ENTREVISTA: JOSÉ ANTONIO GURREA C./LALUPA.MX
FOTOS: RICARDO ARELLANO/LALUPA.MX
Dueño de una amplia cultura musical, Víctor Antonio de Jesús Hernández recuerda que cuando contaba con siete años de edad, una canción de Queen fue el detonante para que se adentrara, primero en el rock en general, y, más tarde, en el metal, un subgénero que le cautiva por la emoción que transmite y por la fuerza y energía que posee. Confiesa que no cuenta con redes sociales, pues siempre le ha gustado interactuar de manera personal; dice que estar en contacto con la naturaleza es una actividad que le transmite paz, y destaca que detesta a los hipócritas.

Al comparecer “En el Confesionario” de LaLupa.mx, el fiscal del estado de Querétaro revela que duerme en promedio cuatro horas, pues su puesto involucra estar en comunicación continua y en un estado de alerta permanente. Subraya que todos los días busca ser feliz: “soy el fiscal más joven en el país y el más joven que ha tenido Querétaro. Hay que ser agradecido con la vida”, y enfatiza que hay dos enseñanzas en los ocho meses que lleva en el cargo: “vivir un día a la vez y recordar que eres más fuerte de lo que piensas, porque se necesita mucho valor para levantarte todos los días a hacer lo que haces”.

¿Cómo comienza tu día?
Mi día comienza temprano y termina muy tarde. Ser fiscal involucra estar en comunicación continua y en un estado de alerta permanente, sobre todo alerta, lo digo en cuanto a tener la capacidad de estar pendiente de lo que eventualmente puede suceder. No es una actividad donde tengas la claridad, lo que va a suceder completamente en el día; hay programación, hay planeación, hay gestión, hay organización. Sin embargo, tu trabajo no depende exclusivamente de tu voluntad, sino en realidad es una actividad atípica que va en contra de las normas establecidas, es decir, de la propia ley, y por esa razón son conductas indebidas y conductas que no deberían suceder. ¿Esto qué significa?: tu trabajo está centrado en atender contingencias que no deberían haber sucedido, entonces aunque tú quieras generar una planificación, debes entender que debes estar abierto a las sorpresas, a las cuestiones que eventualmente no estaban previstas y a lo que lógicamente no debía suceder. Eso es lo dinámico y lo sorprendente de este trabajo y por eso la exigencia de empezar muy temprano. Porque cuando digo muy temprano es que tenemos una interacción que es prácticamente por las madrugadas, porque a veces, como decían los papás, “el diablo se suelta por las noches”.

¿Cuántas horas duermes en promedio?
Continuas es difícil decirlo, pero yo creo que en promedio unas cuatro.
Abogado, servidor público, docente, ahora fiscal. ¿A qué te hubiera gustado dedicarte además de esto? Eres rockero. ¿Pensaste alguna vez en ser músico de rock?
No. La verdad es que la única ocasión que tuve la posibilidad de interactuar académicamente con la música para poder experimentarlo de una manera más formal, me dedicaba a platicar de música con el maestro y eso impidió que creciera en mis capacidades y en mis condiciones de ejecución, y en realidad siempre lo vi como una actividad de recreación, pero no solamente de recreación, sino que me genera mucha paz y mucha tranquilidad.
Lo más valioso de la música es que te permite vivir otras realidades sanamente, sin meterte sustancias. Es algo que te permite abstraerte y, sobre todo, algo que ya se ha perdido mucho, que es la capacidad de dejar de pensar. Creo que algunos lo que deseamos es tener un poco de paz mental, y la música sí te permite eso, incluso los conciertos, llegan momentos donde puedes estar ajeno a lo que está sucediendo.
La música siempre me permitió acceder a eso, y por eso mi gusto por experimentar y conocer. Yo comencé con la música antes de que existiera Internet o que al menos fuera públicamente accesible y, por lo mismo, siempre era conocer algo nuevo. Creo que una de las capacidades más grandes que tiene la persona es el asombro, la curiosidad y la capacidad de adquirir nuevo conocimiento, de sorprenderse básicamente, y una persona que ya no se sorprende puede perder hasta el ánimo de vivir.

Antes de Internet la música se vivía de otra manera.
Claro. Ibas a la tienda de discos y tenías que guiarte por la letra, el nombre de las canciones, por la portada. Era lo único que tenías, porque no había manera de consultar eso, salvo alguna recomendación de una persona o de la propia persona a cargo de la tienda que te podía brindar información respecto del producto en concreto, pero la realidad es que todo era asombro, todo era a ver qué sale, a ver qué encuentro, a ver cómo se escucha, a ver qué dicen, a ver cómo ejecutan. Todo era una sorpresa.

