ENTREVISTA: JOSÉ ANTONIO GURREA C. /LALUPA.MX
FOTOS: RICARDO ARELLANO/LALUPA.MX
Intenso, amigable y fiel, es como se define Juan José Ojeda, quien dice que si no fuera abogado y servidor público, hubiera sido médico. Revela que le encanta “el trato con la gente, estar alrededor de la sociedad, recorrer las calles”. Y confiesa que sus redes sociales favoritas son X, “para echar chismecito político”; Instagram, “para ver a los amigos”, y TikTok para relajarse después del trabajo.

Al comparecer “En el Confesionario” de LaLupa.mx, el secretario de Desarrollo Social del municipio de Querétaro se califica a si mismo como “una rockola”, por la variedad de géneros musicales que escucha. Destaca, sin embargo, que su músico favorito es Joaquín Sabina, y todos los días escucha “El boulevard de los sueños rotos”, una de sus canciones más famosas. Subraya también que le molesta y le entristece la falta de empatía de la gente. Al respecto, es un convencido de que si hubiera empatía tendríamos un Querétaro muchísimo mejor.

¿Cómo comienza tu día?
Yo me levanto literal a vestir a mi chamaco y llevarlo a la escuela. Ahí nos acomodamos mi esposa y yo. Ella hace los lonches para todos y yo me encargo del niño. De la escuela me traslado al trabajo aquí a Centro Cívico. Empezamos a desahogar un poquito el día y ya que también la ciudad arrancó nos vamos a la calle.

Estamos en la calle normalmente como hasta la una, una y media de la tarde. Y de ahí empezamos a citar gente aquí en la oficina, y en la tarde, como a las cuatro, cuatro y media, volvemos a salir a calle a platicar con la gente, a socializar obras, a ver todas las cuestiones de programas sociales, hacer recorridos, y ya como a las siete y media, ocho, vamos de regreso a casa. Por supuesto si es que el jefe no nos cita a reunión o algún evento.

Eres abogado y tu carrera se ha centrado en la administración pública. ¿No tienes alguna espinita clavada por ahí de otra profesión o actividad que te hubiera gustado desarrollar?
Fíjate que no. La verdad desde chico pensé en ser abogado. Siempre me decían: “tú seguramente vas a ser abogado o político”, y resulté en las dos. La verdad sí estoy cumpliendo lo que desde niño me tracé. Estoy muy contento.
¿A qué actividad nunca te dedicarías?
Algo ilícito, ahí nunca le entraría.

Me refiero a alguna actividad o profesión lícita. Médico, por ejemplo.
A lo mejor a un tema de investigación matemática, pero en cuanto a lo que dices de medicina, una de mis opciones también era haber sido médico, y varios de mis maestros de la preparatoria, cuando vieron que me fui a lo social, me decían: “oye, tenías carrera de médico”. Y, en efecto, soy de los que cuando tienes una urgencia, no reacciono, acciono, busco siempre ayudar. La sangre no me espanta, los accidentes no me espantan, soy de los que me meto.

¿Qué sucedió? ¿Cuál fue el detonante para que en lugar de irte a medicina te fueras a derecho?
Me gusta más el trato con la gente, estar alrededor de la sociedad, recorrer las calles. Eso a mí me genera empatía. Y medicina tiene algo muy fregón que es ayudar de manera directa, pero es uno a uno, y aquí me siento que me voy a lo macro. Esa es la diferencia.


¿En qué red social te sientes más cómodo?
Depende de cómo andes de ánimos. Para echar chismecito político X, para ver a los amigos Instagram, y ya para mí, como para quitarme el estrés del día o cuando estás como queriendo relajarte, TikTok, donde me pongo a ver videos en las noches.

¿A qué dedicas el tiempo libre?
Cuando llego a tener tiempo libre, la verdad soy muy hogareño. En cuanto tengo un chance, corro a casa, corro con mi esposa, me voy con mi hijo, hacemos actividades. Ahorita estoy armando mucho rompecabezas con mi niño. También me gusta leer. Si necesito reflexiones abro un buen libro de historia. Si estoy como muy embotado en las cosas que estoy llevando aquí, me gusta la ficción, me pierdo en esos mundos, eso es en la tarde-noche. Cuando no, la familia y los amigos, porque para mí, mis amigos son mi familia.

