En las elecciones de ayuntamientos en Veracruz y en Durango, la votación en favor de Morena cayó en uno y subió en el otro. El Partido Acción Nacional (PAN) y el Partido Revolucionario Institucional (PRI) bajaron su caudal de votos.
Claro, el fracaso comicial de estos partidos políticos no es de tal dimensión como para atreverse a afirmar que el partido oficial caerá de manera inmediata y estrepitosa del poder, ni para apostar por el resurgimiento del blanquiazul o del priismo.
En los hechos, las elecciones en ambas entidades tienen diferencias muy interesantes. Su lectura debe tener otro ángulo y verse con “cabeza fría” pues la relevancia de los números tiene que ver más con los que resultaron triunfadores que con los que terminaron derrotados.
Veracruz
Según las cifras del Organismo Público Local Electoral (OPLE) en ambas entidades, quienes crecieron en votación real y efectiva fueron Movimiento Ciudadano (MC), el Partido del Trabajo (PT) y el Partido Verde Ecologista de México (PVEM).
Las cifras en Veracruz son ilustrativas.
En elección de 2022, MC obtuvo 228 mil 536 votos, cifra que elevó en los comicios de este primero de junio a un millón, 39 mil 809 sufragios. Es decir, creció casi cinco veces más.
El PT pasó de 122 mil 78 a 421 mil 144 votos, un crecimiento de casi cuatro veces, mientras que el PVEM fue de 357 mil 446 papeletas a su favor en los comicios de 2022, a 519 mil 402 en las elecciones de este año, creciendo casi 50 por ciento.
Ellos son los verdaderos triunfadores.
Independientemente de los municipios que ganaron (o perdieron) Morena bajó su votación en tierras veracruzanas, al pasar de tres millones 722 mil 566 a tres millones 81 mil 371 votos. El PAN se fue de 823 mil a 585 mil mientras que el PRI pasó de 588 mil a 457 mil.
Estos números nos dicen que un análisis centrado exclusivamente en Morena y el PAN resulta erróneo porque solamente observa derrotas y triunfos de ambos partidos sin voltear a ver a los demás partidos.
Claro, esta forma de ver las cosas conlleva una postura discriminatoria o soberbia, de pensar que los demás no cuentan.
Durango
En esta norteña entidad quienes ganaron fueron MC y PT. El PVEM fue en alianza con Morena. Movimiento Ciudadano pasó de mil 600 a 28 mil 200 votos mientras que el PT de seis mil 900 a 10 mil 500.
Morena (en alianza con los verdes) fue de 215 mil 600 votos en 2022 a 460 mil 600 en 2025.
En contraparte el PAN disminuyó de 789 mil 700 a 642 mil 800 y el gran perdedor es el PRI, pues redujo su votación, de 687 mil 200 a 281 mil 700.
Pregunto: ¿Qué pasaría si para los siguientes comicios federales y respaldándose en este crecimiento electoral, PT y PVEM deciden ya no ir en alianza con Morena? ¿Qué sucedería si MC opta por aliarse con el PRI, con el PAN o con ambos? O si todos los partidos compiten de manera solitaria, ¿cuál sería el resultado? ¿Si todas las oposiciones a Morena se alían?
Me queda claro (y espero que también a ustedes que han leído este texto) que no hay una victoria contundente de Morena como tampoco del PAN y aún menos, del PRI. Que tres partidos políticos, anteriormente denominados de manera despectiva como “chiquillada” o “rémoras” se encuentran en el umbral de su mayor crecimiento.
Mensaje del elector
Mi lectura es que el electorado en ambas entidades avisó, con su voto, que pocas o nulas esperanzas tiene en que el PRI vuelva a ser una alternativa electoral; que “juega” con la posibilidad de que pueda rescatarse algo del PAN y que comienza a molestarle la cantidad de errores y ausencia de cambios sustanciales en el país con los gobiernos de Morena.
Por eso considero que, tal como ha sucedido en elecciones anteriores, el votante mexicano pudiera estar pensando en la alternancia en el ejercicio del poder y seguir construyendo la cadena que va del PRI al PAN, del blanquiazul a Morena y están a punto de colocar el siguiente eslabón, el de Morena a una tercera opción.
Juan José Arreola de Dios
Periodista / Comunicación Política
Twitter (X): @juanjosearreola