¿Tocas algún instrumento?
No, respeto mucho a los técnicos, más bien aprecio el sonido que producen la totalidad de los instrumentos. Por ejemplo, a mí me gusta la música clásica, me gusta en general el rock, aunque mi orientación se haya focalizado ya después de mi adolescencia en el metal, pero creo que básicamente yo comencé con la música con grupos sumamente históricos, desde Queen. De hecho, diría que esa fue mi principal descubrimiento al inicio, conocer a Queen, y después fui conociendo otras bandas, incluso recuerdo significativamente que pude acceder al disco de Metallica sinfónico (S&M) y me sorprendió cómo se podía complementar la ejecución de una música hasta cierto punto estigmatizada y señalada por su rapidez, su violencia, su fuerza, con lo bonito de la música clásica, o sea, era un buen complemento.

¿Cómo está integrada tu playlist?
Es variada en cuanto a los estilos y subgéneros del rock. Prácticamente me gustan todos los estilos del rock, no descarto a ninguno, o sea, voy desde lo más tradicional donde puedo escuchar a Queen, Black Sabbath, Pink Floyd, pasando por otros grupos como King Crimson, —cuya ejecución y tecnicismo sobresalen por encima de otros grupos— es decir, me gusta el progresivo, me gusta el rock clásico, puedo escuchar folk, puedo irme al blues, también me gusta pasar por los orígenes y entender un poco cómo fuimos creciendo, por eso no podría dejar de lado a Hendrix, no podría dejar de comentar a Eric Clapton.
Toda esa música me encanta, pero también el metal me llamó mucho la atención porque es música a veces perdida, música que si no fueras tras de ella posiblemente jamás la descubrirías, y aun y cuando a veces podemos señalar sus defectos en cuanto a que no cuentan con todo el equipo que permita un sonido tal vez muy pulcro en ocasiones, a veces hasta las fallas se vuelven detalles. Al respecto, creo que en la vida el valor que se le asigna a algo siempre va en función del detalle. Entonces aun y con las fallas, deficiencias o carencias, el metal también ha sido para mí una muestra de grandes detalles que no se podrían experimentar a lo mejor en otro tipo de sobreproducciones que encontramos en otros grupos, y además podría reconocerle que destaca sobre todas las cosas por su energía, y yo creo que en la vida se requiere ímpetu, impulso, un objetivo, fuerza, y eso a veces lo encuentras en ti mismo o en factores de tu contexto, como la música. Por eso si me preguntan: ¿por qué el metal?, respondo: por la emoción que transmite, la fuerza que tiene y sobre todo esas emociones en las cuales tú puedes coincidir al momento de estarlo escuchando, y, después de tanta práctica, siempre es mejor la ejecución en vivo.

¿Cuál fue la primera canción de rock que escuchaste en tu vida y cuántos años tenías?
Híjole, es una pregunta bien difícil. No me atrevería a decir que sea la primera canción, pero sí puedo decir que fue la primera canción que recuerdo, y es “Radio Ga Ga”, de Queen. La recuerdo porque es una combinación entre el rock, la música electrónica, la música clásica, la composición, la voz, y además lo que yo definiría no sólo como un rock clásico, sino es hasta un rock espacial, por lo prolongado de los sonidos y todo esto. Ese disco lo compraron mis hermanos y lo pusieron en el estereo, y me llamó mucho la atención por cómo rebotaba la bocina en esa canción.
¿A partir de “Radio Ga Ga” te empezaste a meter en el rock?
Sobre todo, volteaba y quise curiosear qué era lo que estaba escuchando. Pensé: “eso no es Pedro Infante”, que era lo que escuchaban mis papás.
¿Qué edad tenías?
Debo haber tenido como siete, ocho años. Es decir, que empecé muy joven a escuchar la música y después de ahí yo hice mis esfuerzos. Me acuerdo que no podía pagar los discos, entonces ahorraba todo lo que podía, los apartaba y los iba pagando en plazos. Cuando uno es niño pensar en pagar 100 pesos es muy difícil.

