CRÓNICA: PATRICIA LÓPEZ NÚÑEZ/LALUPA.MX
FOTOS: RICARDO ARELLANO/LALUPA.MX
La rodada de este miércoles es diferente. Hay un ambiente distinto. Entre los ciclistas hay luto por Fátima Ramos, joven que perdiera la vida el sábado pasado en el ataque al bar Los Cantaritos, en la capital queretana.
Los ciclistas se congregan desde las 20:00 horas en las inmediaciones del Cerro de las Campanas, lugar donde suelen reunirse para salir en las rodadas nocturnas que suelen hacer las organizaciones.
Poco a poco se congregan. Charlan, intercambian puntos de vista. Comentan los últimos acontecimientos de violencia. Hay consternación, miedo, dolor por las pérdidas.
Agustín Osornio, de la organización Saca la Bici, comenta que la rodada en es memoria de Fátima, activista e hija de otro activista, José Luis Ramos, quien falleciera hace unos meses.
“Fue una incansable activista. Es hija de otro activista. He comentado que Fátima sacó todo esto de sus padres. Sus padres eran incansables y luchadores sociales”, señala. Narra que desde que su padre, José Luis, era miembro de Saca la Bici, Fátima lo acompañaba a los eventos y actividades. A pesar de ser una niña en ese tiempo llevaba a cabo labores para la organización.
En el Cerro de las Campanas, tanto la organización Casacas Verdes como Saca la Bici se hermanan esta noche por su compañera caída. Se llegan a reunir alrededor de 300 ciclistas para salir a rodar en la oscuridad de la noche queretana.
Osornio recuerda que José Luis, padre de Fátima, crea la organización Libre a bordo, de la cual la joven fue presidenta. El activista comenta que Fátima estaba fuera de Querétaro, que radicaba en otro estado de la República, donde se había mudado a estudiar y trabajar, por lo que había perdido el contacto con ella. Recuerda también que la última vez que la vio fue el día en que se realizó un homenaje póstumo a su padre.
“Ahora que fueron estos hechos, el pasado 9 de noviembre, y sabemos que ella fue víctima de esta situación, nos conmovió, nos indigna y tantas cosas pasan por nuestras cabezas y nuestros corazones”, destaca.
Llega la hora de partir. Los primeros son los Casacas Verdes. Parten en caravana, escoltados por los policías municipales y agentes de Movilidad.
Antes de salir, Osornio recuerda a los integrantes de Saca la Bici que están invitados a la marcha silenciosa del próximo sábado, en el primer cuadro de la capital queretana, en memoria de las víctimas del ataque armado que cobró la vida de 10 personas.
Los primeros metros los hacen caminando. Luego, montan en sus bicicletas. Les esperan cuatro kilómetros hasta Circunvalación y regresar al punto de partida. Recorren diversas calles del centro, recordando a su compañera caída.
