años del nuevo milenio y comunicarse a casa, era costoso y complicado, así que con frecuencia sólo se tenían el uno al otro.
“Al principio, todo te parece increíble en un país nuevo y no extrañas nada. Pero, con el tiempo, eso cambia. De algún modo, Vane era mi red de apoyo y me hacía sentir tranquilo. Nos apañábamos el uno al otro, hacíamos cosas familiares, cosas que nos gustaban y que nos recordaban a casa” cuenta Gerardo.

“Cuando estás recién conociendo a alguien, una siempre se esfuerza en conquistarlo con algo que te sale bien: conmigo, eran los pasteles y los alfajores. Sin embargo, los ingredientes, la química del agua, todo era diferente aquí y tardé en ajustar todo, reinventar las recetas. Él siempre presumía con sus conocidos lo que le preparaba. Varias veces nos sugirieron tener un restaurante, pero recién había nacido mi hija, ni pensarlo”, añade Vanessa.
Pasados los años, en una ocasión, Gera jugó un partido en Querétaro y quedaron encantados con la ciudad: “Le dije a Gera que el único otro lugar donde viviría —además de Vallarta, donde vivíamos entonces— sería en Querétaro. Me recordaba muchísimo a Buenos Aires. Me gustó lo que veía, las calles arregladas, el crecimiento, pensé que sería un buen lugar para mi familia”

Desde 2011, la familia Luque Rodríguez ha llamado a Querétaro su hogar. Aquí han tenido diversos empleos, encontraron su vocación como terapeutas alternativos y han visto florecer una familia. Años más tarde, en la pandemia, entre la angustia y la incertidumbre, decidieron dar un paso más: emprender un negocio de comida.
“Gera enfermó de Covid y fue muy duro para él, se espantó bastante. Afortunadamente, yo estaba en excelente condición para apoyarlo. En eso, un día viene Gera y me dice que, una noche antes no podía dormir y que se puso a escribir lo que realmente quería hacer en la vida y que era vender empanadas”

“Yo no estaba muy convencida. En ese momento de iluminación de Gera, también me dijo que quería rentarle un foodtruck a un amigo y yo pensé que se había vuelto loco. Este amigo, que es familia para nosotros, también es argentino y tiene un restaurante. Ya en una ocasión había trabajado con él en su camión y sabía lo que implicaba así que le dije a Gera: hácelo, pero yo tengo que seguir trabajando mientras vos tenés ideas maravillosas”, confiesa entre risas.
Durante esa época, en que Gera tuvo que quedarse en casa para recuperarse, le tocaba hacerse cargo de preparar la comida para todas. Para él, ir a casa después del trabajo era siempre emocionante porque sabía que le esperaba una sorpresa y, por su parte, continuó esa costumbre.

“Un día, llego a la casa y Gera había hecho empanadas fritas, preparó 15 empanadas con su memoria, la receta de internet y papá al teléfono. Eran espectaculares, no me lo creía. Pues, se le ocurrió subir una foto en el estado de Whatsapp y, de un momento a otro, le habían encargado 7 docenas de empanadas. Así que le dije, bueno, hácelas y vendelas. A la semana seguía habiendo pedidos”
Convencido de su proyecto, Gerardo rentó el camión a su amigo y lo acondicionó. Su primera jornada de ventas fue el 11 de septiembre de 2021, sobre avenida Constituyentes, afuera de su casa: amigos, familia, vecinos, curiosos y hasta una banda de mariachis fueron sus primeros clientes. Así nació el proyecto gastronómico “Ruta 40”.

Mes a mes, fueron buscando más espacios para vender, consiguieron un horno, ampliaron la variedad de productos e, incluso, el mismo amigo que les rentaba el camión los ayudó a conseguir la concesión para vender en el estadio.
“Yo sabía que eso era algo grande, mucha gente… Pero Gera decía que sí a todo. Al final, esos clientes nos empezaron a conocer, nos llamaron para eventos privados, nos fuimos posicionando. Así conseguimos nuestro primer evento, una fiesta de fin de año para una empresa. En esa primera ocasión, tuvimos que trabajar los cuatro para cubrir la demanda. Para dar una buena impresión, incluso mandamos a hacer uniformes”

Más adelante, durante uno de los Festivales Internacionales de Tango en Querétaro —del que son patrocinadores— conocieron a una pareja, un musico y una pintora especializada en el fileteo porteño, una técnica similar al rotulado. Además de entablar amistad, decidieron contratar a la artista para decorar el exterior del camión.
“Junto con mi amiga diseñamos las ilustraciones que queríamos, todas con significado y tratando de mostrar cosas diferentes de Argentina. Quedó espectacular, a mí me encanta. Esa transformación externa ha sido interna, mucho trabajo personal, familiar, y ahora, amo estar trabajando en ese camión”