¿Recuerdas el primer disco que compraste con tus ahorros?
El Queen rojo, el volumen uno de éxitos. Como lo primero que escuché fue Queen, pues me seguí sobre esa línea. Después, busqué los discos de Metallica. Y, más adelante, empecé a explorar y a buscar otras tiendas más especializadas de música donde uno podía encontrar otro tipo de grupos, por ejemplo, sé que nunca iba a encontrar en una tienda muy comercial uno de King Crimson.
Además de “Radio Ga Ga” menciona otra canción que te haya marcado, que sea entrañable para ti.
Te va a dar risa porque estoy hablando de metal y termino poniendo otras cosas. Es “The Show Must Go On”, también de Queen. Es una canción que siempre recuerdo y que es especial, es muy fuerte, por todo lo que dice, por el contexto (está incluida en Innuendo, el último disco de Queen donde participó Freddie Mercury antes de morir) y por la forma en que la interpretó Elton John en el concierto que se realizó cuando ya había fallecido Freddie. La verdad es todavía se me pone la piel chinita cuando la escucho, y con la temática de la canción te da mucha fuerza y muchas ganas de seguir adelante.

¿Cuáles son tus cantantes favoritos? Menciona un hombre y una mujer?
Ozzy Osbourne, aunque podría decir que Freddy pero a Ozzy lo recuerdo porque ya fue en la faceta de energía del metal, y, sobre todo. porque tengo una anécdota con él: hace algunos años en una ocasión que vino a México tuve la fortuna de tener una fila cero, que era adelante de todo. Estando en ese concierto me impresionó muchísimo que a su edad todavía se aventara cubetas de agua fría, y lo digo porque gracias a que yo estaba en la fila cero aventó el agua y yo me enfermé, y lo que no comprendía es ¿por qué él no se enfermaba? Fue como reconocerle también que hay algo más que lo impulsa, aun a su edad, a estar haciendo esto, y cómo la energía de la música te puede mantener vivo. Eso me llamó mucho la atención y aunque no sea el mejor cantante, pues técnicamente queda por debajo de muchos, nadie le va a cuestionar su energía en el escenario y su capacidad de conectar con el público y transmitir emociones, y eso en la música, insisto, creo que es de lo más significativo.

¿Y una mujer cantante?
Janis Joplin. Creo que tengo que decirlo así (se escucha la canción “Mercedes Benz” a capella): ella no necesitaba nadie más para transmitirte una canción más que ella misma, por eso creo que, aunque pudiese pensar en otras, la que se merece el mayor reconocimiento es Janis.
¿En qué red social te sientes más a gusto?
Nunca he tenido redes sociales
¿Cuál es la razón?
Desde joven siempre me gustó interactuar de forma personal. Por eso nunca tuve ni Hi5, ni Facebook, ni ninguna red social personal. Así me he desarrollado siempre, como alguien que —incluso por los trabajos y las actividades que desempeño— siempre he buscado ser discreto, y creo que hoy tengo que serlo más.

¿Además de escuchar música, a qué otras actividades dedicas tu tiempo libre?
Me encanta el cine, me gusta mucho ver películas de todo tipo. La verdad es que me encantaba coleccionar películas cuando era posible comprarlas, hoy ya en realidad, las plataformas vienen a sustituir ese consumo. Además del cine me gusta estar en contacto con la naturaleza, con los árboles. No tengo el tiempo de hacerlo seguido. Hay otra actividad que me tranquiliza mucho y es regar plantas, darle mantenimiento a un jardín.
Regresando al cine, ¿serie o película?
Crecí con películas. Erase una vez en América, de Sergio Leone, es una película que me gustó muchísimo, creo que dentro del género de gangsters siempre van a poner a El Padrino, pero la verdad es que Erase una vez en América para mí es muy buena, y por eso en segundo término pongo a El Padrino. Va a haber muchos que me van a cuestionar, pero yo creo que es una película donde todos los actores se desarrollan a una capacidad que no te imaginas, y además la música es irrepetible, de Ennio Morricone, la canción de “Débora” es insuperable. Hay una tercera película y también, como en las dos anteriores, actúa Robert DeNiro, y además la dirige. Se llama Una noche en el Bronx. En esta cinta De Niro es un conductor de autobús cuyo hijo, de alguna manera, interactúa con uno de los jefes de la mafia, y éste le dice al muchacho muchas frases que son enseñanzas puras como: “no hay peor cosa que un talento desperdiciado”, y además le expone que el verdadero hombre es su papá y no un jefe de la mafia, porque su papá conduce todos los días y trabaja todos los días para brindarle lo mejor para él. Me llamó mucho la atención porque le da otra temática a lo que comúnmente vemos en este tipo de género de películas, y donde posicionan que el verdadero héroe o la verdadera persona a la que hay que reconocerle no es al que acumula la riqueza, sino al que brinda todo su esfuerzo diario para poder brindarle lo mejor a su familia.

