Autoría de 6:18 pm #Opinión, Víctor Roura - Oficio bonito • 2 Comments

Tragicomedia periodística en tres actos – Víctor Roura

1. Muerte civil

El de la prensa es un mundo complejo y contradictorio, que reproduce, acaso con fidelidad, los mismos rasgos, prominentes y ocultos, del mundo global en el cual vivimos. El de la prensa es un mundo dominado por empresarios, pero también por hombres sabios. Con defectos y virtudes, los periodistas a veces, las más de las veces, no son lo que aparentan ser. Llevados unos de la mano de la omnímoda ambición y otros de una estricta solvencia ética, el periodismo, bien que mal, regula la temperatura de la vida política y social de su país.

      En la década de los cincuenta del siglo XX el cronista Salvador Novo (1904-1974, de tal forma que en este 2024, el 30 de julio, fue su 120 aniversario natal y el 13 de enero se conmemoró el medio siglo de su partida) era muy amigo de Rodrigo de Llano (Monterrey, 1890 / Ciudad de México, 1963), director del periódico Excélsior. Por eso Novo era considerado, en ese medio, una insigne personalidad: todo lo que hiciera o dijera era causa de un importante despliegue noticioso. Pero, infortunios personales, llegó el día del rompimiento amistoso de manera tan escabrosa que el director de Excélsior, malhumorado y contrito, ordenó que en su empresa jamás volviera a aparecer el nombre del cronista caído en desgracia.

      —Este hombre no saldrá en mi periódico, ni siquiera cuando me paguen su esquela —dijo De Llano, y la orden fue acatada.

Instalaciones de Excélsior en la década de los 50 del siglo pasado

      Los lectores de ese diario, de pronto, perdieron de vista al maestro Novo pues ya nunca más volvió a aparecer su nombre en las páginas, aunque publicara libros nuevos.

      Fue difuminado del planeta.

      —Borrar del mapa a una persona —dijo Emmanuel Carballo— es una de las cosas más canallas que se puedan dar en el periodismo.

      Ya Alfonso Reyes había hablado sobre Alfonso el Sabio y “la conspiración del silencio” como coronación de la guerra literaria. Alfonso el Sabio dijo que la “mejor manera de combatir a un enemigo no es atacarlo sino no mencionarlo, darle muerte civil”.

Salvador Novo

2. Tres periódicos en uno solo

En Chiapas, en la década de los ochenta del siglo XX, un modesto periodista editaba, bajo su dirección, un mismo diario con tres diferentes denominaciones. Sólo cambiaba en su imprenta las portadas de cada uno, con un título distinto, aunque las demás páginas tuvieran exactamente un contenido semejante tanto en el diseño como en la redacción.

      Y el ufano periodista cobraba en las  oficinas del gobierno estatal, con puntualidad triplicada, la publicidad, puesto que la misma la repetía en sus tres diarios.

3. Inserción pagada

Ahí mismo, en Tuxtla Gutiérrez, otro periodista, director de un diario, conocido por su afición desmedida al dinero, se reunía con otros periodistas, como es costumbre en el medio, para desayunar y contarse las primicias, los rumores, las suposiciones de la vida política.

      Lo esperaban una mañana sus colegas con ansia inusitada. Baja la voz comentaban con escándalo la noticia de primera plana publicada por el ausente sin medir las peligrosas consecuencias de su vida íntima.

      La  nota daba cuenta airadamente de la arbitrariedad de una tal maestra de una escuela que con voracidad despilfarraba los dineros producto de la educación pública, y la tal maestra no era otra sino la esposa del propio director del diario. Tal vez el periodista encargado del  cierre de la edición, ante la ausencia del director, decidió publicar la noticia por rebeldía personal. Y quizás el director aún no se había dado cuenta de aquel golpe artero.

      Cuando arribó al restaurante aquel periodista codicioso, sus colegas le preguntaron si ya había leído su diario, a lo que el interpelado respondió que sí, que él mismo se había  ocupado de la primera plana la noche anterior

      —¿Cómo? —se  sorprendieron los colegas—, ¿tú autorizaste la noticia donde se culpa  a tu esposa de malos manejos administrativos? —le preguntaron, y el periodista, que era más un consumado empresario, tranquilizándolos, les dijo que no había ningún problema pues la información era, en realidad, una inserción pagada.

      —No estoy loco —argumentó el director del diario sorbiendo un poco su café caliente.

     ¡Ah, el dinero, que controla a la prensa y a sus periodistas!

AQUÍ PUEDES LEER TODAS LAS ENTREGAS DE “OFICIO BONITO”, LA COLUMNA DE VÍCTOR ROURA PARA LALUPA.MX

https://lalupa.mx/category/las-plumas-de-la-lupa/victor-roura-oficio-bonito

(Visited 94 times, 1 visits today)
Last modified: 25 septiembre, 2024
Cerrar