Autoría de 5:28 pm #Opinión, Luis Tamayo Pérez - Ecosofía

Salud humana y bienestar oceánico – Antonio Sarmiento Galán y Luis Tamayo Pérez

Los seres humanos, en tanto entes bio-psico-socio-mundanos[1], estamos estrechamente vinculados a nuestro planeta, nuestra salud depende directamente de la salud de este.

El estudio Las áreas marinas protegidas con uso sostenible aportan beneficios colaterales a la nutrición humana (Viana, D. et al., 2024), publicado en One Earth[2], explora la relación entre la conservación de la biodiversidad marina y la salud y el bienestar humanos. El estudio fue realizado por la World Wide Fund for Nature, el Instituto de Salud Pública de Harvard y el Laboratorio Marino de la Universidad de Duke. El equipo, dirigido por Daniel Viana, revisó toda la bibliografía científica escrita desde 1973 sobre áreas marinas protegidas y sus impactos.

Los resultados del estudio indican que establecer áreas marinas protegidas puede ser muy beneficioso no sólo para la salud de la Tierra, sino para la de los humanos.

Indican los autores que cuando un gobierno declara un área marina como protegida ya nadie puede ni vivir en ella, ni pescar, ni construir un complejo turístico en la playa, iniciar una piscifactoría o perforar un pozo petrolero. El objetivo es permitir que la naturaleza florezca de nuevo.

Recordemos que el Plan de Biodiversidad 30×30 de la ONU pretende establecer, para el año 2030, que el 30 % de los continentes y océanos de la Tierra queden establecidos como Áreas Naturales Protegidas[3].

El equipo de Daniel Viana encontró que entre las 234 áreas marinas protegidas existentes en la Tierra más del 60 % ha mostrado mejoras, tanto en la conservación de la naturaleza como en la salud humana. Debemos agregar que el estudio incluyó también a aquellas áreas marinas protegidas que permiten un uso sostenible, es decir, el realizado mediante métodos de pesca como el uso de anzuelo y el sedal o la trampa para peces, los cuales no causan daño alguno a hábitats delicados, como son los arrecifes de coral.

La importancia de los micronutrientes

El estudio de Daniel Viana y su equipo también indica que establecer áreas marinas protegidas no sólo beneficia la salud y los medios de vida de las personas que viven alrededor —pues se incrementa la captura de pescado y mariscos, así como la cosecha de algas, mejorando los ingresos de los pescadores—, sino que hace accesibles a la comunidad alimentos acuáticos ricos en micronutrientes. Un estudio realizado en Filipinas estableció el vínculo entre la dieta basada en alimentos marinos y la salud humana, indicando que el acceso al pescado mejoró debido a la conservación de los mares y, en consecuencia, hubo menos niños con retraso en el crecimiento.

El informe de Viana et al. combina datos sobre la composición de nutrientes de todos los alimentos acuáticos cosechados en las áreas marinas protegidas e indica que los micronutrientes de los alimentos acuáticos son muy biodisponibles, es decir, fácilmente absorbidos por el cuerpo, es por ello que son tan importantes para evitar la malnutrición en las zonas costeras. Y tales micronutrientes mejoran cuando se crean áreas marinas protegidas. Asimismo, señala que la red de áreas marinas protegidas actualmente existente sustenta casi un 15 % de seis micronutrientes esenciales. Al permitir que la vida marina crezca libremente en las áreas protegidas, se reponen las poblaciones acuáticas cercanas.

En muchos países, en particular las naciones insulares y costeras del mundo en desarrollo, la pesca es esencial para nutrir a los más de 3,000 millones de personas que obtienen más del 15 % de sus proteínas de tales capturas. Es por ello que el establecimiento de áreas marinas protegidas es clave para mejorar el acceso de la población a los nutrientes y micronutrientes, aunque, lo sabemos bien, en algunas naciones turísticas —como Las Maldivas— más del 80 % de los peces de arrecife son consumidos por los turistas, no por los lugareños. Resolver la desnutrición en las naciones costeras mediante áreas marinas protegidas no es sencillo, porque buen porcentaje de la pesca mundial se realiza de manera extractivista —como la “pesca de arrastre”— aunque, indican Viana et al, el 77 % de la pesca mundial se realiza de manera sostenible.

El estudio termina indicando que las relaciones entre la naturaleza y los seres humanos deben ser regenerativas, en lugar de explotadoras.

México y las áreas marinas protegidas

Recordemos que la costa mexicana, con más de 11 mil km (sin incluir las islas), ocupa el segundo lugar en América en cuanto a la longitud continental, sólo después de Canadá. Son muchas las regiones de México donde la pesca es clave para la alimentación de sus pobladores. Asimismo, según indica la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas, de las 182 áreas naturales protegidas del país, 37 tienen superficie marina y costera, con un total de 649,587 km2. Asimismo, entre los países considerados “megadiversos”, México es el que tiene mayor porcentaje de superficie marina protegida: el 22.3 % de los mares mexicanos son áreas naturales protegidas, lo cual supera el compromiso de la Meta 11 de Aichi ante el Convenio de Diversidad Biológica —el cual establece que al menos el 10 % de la superficie marina y costera del país, debe estar bajo algún esquema de protección—. Avanzar en la dirección indicada por la ONU en el plan 30×30 implicará un esfuerzo adicional y casi duplicar las áreas marinas protegidas del país. La salud de los pobladores de las regiones costeras, sin embargo, lo agradecerá.

Cuernavaca, Morelos, 5 de diciembre de 2024.


[1] Tamayo, L. (2024). Ecosofía, México: SNTE Morelos.

[2] https://www.cell.com/one-earth/fulltext/S2590-3322(24)00480-9

[3] https://www.un.org/en/delegate/un-delegates-reach-historic-agreement-marine-biodiversity

AQUÍ PUEDES LEER TODAS LAS ENTREGAS DE “ECOSOFÍA”, LA COLUMNA DE LUIS TAMAYO PARA LALUPA.MX

https://lalupa.mx/category/las-plumas-de-la-lupa/luis-tamayo-perez-ecosofia

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Last modified: 16 diciembre, 2024
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