¿Tienes algún libro de cabecera?
Leo mucho sobre Derecho y no quiero decir Derecho. Voy a agregar otra película. Me acordé de una mexicana del cine de oro, sobre todo porque tiene características especiales: El gallo de oro, una adaptación de un cuento de Juan Rulfo, pero en el guion de esta película participaron Carlos Fuentes y Gabriel García Márquez. Es de esos pequeños secretos que tiene esta película filmada en Bernal y San Juan del Río. Además de su gran mensaje, y de que ver a Ignacio López Tarso, el protagonista, era garantía, pero sobre todo con este guion, que sí cambia un poco en relación con el libro.
Ya que hablamos de libros, uno que me gusta mucho es La vida inútil de Pito Pérez, una novela de José Rubén Romero, que también llevaron al cine con tres adaptaciones: con Manuel Medel, con Tin Tan y con López Tarso. Las tres las he visto y son excelentes. De este libro recuerdo muy bien una frase que Pito Pérez repite al final de su vida: “¿Qué favor le debo al sol por haberme calentado?, si de niño fui a la escuela, de grande fui soldado, de casado cabrón y de muerto condenado, ¿qué favor le debo al sol por haberme calentado?” Son cosas que de alguna manera se quedan grabadas en tu mente y no sabes ni por qué.

¿Tu equipo de futbol?
En futbol siempre le voy a México hasta en los videojuegos, pero si tuviese que elegir un equipo sería el San Pauli de Hamburgo, Alemania.
¿Por qué?
Porque se me hace un equipo de futbol que trasciende más allá del deporte en muchas cosas de ideología progresista, antifascista, y además pro derechos humanos, incluso por eso ha generado ciertas temáticas en Alemania. Y al día de hoy porque se conserva como un equipo de la región, no abierto simplemente al consumismo, aunque podemos decir que en temas de mercadotecnia es uno de los equipos de futbol que se ha posicionado a nivel mundial por su propia imagen más que muchos equipos que han invertido millones. Queda claro que el talento no se compra.

¿Tequila o vino?
Cerveza.
¿Cuál es tu personaje histórico favorito?
La verdad, me acuerdo mucho de Porfirio Díaz. Hay cosas malas que recordamos de la gente y a veces se nos olvida lo bueno. Me impresiona la visión que tuvo, lo que hizo incluso por el país, incluyendo sobre todo cómo fue creciendo desde sus orígenes. Yo sé que siempre recordamos a Benito Juárez, pero siento que Porfirio Díaz dimensionó otras cosas, incluso su forma de ver la famosa historia de lo que es hoy el Monumento a la Revolución, de cómo él visualizaba que deberíamos tener el capitolio más grande del mundo. Todos esos rasgos que caracterizaron a su gestión, y no sólo su temporalidad y la forma del ejercicio del poder, fue lo que me llamó mucho la atención, de cómo una persona con convicción puede crecer, avanzar, desarrollar y proyectar lo que a lo mejor no te puedes imaginar que puedes construir.

Haciendo un ejercicio de imaginación, si ahorita sales y te lo encuentras, ¿qué te gustaría decirle?
“¿Qué te faltó por hacer?”, porque si él hubiese tenido la oportunidad de continuar, yo sé que habría muchas cosas, y no estoy diciendo que él debía continuar, lo que estoy reflexionando es “¿Qué te faltó hacer?, ¿Qué te hubiese gustado hacer?”, porque él no se fue por gusto, entonces siento que a lo mejor le pudo haber brindado algo más al país. Obvio será juzgado por la historia, por la gente, pero sí se nos genera la inquietud de qué hubiera hecho si hubiese tenido la oportunidad de continuar.
¿Un personaje de ficción?
Me quedo no con un personaje, sino con varios. Cuando era niño crecí viendo la televisión comercial, la que comúnmente podías ver en los canales abiertos, yo me desvivía por ver Los caballeros del Zodiaco, entonces como concepto se me hacía interesante, cómo es que históricamente iban creando historias de parte de la mitología y de diversas civilizaciones, pero, sobre todo, me llamaba la atención de cómo con el esfuerzo y convicción puedes dar más de lo que a lo mejor comúnmente una persona puede pensar que es capaz de realizar.
Me llamaba mucho la atención de cómo esos personajes no solamente generaban peleas, sino demostraban que tenían la capacidad de avanzar, de crecer y, sobre todo, levantarse ante las adversidades. La vida siempre te va a dar golpes, la vida siempre te va a poner retos, y tú tienes la capacidad de decidir si te dejas vencer o lo afrontas y te levantas e incluso sigues adelante. A veces hay que tener más valor para ver a la cara a la gente y creo que esas enseñanzas las puedes encontrar en esas series. Cuando eres niño lo empiezas a ver, pero ya siendo más grande empiezas a entender el mensaje que había directamente en ese tipo de programas.