Hablando de libros, ¿cuáles son tus libros favoritos?
Por ejemplo, La columna de hierro, de Taylor Caldwell; Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez. Meditaciones, de, Marco Aurelio, también es muy, muy bueno. Y un gusto culposo para mí es Harry Potter, he sido fan desde niño. Los he leído muchas veces, tanto en inglés como en español.

¿Serie o película?
Cuando tengo chance, película. Soy muy cinéfilo.
¿Cuáles son tus favoritas?
Impacto profundo, otra que también me encanta es Interestelar, es buenísima. También me gustan La vida es bella y Patch Adams, con Robin Williams. Esas películas son parte de lo que me gusta ver.

¿Alguna serie, ahora que está tan de moda?
Yo soy de los clásicos, Friends, para mí fue una de las mejores series. De niño veía Los años maravillosos y Salvados por la campana.
¿De las actuales no has visto alguna?
Sí, he visto muchas. Me gusta mucho House of Cards, los Peaky Blinders también es muy buena. La de How I met your mother al igual que Modern family” me gustan. Fui de la generación que le tocó ver cómo surgió Netflix, entonces también ahí la apliqué.

¿Cómo está integrada tu playlist?
Soy una rockola. Según Spotify, mi artista favorito es el maestro Joaquín Sabina, “El boulevard de los sueños rotos”, la escucho casi a diario. También soy fan de Arjona, y cuando ya estoy para echar relajo, escucho banda y norteño. De ese género me gusta El recodo. También escucho pop-rock. Soy muy variado.

¿De pop rock, qué te gusta?
Por ejemplo, me gusta Matisse, es un grupo mexicano, está sabroso y la música es melancólica. Las Ha ash tienen muy bonitas letras, muy bonitas canciones. Con Shakira mi esposa está fascinada, pero yo no soy tanto de las nuevas canciones. Soy más de las viejitas de Shakira. Crecí con ellas.

¿Cuál es tu platillo favorito, ese que nunca te cansas de comer?
Parezco norteño, soy de Querétaro, pero la carnita asada. Me gusta el sabor de la carnita asada por lo que conlleva, un momento familiar, con los amigos, me da relax, una cervecilla. No tomo cerveza, pero estar ahí con los amigos me gusta.
¿Vino o tequila?
Tequila, no soy mucho de vinos, tequilita sí, uno frío con una sangrita.

¿Tus deportes favoritos?
Son varios. De chiquillo, como todo mexicano, le entré al futbol. Pero el que más practiqué fue el basquetbl. Incluso estuve en la selección de chavitos. Ahorita donde te puedo decir que todavía me defiendo es la natación.

¿Tu equipo de futbol?
Chivas.
Es una pasión que se sufre mucho.
Demasiado, y más últimamente, pero desde chavito me enamoré de las Chivas, porque es el único equipo 100% mexicano.

¿Cuál es tu personaje histórico favorito?
La verdad yo crecí viendo el tema de Hidalgo y Morelos. Ellos no se quedaron con el no, sino que ellos siempre buscaron el cómo sí. De niño eso me movió mucho. Mi mamá me llevó a Dolores Hidalgo.

¿Qué edad tenías?
Yo creo que como unos ocho o nueve años. Ese viaje fue uno de los recuerdos que tengo bien marcado. Ahí vi cómo le dejaron las manos a Hidalgo para excomulgarlo, y como le pusieron el agua bendita para limpiarle las heridas. Han pasado ya casi treinta años y todavía me acuerdo.

Hagamos un ejercicio de ficción, ahorita bajas aquí del Centro Cívico y te encuentras a Hidalgo, ¿qué te gustaría decirle?
Me gustaría mostrarle qué fue lo que se logró gracias a él. Decirle: “mira, tu sacrificio valió la pena”, hoy por hoy tenemos un México libre, un México pujante, tenemos nuestras carencias, claro, y sobre todo en determinados lugares del país, pero yo sí podría decirle, “mira, gracias a ti, aquí Querétaro municipio, el Estado, se encuentra de esta manera, estamos bien”. ¿Podemos estar mejor?, claro que sí.

