El año queretano de 1959 despertó con las calles viendo celebrar a los estudiantes de la entonces Universidad de Querétaro y a pobladores que los apoyaron en su lucha por obtener la autonomía y restablecer en su cargo al Rector fundador Fernando Díaz Ramírez.
¡Nunca se había visto un movimiento popular tan ordenado y tan legítimo en la levítica ciudad y eso que la Universidad estaba de vacaciones! Los vecinos y los universitarios unidos por un sueño que se hizo realidad el 29 de enero de 1959 cuando el gobernador Juan C. Gorráez finalmente publicó el decreto de Ley Orgánica de la ahora Universidad Autónoma de Querétaro para que ésta gozara de autonomía y además respetó la estancia de Fernando Díaz al frente de la Rectoría.
Este mismo año el gobernador Gorráez inició trabajos para remodelar el viejo panteón de La Cruz y convertirlo en Partenón de los Queretanos Ilustres, para lo cual mandó que se exhumaran todos los restos óseos enterrados allí y que no fueron reclamados por familiares, además de construir seis columnas de cantera para colocar en su cúspide estatuas de queretanos distinguidos.
El proyecto no fue terminado y las columnas finalmente fueron colocadas en el monumento a Cristóbal Colón junto al llamado Estadio Municipal que en realidad es de propiedad estatal. Hasta el año de 1988 el Panteón de los Queretanos Ilustres fue una realidad.
El alcalde de la ciudad de Querétaro en 1959 era el excelente señor Manuel Alonso Barredo Martín, quien tenía como regidores a los muy notables Alejandro Esquivel Rodríguez, Abraham González, Raymundo Molina Soria, Ezequiel Montes Vega, Fernando Padilla Guerrero y José Luis Sosa García, pura gente queretana de raíces profundas. En ese año el Ayuntamiento dispuso el saneamiento del Río Querétaro evitando que ya la sangre y desperdicios animales provenientes del rastro municipal no llegaran al lecho ribereño. Se construyó el necesarísimo puente sobre el Río Querétaro entre las calles de Estío y la hoy avenida Universidad. ¡Daba ternura ver cómo los arrieros cruzaban con mucho trabajo los animales para pasarlos al rastro para su sacrificio, más en tiempos de aguas!
Se compró la primera barredora mecánica para la limpieza de la ciudad y se arregló la prolongación de la avenida Zaragoza, la antigua “Calzada de las Lágrimas”, la cual presentaba un aspecto realmente triste. Se inauguró el Campo de Tiro en Tlacote El Alto y se impulsó a la charrería y al ciclismo. La recién inaugurada colonia de clase media alta llamada Jardines de Querétaro (1958) ya tenía veinte casas construidas para 1959.
La ciudad de Querétaro no pasaba de noventa mil habitantes en ese año de 1959 en que vio la luz la muy culta Alianza Francesa.