¿Qué es lo que más te entristece en la vida?
A veces recordar, lo dejo en abstracto porque el recuerdo te hace crecer, pero también regresar a ciertos momentos. Si tú me preguntas qué te entristece, a veces recordar, porque es un concepto amplio, la tristeza no la puedes solamente limitar a algo, es una emoción, algo te produjo ese sentimiento, entonces, cuando tú estás en un momento o lo recuerdas, puedes volver a vivir ese momento.

¿Qué te hace feliz?
La verdad, yo podría decir que soy feliz cuando hago lo que me gusta. Por eso, todos los días busco ser feliz. Los que me conocen saben que siempre procuro mostrar mi gusto por lo que hago en todos lados, en mi casa, en mi trabajo, con la gente con la que tengo interacción, siempre soy el mismo. No solamente en lo público, sino en lo privado, siempre soy igual, soy muy frontal, soy muy directo, siempre trato de ser muy objetivo, pero siempre le trato de ver el lado bueno. Recuerdo muy bien una frase que me dijeron: “a veces se nos olvida disfrutar los momentos de la vida y no nos damos cuenta de lo que estamos viviendo”, y por eso me dijeron: “Víctor, disfrútalo”, ¿Y por qué me lo dijeron?, porque relativamente yo era muy joven, cuando tuve la oportunidad de tener ciertas encomiendas públicas, sobre todo en la Secretaría de Gobierno, donde me convertí en el director jurídico y consultivo más joven que había existido.
Fui también el primer consejero jurídico del gobierno del estado ya en funciones como órgano del Poder Ejecutivo, y puedo decir que soy el fiscal más joven actualmente en el país y el más joven que ha tenido Querétaro, y no sé si el más joven de la historia. Creo, entonces, que hay que ser agradecido con lo que te toca vivir, y por eso hay que ser feliz.

¿Qué es lo que más detestas de tus hábitos propios?
A veces que no me doy el tiempo para hacer cosas importantes, incluso personales o familiares. ¿Qué me molesta?, que no le doy a mi familia el tiempo que merece. Esa es una. Otra, también me gustaría comer mejor.
¿Y de los habitos ajenos?
La hipocresía. Tratar de tener una cara diferente de lo que eres en realidad no se me hace justo y sí me molesta. Si no va a haber buena interacción, pues no va a haber buena interacción, pero no juegues y no trates de ser doble cara.
¿Qué don te gustaría poseer?
Me gustaría estar en varios lugares a la vez, el don de la ubicuidad.

¿Cómo te gustaría morir?
Tranquilo y sin que me dé cuenta. En cualquier momento, pero que se dieran esas condiciones. Y digo en cualquier momento porque todos estamos expuestos.
¿Cómo y dónde te ves al finalizar tu encargo de fiscal?
Teniendo la oportunidad de estar con mi familia. Se trata de una aspiración legítima y que no se puede dejar pasar, me veo con mi familia, nada más. Diría que profesionalmente, yo he estado trabajando arduamente por seguir creciendo, pero creo que será momento de también dar un espacio personal y con la familia.
Aunque llevas apenas ocho meses como fiscal, te han tocado días intensos. ¿Cuál ha sido tu principal aprendizaje en este cargo?
Diría que hay dos enseñanzas que me ha dejado directamente estar en el encargo, y es vivir un día a la vez y recordar que eres más fuerte de lo que piensas, porque se necesita mucho, mucho valor para levantarte todos los días a hacer lo que haces, en todos los sentidos.
AQUI PUEDES LEER TODAS LAS ENTREGAS DE “EN EL CONFESIONARIO” DE LALUPA.MX
https://lalupa.mx/category/historias-que-cuentan/la-entrevista/en-el-confesionario/