¿Un personaje de ficción?
Harry Potter.
¿Qué es lo que más te entristece en la vida?
La falta de empatía de la gente. Me molesta mucho ir a un estacionamiento y ver los lugares de discapacitados ocupados. Me molesta mucho el ver que va una señora con su carriola y se le van metiendo en vez de cederle el paso. O la típica que vas manejando y se te meten, te rebasan, yo digo: “ojalá y sea que esté estresado y que no traiga una urgencia”. Creo que si somos empáticos vamos a tener un Querétaro muchísimo mejor.

¿Qué es lo que te proporciona mayor felicidad?
Mi familia, mi núcleo, mis amigos, son los que me dan mí mayor felicidad. Yo divido mi vida en dos mundos: el trabajo y la familia. Entonces, me da felicidad saber que mi familia está bien, que está tranquila, pero también me da felicidad saber que estoy haciendo bien mi trabajo. Al estar bien en mi trabajo, bien en mi familia, me siento a gusto.

¿Cuál sería para ti el principal rasgo de tu carácter?
Creo que el ser dicharachero, la genialidad, creo que es algo que me caracteriza y que no me quedo cruzado de manos. Soy una persona que yo acciono, no me estreso, que más bien me ocupo, como que soy de esas personas, y me gusta ser así. Entonces creo que es un rasgo bueno que tengo.

¿Qué es lo que más detestas de los hábitos propios?
La verdad es que cuando entro en confianza soy bien mal hablado, Se me salen ahí las groserías Es algo que tengo que cambiar.
¿Y de los hábitos ajenos? Mencionaste la falta de empatía. ¿Hay otro?
Es justamente eso. Con empatía estaríamos mucho mejor, porque si yo me pongo en tus zapatos un minuto voy a poder decir: “probablemente anda mal del estómago, se durmió chueco, su niño no lo dejó dormir”. Cuando te das cuenta que todos somos seres humanos y que a todos nos puede afectar algo, ahí en automático le bajas. Por eso me molestan las conductas de la gente cuando son agresivas, altaneras, o hablan mal, se van a los golpes. Creo que esas personas, al practicar un poquito la empatía, se podrían sensibilizar y enfríar.

¿Qué don te gustaría poseer?
Ser más paciente, por lo mismo que te digo que soy muy proactivo, muy acelerado. Te pongo un ejemplo: muchas veces estoy escuchando a una señora que me dice: “oye, es que mira, yo tengo un problema con mi escrituración, nunca he tenido”. En ese moento ya me la quiero llevar a desarrollo urbano y decirle: “sí, señora, véngase”. A veces me hace falta frenarme, poder ser un poquito más tranquilo.

¿Cómo te gustaría morir?
Rodeado de mi familia, de viejito, con hijos y nietos y la muerte de los justos, es decir, dormido.
Defínete en tres palabras
Intenso, amigable y fiel.

¿Cómo te gustaría verte al finalizar este encargo?
Me gustaría estar satisfecho y contento con el trabajo que se hizo, que volteas a ver hacia atrás y dices: cumplí todas las expectativas que se esperaban de mí. Que salgas con la frente en alto, y siempre con retos hacia adelante, hacia arriba, así es como me gustaría terminar, con un reto todavía mayor.

¿Y te gustaría seguir en la administración pública?
Sí, claro, es algo que me apasiona mucho. Siempre le dije a todo mi equipo, desde que entramos el 1 de octubre: “Lo único seguro que tenemos los funcionarios públicos es que un día vamos a salir. ¿Cómo salimos?, depende de nosotros, trabajen bien, échenle ganas, que se vea el por qué estamos aquí, por qué ocupamos la posición y que al final del día que sea la gente la que nos juzgue”.

En estos siete meses como Secretario de Desarrollo Social, ¿cuál ha sido tu mayor aprendizaje?
Mi mayor aprendizaje es que el trabajo no para, siempre va a haber trabajo, siempre hay algo que hacer, pero si te organizas, si llevas todo con orden, puedes llegar a buen puerto. Hemos tenido, “bomberazos”, cosas de último momento que tienes que entrarle y resolver, pero gracias a que tengo un muy buen equipo, las cosas van saliendo. Los bomberazos que nos ocupado los hemos podido resolver sin mayor problema, y todo está en orden.

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