REPORTAJE: PATRICIA LÓPEZ NÚÑEZ/LALUPA.MX
Cinthia y las 8 personas que trabajan con ella no regresarán a trabajar de manera presencial como antes de la contingencia por el Covid-19. El confinamiento les mostró que no necesitan estar en oficina para cumplir con su trabajo y adoptaron un modo “híbrido” en el que solo acuden al espacio físico cuando es necesario, porque “lo importante es la salud”.
Desde su experiencia, Cinthia considera que las empresas socialmente responsables se adaptan fácilmente al teletrabajo porque reconocen que sus trabajadores tienen familias que los necesitan sanos. La delegación local de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) informa que el 58% de sus 850 empresas socias tiene capacidad de trabajar en la modalidad de “home office”, es decir, al menos 493 empresas.
Regresar al trabajo en la nueva normalidad supondrá una serie de cambios. El presidente de la Comisión de Salud de la Coparmex local, Juan Manuel Fraga, resalta que las empresas deberán adoptar medidas de ingeniería, administrativas, de protección personal y de capacitación constante, porque ahora tendrá que encontrarse un equilibrio entre la economía y el cuidado de la salud.
“Si quieres a tus empleados en el trabajo, porque no te sirven en casa, pues comparte la responsabilidad de promover la salud, el ejercicio, el estrés, menor obesidad, mejor sistema inmunitario, mejor control de la diabetes, los enfermos graves de Covid han tenido esas condiciones. Adoptemos estrategias mixtas”, recomienda.
EL TELETRABAJO EN LA CONTINGENCIA
Los datos de la presidenta estatal de la Coparmex, Lorena Jiménez, indican que el 58% de sus 850 empresas socias sí tiene la capacidad de recurrir al teletrabajo o la modalidad de Home Office de manera permanente, frente al 42% de las empresas que por sus características no tienen esa posibilidad.
De esas 493 empresas que sí pueden recurrir al trabajo a distancia, el 60%, casi 296, lo hizo durante la cuarentena y el 50% de ellas, unas 148 empresas, siguen así, con Home Office, a pesar de que hace algunas semanas se inició la reapertura gradual de algunas actividades económicas.
El otro 10% regresó a las actividades normales con los debidos protocolos de seguridad sanitaria, en apego a las recomendaciones de las autoridades estatales para Querétaro.
Las condiciones de cada empresa y el tipo de trabajo son fundamentales para determinar si deben regresar de manera presencial o si pueden continuar con el trabajo a distancia.
Un trabajo administrativo puede hacerse a distancia, mientras que aquellos que requieren la presencia de vendedores o gente que atienda, deberán optar por otras medidas, como horarios escalonados, equipos de trabajo distintos o mayor espacio para reducir el riesgo de contagio.
DEL HORARIO FLEXIBLE AL TRABAJO DESDE CASA
Cinthia tiene nueve años con su empresa dedicada a la administración de complejos empresariales, donde trabaja con otras 8 personas y contrata los servicios de una empresa de seguridad privada.
Sus oficinas cerraron el 18 de marzo pasado, dos días antes de que se declarara la contingencia en el estado, pero antes de eso ya aplicaba horarios flexibles, así que el cierre “no fue tan difícil”.
“El área administrativa se llevó su equipo para trabajar desde casa, lo más difícil fue el mantenimiento y la intendencia, pero se aplicaron horarios escalonados, con su Equipo de Protección Personal (EPP)”, agrega.
Adaptarse a esta nueva forma de trabajo no fue tan complicado como para otras empresas, pero a algunas personas sí les costó trabajo adaptarse, “algunos colaboradores no tienen buen servicio de internet, hay dificultades por los horarios de sus hijas e hijos, la empresa se adapta a sus horarios, en lo posible y las distracciones que luego les hacen difícil realizar sus labores, además del estrés por la situación”.
Aunque reconoce que todavía buscan un esquema que les funcione sin fallas, porque “seguimos probando, ensayo y error”, no piensan en regresar de manera presencial a las oficinas como hacían antes.
“Hay cambios y adecuaciones de última hora que te hacen sentir insegura en la toma de decisiones, pero como tenemos claro que lo más importante es la salud física y emocional de nuestros colaboradores y clientes, según nuestro Código de conducta, eso nos guía en nuestras decisiones”, insiste.
