REPORTAJE: BRAULIO CABRERA/ LALUPA.MX
FOTOS: RICARDO ARELLANO/ LALUPA.MX
A sus 20 años, Ana había intentado trabajar en empresas, en algunos negocios, pero simplemente no se veía dedicándose a eso. Fue así que, hace tres meses, se animó a perseguir un sueño de toda la vida: convertirse en policía.

“Yo soy la primera de la familia en querer ser policía. Ningún otro familiar está en este ámbito. Mi proceso de capacitación no ha sido sencillo, me costó trabajo dejar a mi familia… nunca había estado fuera de casa”

Ana, junto con otros 60 cadetes, son parte de la primera generación del 2025 del Centro de Capacitación, Formación e Investigación para la Seguridad (Cecafis) del estado de Querétaro. Al graduarse, estas mujeres y hombres se integrarán a las policías de 17 municipios y a la policía estatal.

“Uno de los principales cambios que he notado en estos tres meses es que hemos bajado mucho de peso. También, que hemos adquirido mucha disciplina, desde levantarse temprano, realizar todo rápido y con precisión; eso conlleva mucha fuerza de voluntad. También con las clases teóricas, si bien son cansadas, hemos aprendido mucho, especialmente a saber tratar a la gente. Todo, ha sido muy satisfactorio y me siento muy bien con el progreso, pues fue una meta —muy grande— que me propuse como persona”, cuenta la cadete.

La rutina de los aspirantes comienza al despertar 5:00 para estar listos y realizar honores a la bandera, ejercicio, aseo, desayuno. Iniciar clases a las 9:00 hasta la 13:00, hora de la comida. Posteriormente, de vuelta a clases hasta las 20:00, hora de la cena. Al terminar, toca la limpieza de las áreas comunes, para estar en cama a las 22:00.

La capacitación básica es extenuante, involucra tanto prácticas y entrenamiento como clases teóricas; para ser precisos, mil 230 horas… 150 más que las requeridas por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNP) y 400 más que el promedio de duración de la academia policial en Estados Undos.

A lo largo de 35 años, el Cecafis ha capacitado a miles de policías queretanos, no sólo en sus cursos básicos, sino durante su carrera e, incluso, con diversas especializaciones. Alberto Luna, su director, y quien es maestro en Antropología dice a LaLupa.mx:
“Tenemos buena relación con escuelas de policía de la región y debo admitir que hay otros centros de capacitación que reciben tres o cuatro veces más aspirantes que nosotros… sin embargo, sus procesos de selección acaban causando baja de buena parte de los aspirantes. Nosotros realizamos nuestra selección minuciosamente, por lo que disminuimos al mínimo la deserción, garantizando que las generaciones se gradúen casi completas como ingresaron”

“No sólo se trata del número de policías egresados en cada generación, sino de mantener a los aspirantes y los centros de capacitación con personal que aprueban los controles de confianza y que los instructores y profesorado puedan mantener control de los aspirantes”

En ese sentido, el Cecafis tiene la meta anual de egresar —al menos— a 100 nuevos policías. De éstos, aproximadamente 65 se dirigen a las diferentes policías municipales y 35, a la estatal. Esos 100 aspirantes, cumplen un periodo de cinco meses de formación básica, enfocados en transformar un civil en un policía de proximidad. Durante este tiempo los aspirantes se encuentran internados de lunes a sábado, contando con todos los servicios dentro de las instalaciones.

En los primeros meses es posible ver un cambio significativo en los aspirantes, que se encuentran dentro de una dinámica de disciplina constante. Para Misael —de tan sólo 19 años— la academia lo ha cambiado para mejor: “físicamente me he transformado, mi musculatura se ha hecho más densa, mi cuerpo es más rápido. También mi mente se siente más ágil, especialmente para las clases, porque absorbo todo de manera más clara. Es satisfactorio ver cómo el adiestramiento está rindiendo frutos”

“Por si eso fuera poco, soy uno de los cadetes más jóvenes, muchos compañeros que rondan los 30 años, algunos más… Creo que me apoyo mucho en los compañeros mayores, no sólo para temas del medio policial, sino sobre cosas de la vida, porque ellos tienen más experiencia; muchos ya tienen pareja, esposa, hijos… Yo diría que la academia es una experiencia muy completa”

“Terminando la preparatoria, mi mamá me comenzó a preguntar que iba a hacer de mi vida… Recuerdo que —cuando era un niño, por ahí de la primaria— veía a los policías y sentía mucha admiración, porque todas mis experiencias con un policía fueron buenas, fueron amables conmigo. Desde chico se me quedó ese espíritu de ayudar a otros, como yo veía que los policías ayudaban. Así que al graduarme de la prepa, encontré la convocatoria de la policía municipal de San Juan del Río, metí mis papeles, pasé los filtros y ahora estoy aquí”, cuenta.

Además de la capacitación básica, el Cecafis acompaña a los elementos en activo durante toda su carrera, de las 21 corporaciones de seguridad de Querétaro; por ley, todos los policías deben actualizarse cada 3 años en las 7 competencias básicas, esto conforma el certificado único policial. Cabe mencionar que, desde 2018, el 100% de la plantilla de la policía queretana cuenta con este certificado.

Del mismo modo, durante el año, el Cecafis ofrece cursos de especialización de diferentes ámbitos. Para estos, con frecuencia, se cuenta con la colaboración de otras corporaciones, incluso internacionales como el comando de operaciones especiales y antiterrorismo de Colombia.

