Autoría de 4:16 pm #Destacada, Historias de la Metrópoli

Sin prestaciones, 90% de los trabajadores de bares y antros en Querétaro

ENTREVISTA: PATRICIA LÓPEZ NÚÑEZ/LALUPA.MX

David empezó a trabajar en los centros nocturnos y de entretenimiento hace 30 años; entonces no había prestaciones para los trabajadores de estos lugares; hoy, “alrededor del 90 por ciento de los sitios siguen igual”. Los cierres y clausuras a partir del ataque al bar Los Cantaritos, así como la falta de una organización que los proteja, los obligó a organizarse para exigir la reapertura de los centros de trabajo y buscar cambios que les beneficien.

Los trabajadores tomaron con gusto el anuncio de las reaperturas “prácticamente inmediatas” de los antros con irregularidades menores. En casi dos semanas sin sus empleos, se vieron obligados a realizar actividades eventuales; los que tuvieron suerte en conseguir algo redujeron sus ingresos en 50 por ciento, muchos otros recurrieron al empeño o venta de pantallas y otros aparatos.

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La reacción a la manifestación que realizaron la mañana del viernes confirmó la urgencia de organizarse. David Rivera, subgerente del bar Salamandra, uno de los pocos, dice, que ofrece prestaciones, denunció que recibieron muchas críticas luego de advertir que al menos 700 familias se quedaron sin ingresos con la clausura de 70 establecimientos y el cierre voluntario de otros 20.

En la mañana exigían la reapertura de sus espacios de trabajo; por la noche, se lamentaban de las críticas en redes sociales donde les decían que se dedicaran a otra cosa, que trabajar en antros y restaurantes no es un trabajo formal, “pero muchos somos profesionales, no somos improvisados, nos gusta nuestro trabajo, hoy critican a los garroteros, meseras, cocineras, pero nuestra actividad no nos hace ignorantes, la gente que opina de cosas que no sabe sí lo es”.

David Rivera, tercero de izquierda a derecha

Gran parte de las críticas, señala, podrían deberse a la campaña constante en redes sociales donde se cuestiona la cultura de la propina. “Se nos dice que nos peleemos con los patrones por un buen sueldo, que le pidamos al gobierno, a los dueños del lugar. En redes sociales hacen pedazos a los meseros, pero no ganamos mal, un buen mesero recibe un sueldo de 250 o 280 pesos diarios más propinas, puede juntar hasta dos mil 500 o tres mil pesos a la semana”.

Como sucedió en la pandemia, las clausuras y cierres les mostraron la fragilidad de sus condiciones laborales. Solamente en Salamandra hay 45 trabajadores, de ellos, 43 dependen exclusivamente de los sueldos que les da ese lugar. La situación se replica en el resto de los espacios y eso llevó a 300 trabajadores a organizarse para exigir mejoras, no solamente la reapertura, aunque requerirán de un esfuerzo constante.

Hace 30 años, David empezó como garrotero en un bar queretano. “Entonces no había prestaciones, hoy el 90 por ciento de los lugares siguen igual. Por eso la molestia. Ahora soy subgerente en un negocio que sí da prestaciones, pero estos días he visto a los más jóvenes que empezaron a sufrir porque deben pagar escuelas, servicios, comida y han empeñado pantallas, han vendido cosas, ya lo vivimos con la pandemia”.

Aunque sostiene que “hemos sobrevivido” y todavía no tienen claro cómo organizarse, sí hay acuerdo entre al menos 300 personas que trabajan en bares y centros nocturnos que tienen que darse cambios para mejorar las condiciones de sus empleos.

Clausura del bar Salamandra

“No pensamos en un sindicato, ni una asociación, sino la unión, claro que sí podemos hacer otra cosa, pero nos gusta lo que hacemos, hemos hecho coperachas entre nosotros, porque no es la primera vez que vemos una cacería de brujas contra el ambiente nocturno, a los restaurantes ni siquiera los tocaron y hubo bares que estaban cerrados porque había un cable de fuera. Los lugares que siguen abiertos nos han dado trabajo, pero necesitamos organizarnos”, insiste.

Los establecimientos nocturnos también son fuente de empleo temporal para muchos extranjeros porque “hay gente de Venezuela, de Honduras, El Salvador, es gente que está de paso y tiene la oportunidad de trabajar, porque si ya les dimos la oportunidad de entrar al país, no podemos dejar que queden a la deriva”

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Last modified: 23 noviembre, 2024
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