Gerardo tiene muy claro que no ha sido un camino sencillo: “Uno cuenta los momentos bonitos, pero las situaciones difíciles también han pesado, a nivel del negocio, familiar, de pareja. Lo que más valor le da a todo esto es que trabajamos en familia”
“Mes con mes nos ha ido cada vez mejor, con la respuesta de la gente. Gera solía decir que quería que todo mundo en Querétaro probara nuestras empanadas… A mí me gustaría que, poco a poco, nos convirtamos en una representación argentina: si la gente quiere aprender de Argentina, viajar, lo que sea, sepan que pueden acudir con nosotros y habrá un taller o una asesoría o algo. Un intercambio cultural, por eso mismo nos adaptamos al lugar donde estamos: por ejemplo, si los clientes nos piden salsa picosa para sus empanadas, la tenemos. Desde que yo decidí quedarme acá y tuve que adaptarme, mucha gente también me dio la bienvenida y aprendió de mí cultura, nos apapachó”, agrega Vanessa.

No cabe duda que esta mentalidad, es lo que ha atraído el éxito para la pareja. En veinte años, han hecho grandes amigos —que incluso se han convertido en familia— y, más recientemente, una clientela fiel.
“Han surgido cosas maravillosas porque es un negocio muy noble y la gente aquí, también. México siempre nos ha cobijado y llenado de amistades. Obviamente, hay gente de todo, pero yo siempre me observo e intento dejar la mejor huella. Por el contrario, muchísima gente se manifiesta cuando pasamos malos momentos… ¿qué más quiere uno? ¿qué más puedes pedir?” reflexiona la porteña.

A pesar de que Vane y Gera están convencidos de su decisión de hacer una vida en Querétaro, hay algunas cosas que extrañan de su ciudad y su gente. Particularmente las calles y a su familia.
“En algún momento, hace unos años, se nos presentó la oportunidad de poner el camión en un lugar fijo. Pero nos dimos cuenta de que, si nos iba bien, estaríamos amarrados, sin la posibilidad de ir a Argentina en caso de que se necesite: poco antes mi papá había fallecido y pude estar allá por esa flexibilidad. Hay cosas que ya no son negociables en la vida” comenta Vanessa.

“Por otro lado, lo que más extraño es el poder caminar por las veredas, eso. Porque aquí en Querétaro casi no hay banquetas, y si hay son muy angostas”
“Ella siempre habla de lo amplias que son las veredas en Buenos Aires y sí, cuando hemos ido de visita caminamos los cuatro, uno al lado del otro, y queda espacio para que pase más gente” agrega él.

“Además, no se puede andar en bicicleta en Querétaro. En ocasiones intentamos salir, pero no era posible, porque no había carril o los cruces eran demasiado peligrosos. Casi no existen circuitos”
Desde su perspectiva, Querétaro ha evolucionado muchísimo, cada vez hay personas de más partes del país y del mundo. Pero no sólo eso, gente que ubica Argentina por las cosas más populares y, gente que realmente ha estado ahí, que recorrió, que visitó. Que quiere comparar cómo está lo nuestro comparado con lo que conocieron allá.

Es así que los Luque Rodríguez y su proyecto “Ruta 40” se han convertido en uno de los referentes de la gastronomía argentina en Querétaro; no de la alta cocina y los cortes de carne finos, sino de la comida de a pie, la que alimenta el grito de los hinchas en las gradas. Años les tomó llegar a donde están y, con el éxito que han conseguido, dejan claro que no piensan parar pronto, sino llevarlo más lejos.
A pesar de ello, tienen muy claro su objetivo: Sin perder de vista los principios, su origen y personalidad, sin abarcar de más, siguiendo el mismo camino, y adaptándose a nuevas cosas. En ese sentido, Vanessa cuenta que el nombre “Ruta 40” es un homenaje a una famosa carretera argentina que se extiende de norte a sur, y que recorrió varias veces con su papá cuando niña. También, recuerda que una de las primeras cosas que la enamoraron de Querétaro fue la antigua carretera a Bernal, hoy conocida como Zaragoza.

Viéndolo así, no sorprende que ella y Gerardo eligieran una ciudad atravesada por carreteras para hacer una vida. Parece ser que la Ruta 40 continúa después de Jujuy, Argetina, cruza por el corazón de la ciudad de Querétaro y se pierde en el horizonte, para esta familia y todos los que la acompañan.
Si te interesa ponerte probar los productos de Ruta 40:
Servicios en el Estadio Corregidora, cuando hay partido.
En el mercadito artesanal Ceiba, los miércoles en altozano (frente al centro deportivo) y los jueves en Jurica (frente a la iglesia).
Servicio a empresas durante la semana
FB: facebook.com/p/Ruta40qro-100084290502895/
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