A pesar de todos los programas que ofrece el Cecafis, uno de los retos más grandes que enfrenta es el de acoplar la enseñanza policial a las nuevas generaciones, según explica el maestro Luna: “es necesario modificar nuestra pedagogía para poder transmitir de la mejor manera los conocimientos a los nuevos estudiantes”

“Hay muchas áreas de oportunidad, es evidente que hacen falta policías, que todavía se debe de profundizar en las diversas áreas de carrera policial. Por eso, la mayor necesidad es la de continuar evaluando cómo la ciudadanía percibe a nuestros egresados, para poder modificar, en razón de ello, sus perfiles en las futuras generaciones”

Leonardo y Keyla —aspirantes a ingresar a la policía municipal de Corregidora y estatal, respectivamente— coinciden en que, en unos meses, cuando estén en la calle, la percepción de su figura y su formación, será un gran reto a enfrentar.


Aunque Keyla viene de una familia de policías (sus papás, su pareja, su suegro) y eso la inspiró a inscribirse en la convocatoria de la POES, otra gran motivación fue entender en carne propia lo que implica la labor policial, especialmente lo que es la vivencia en calle. Pero no todo mundo a su alrededor pensó igual.

“Estoy de acuerdo en que uno de los obstáculos más complicados por enfrentar será el de cambiar la perspectiva de la gente sobre nosotros… hay muchas personas que desconocen el esfuerzo que implica ser policía, los sacrificios que conlleva. Cuando le platico a mis conocidos cómo es la academia, se sorprenden y admiten no conocer el tipo de preparación que llevamos. Creo que eso también cambia la forma en que la gente nos ve, como cadetes”

Por su parte, Leonardo es originario de CDMX y, a sus 25 años, ya es licenciado en derecho. Como Keyla, también creció en una familia de policías y militares: “desde chico tuve esa influencia y admiración, me gustaba verlo llegar uniformados, y escucharlos platicarme de sus actividades. Por eso, me interesa mucho apoyar en cambiar la imagen del policía, pues está muy degradada”


“No obstante, creo que el reto más grande que enfrentaremos al salir del Cecafis es a los mismos compañeros, por la diferencia en nuestra formación: nosotros estamos proyectados con un nuevo modelo de justicia. Por eso, lo primero será compaginar con los compañeros, que ellos entiendan que traemos otro método de trabajo que busca eficientar y cubrir otros aspectos, como la justicia cívica y cotidiana, como el atender conflictos comunitarios”

Actualmente, los policías queretanos egresan del Cecafis con un perfil conocido como “policía de proximidad”. Esto quiere decir que son policías que están facultados en el uso legal de la fuerza estatal —con comandos verbales o el uso del arma de fuego— y cumplen con 3 justicias: penal, es decir, ser el primer respondiente, quien llega primero ante la escena de un crimen y realiza los resguardos iniciales; justicia cívica, o sea, el procesamiento de faltas administrativas; y justicia comunitaria o cotidiana, también entendida como la mediación entre personas.





Probablemente el enfoque integral de su formación es la razón por la que la generación, de Ana, Misael, Keyla y Leonardo, está tan interesada en influir en la percepción que se tiene de los policías, dentro y fuera de las corporaciones.

La cadete Ana lo explica muy claro: “al convertirnos en policías deberemos empatizar con la ciudadanía, que tiene otra forma de pensar, otro concepto de justicia. Su perspectiva del ámbito policial es generalmente negativa, y nosotros queremos cambiarla. Creo que la mayoría de mis compañeros, actualmente, estamos aquí con el deseo de cambiar la visión negativa que se tiene de la policía”

“Por ello, si toman la decisión de entrar, no escuchen las opiniones de las personas que no tienen idea de lo que implica la capacitación policial… si alguien tiene el deseo de convertirse en policía, háganlo por ustedes mismos, como una meta personal, para cuidar a su familia, a la ciudadanía, para mejorar su calidad de vida”

“En unos meses, allá afuera nos toparemos de frente con la delincuencia, sus capacidades, su poco o mucho adiestramiento. Pero eso no me detiene de alentar a cualquiera que tenga la intención de ingresar a la policía, de servir a Querétaro y a su gente, háganlo: es una experiencia muy buena, y la satisfacción de saber que uno se está preparando para servir y cuidar a las personas, es enorme”, complementa Misael.

“Sin importar si eres civil o miembro de las fuerzas del estado, es importante que estemos conscientes del trabajo que realizamos los policías, los sacrificios que conlleva, con nuestras familias y al poner de por medio nuestra vida. El policía, antes de ser servidor público, es una persona, así que veo importante que todos busquen informarse y comprender”, agrega Leonardo.

La formación y mentalidad que ilustran estos aspirantes, da fe que en Querétaro las corporaciones policiales trabajan de manera sistémica. El Cecafis es la base de todo eso, a través de su compromiso con la formación y capacitación de los mejores elementos, no sólo para el orden público, sino para el cambio social en el estado.

Ese mismo compromiso envestido en la capacitación de los policías, es directamente proporcional con los queretanos. Tanto así, que las puertas están abiertas a cualquier persona para que conocer las instalaciones y programas;. Al respecto, con frecuencia, escuelas, organizaciones de a la sociedad civil, realizan visitas y comentan lo mismo: el Cecafis es un eje estratégico para mantener la seguridad en Querétaro.

La transparencia, honestidad y buena voluntad del Cecafis, de Ana, Keyla, Misael y Leonardo además de ampliar las dimensiones con las que se entiende a los elementos policiales, es una promesa para con los queretanos: que todo esto que se está intentando mejorar en las nuevas generaciones —desde los fundamentos — se siga haciendo, y permee en las instituciones, en sus elementos, en el día a día de todas y todos.