Desde que se inició la reactivación económica en el estado, Cinthia y su equipo están “en modo híbrido”, porque el área administrativa puede seguir así, a distancia, aunque para el área de mantenimiento e intendencia “no será posible, pero se están implementando servicios por cita, con horario, que haga más seguro el desplazamiento del personal”.
LOS CAMBIOS EN LA NUEVA NORMALIDAD
El Presidente de la Comisión de Salud de la Coparmex, Juan Manuel Fraga, advirtió que cada negocio tendrá que evaluar su propia situación antes de determinar si regresa y cómo lo hará.
Como una manera de que las empresas, sobre todo a las pequeñas y a las micro, cuenten con elementos para hacerle frente a la situación, Juan Manuel y un grupo de voluntarios realizaron una guía como parte del colectivo #QuerétaroEsUno.
El manual “Salvando Vidas. La Nueva Normalidad: Recomendaciones para Pymes” proporciona una serie de consejos para que cada empresa enfrente sus riesgos ante el retorno al trabajo y atienda las recomendaciones en contra del Covid-19 por parte de las autoridades de salud y del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
En este documento se parte de la idea de que cada negocio es diferente, pero hay puntos comunes que permiten evaluar los riesgos y reducirlos mediante medidas de ingeniería, administrativas, de equipamiento y capacitación.
“La medida más segura es evitar el contagio que la gente no vaya a trabajar, que trabaje desde su casa, pero si dices: no vengas a trabajar, pero ese trabajador se va al cine, pues eliminaste el riesgo en el trabajo, pero su conducta lo eleva. Entonces hay medidas más o menos universales, después del distanciamiento y aislamiento hay medidas de ingeniería que facilitan o reducen el riesgo de contagio”, añade.
Por ejemplo, un negocio de 20 metros cuadrados en el que laboraban 4 personas, puede disminuir el nivel de riesgo si amplía el espacio para tener ahora 80 metros cuadrados y 4 personas “difícilmente se van a contagiar así. Si no es así, tenías un solo turno y ahora pasas a 2 turnos, ahora se reducen las personas, puedes dividir con distancia, con tiempo o con barreras físicas, puedes escalonar entradas, crear turnos de trabajo o crear equipos sin contacto entre sí”.
La distancia y poner medidas físicas que dificulten el contacto también requieren medidas de ventilación. En los lugares cerrados las personas pueden exhalar “gotitas virales” y si los espacios se alimentan con aire acondicionado, “solo le das vuelta al virus que puede durar hasta 3 horas”.
Abrir ventanas o inyectar aire del exterior, reduce el riesgo de contagio, aunque puede resultar incómodo, así que en caso de depender del aire acondicionado se hace indispensable filtrarlo.
El distanciamiento con acrílicos en recepciones o en escritorios es una medida adicional, así como colocar lavamanos con jabón o puntos de gel para desinfectarse y limpiarse las manos por más de 40 segundos o 20 segundos si se trata de gel con alcohol, colocar termómetros en los accesos, separar las entradas y salidas o contar con tapetes sanitizantes.
Existen otras medidas administrativas, como modificar los turnos, instrumentar algunos de esos turnos a distancia, no discriminar a las personas que enfermen de Covid-19 y darles los 14 días de aislamiento “sin estarlos cuestionando” y verificar que todos usen el EPP.
La elección de las mascarillas que debe usar el personal también es diferente para cada empresa de acuerdo con su actividad y el trabajo que realiza cada empleado pero se debe tener cuidado de manipularlas por los resortes, no destapar la nariz y no tocar constantemente el cubrebocas o las mascarillas.
“La última medida es de capacitación, enseñarle al personal estos cuidados, qué hacer si tienen Covid, explicarle a los gerentes qué hacer con las cadenas de contagio, cómo eliminarlas o frenarlas, la promoción de la salud para prevenir y que la gente sepa qué hacer con su salud y prevenir, porque los pacientes graves tenían obesidad, cardiopatías, hipertensión, diabetes, si los pones en control la gravedad del Covid es menor”, insiste Fraga.
Mientras los legisladores locales y federales plantean la necesidad de regular el Home Office, para Cinthia este tipo de trabajo ya es una realidad y empezó a dibujarse a partir de los horarios flexibles en muchas empresas, así que el Covid-19 solo les demostró que el personal trabaja menor cuando se prioriza su cuidado y que “las empresas socialmente responsables se adaptan más fácil en tiempos de crisis”.