En reconocimiento a su trayectoria, se eligió a la poeta canadiense Anne Carson para el Premio Internacional “Manuel Acuña” en Lengua Española 2019, que se entregaría en el marco de la Feria Internacional del Libro Coahuila 2020. La designación se anunció en diciembre del año pasado y se esperaba la presencia de Anne en este evento que se ha convertido en un referente cultural en la región, sin embargo la contingencia del Covid-19 obligó a suspenderlo. Originalmente la fecha era del 24 de abril al 3 de mayo y ahora está contemplada su realización para el mes de agosto, aunque aún no se confirma y menos la presencia de Carson.
Recientemente el nombre de esta poeta canadiense volvió a resonar fuerte, al anunciar que fue elegida para el Premio Princesa de Asturias de las Letras 2020. Anne Carson es autora de novelas y ensayos. En español se ha publicado La belleza del marido, un libro descrito como un ensayo narrativo en 29 tangos. Y con el sello de Vaso Roto ha publicado Albertine, Decreación, Nox, Tipos de agua y Si no, El invierno. De este último libro la editorial está invitando a una charla con quien realizó la traducción Aurora Luque (ganadora del XXXII Premio de Poesía Loewe). El conversatorio será el 2 de julio y en las plataformas de Vaso Roto Ediciones están los informes de la dinámica para acceder a esta charla, que seguro será muy interesante por el doble papel de Aurora: traductora y poeta.
Con motivo del premio Princesa de Asturias el periódico El País publicó una entrevista con la escritora canadiense, el texto cierra con la pregunta: ¿Qué es poesía?
– ¿No se le ocurre nada más difícil que preguntar?, dice Carson y responde: “Aún lo estoy pensando”.
¡Qué respuesta! Honesta y pura.
Aquí dos poemas de Anne. La respuesta a ¿qué es poesía?, está aquí.
PODRÍAS 1
Si no eres la persona libre que quieres ser, busca un lugar donde puedas contar la verdad sobre ello. Contar cómo te va con todo. La franqueza es como una madeja que se produce a diario en el vientre, tiene que desenrollarse en algún lado. Podrías susurrar de cara a un pozo. Podrías escribir una carta y mantenerla guardada en la gaveta. Podrías escribir una maldición en una cinta de plomo y enterrarla para que nadie la lea por mil años. No se trata de encontrar un lector, se trata de contar. Piensa en una persona de pie, sola en un cuarto. La casa está en silencio. La persona lee un pedazo de papel. No existe nada más. Todas sus venas se pasan al papel. Toma la pluma y escribe en él unos signos que nadie más va a ver, le confiere así como una plusvalía,
y todo lo remata con un gesto
tan privado y preciso como su propio
nombre.
YO
Oigo pequeños chasquidos dentro de mi sueño.
La noche gotea su taconeo de plata
espalda abajo.
A las cuatro. Me despierto. Pensando
en el hombre que
se marchó en septiembre.
Se llamaba Law.
Mi rostro en el espejo del baño
tiene manchas blancas en la parte baja.
Me enjuago la cara y vuelvo a la cama.
Mañana voy a ver a mi madre.