ENTREVISTA: PATRICIA LÓPEZ NÚÑEZ /LALUPA.MX
Biólogos, matemáticos, químicos y físicos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) monitorean todos los días los niveles de contaminación del aire y de los cuerpos de agua en el estado, así como las poblaciones de murciélagos y los ácaros que viven en ellos, para entender mejor las condiciones medioambientales que enfrenta Querétaro.
En el marco del décimo aniversario de la Unidad Multidisciplinaria de Docencia e Investigación de la Facultad de Ciencias de la UNAM, campus Juriquilla, su director, Enrique Arturo Cantoral Uriza, resaltó que los trabajos de celebración incluyen una serie de actividades de difusión de la ciencia y la tecnología, a través de los proyectos que realizan los universitarios.
Entre esos proyectos de investigación, se encuentra el análisis de algas que permiten advertir la alta contaminación del río Querétaro, por la presencia de especies que sólo crecen en cuerpos de agua muy sucios y que requieren la intervención de autoridades, especialistas y sociedad civil.
“Estudiamos algas que viven en los ríos y en los lagos y a través de ellas entendemos cómo viven y qué nos dicen de cómo está el sitio donde viven, las usamos como indicadores biológicos. Por ejemplo, en el río Querétaro observando las algas nos dicen que no es un río, es una zona para regular las lluvias y las aguas que tienen están extremadamente sucias, es un tema que debemos atender de manera conjunta entre autoridades gubernamentales, municipales y la universidad para mejorar el río Querétaro, los colegas de la UAQ hacen unas acciones al respecto, porque debemos trabajar de manera institucional sumarnos en lugar de separarnos”, señaló.
¿CÓMO FUNCIONA LA OBSERVACIÓN A TRAVÉS DE LAS ALGAS?
Se mueven, vas a un sitio lejano de la ciudad y encuentras 10 algas diferentes, de esas 10 que tienen muchos amigos iguales a ellas todas están muy bien, empiezas a entrar a la ciudad de Querétaro y esas 10 algas se vuelven 5, se vuelven 3, se vuelven 3, se vuelven 1 y esa 1 crece mucho, mucho en áreas muy sucias en Japón, en Asia, en África, en Europa, en la Ciudad de México, en Querétaro, en el río Querétaro, con el que hay que tener cuidado, es un río altamente alterado con concentraciones de varias cosas que pueden dañar a la salud y ese tipo de situaciones necesitamos atenderlas. Trabajamos muy de cerca con el Consejo de Ciencia del Estado, a través de ellos podemos entablar conexiones con los gobiernos o directamente y a través de todos los medios es deseable poder platicar con gente de la Comisión Estatal del Agua o del municipio y podemos hacer propuestas de cómo mejorar esa agua que va ahí, existen varios mecanismos para intentarlos y ahora sí podamos decir que es un río, el río Querétaro.
ADEMÁS DEL PROYECTO DE LAS ALGAS, LA UNIDAD CUENTA CON UN OBSERVATORIO ATMOSFÉRICO, ¿CÓMO FUNCIONA Y CUÁLES SON SUS ALCANCES?
El observatorio está en la parte alta de este edificio y mide una serie de variables físicas y químicas de la atmósfera, como el viento, la humedad, las partículas suspendidas y tenemos una relación regional con Salamanca, con Celaya con Querétaro, son cerca de 8 observatorios en el país y este es uno, el de Juriquilla, todos dependen del Centro de Ciencias de la Atmósfera en Ciudad Universitaria y este es de ellos y de la Facultad de Ciencias y está monitoreando las 24 horas del día, los 365 días del año, los datos son públicos y ahí podemos observar para asesorar a las estancias gubernamentales responsables de este tipo de temas, como la Secretaría de Desarrollo Sustentable (Sedesu), como el propio municipio, sobre qué se hace y cómo se hace. Hay que prevenir este tema, tenemos cada vez más vehículos, tenemos cada vez más industria que no necesariamente genera más emisiones, pero hay industria y San Juan del Río es más problemática, pero tenemos a Salamanca, con un tema muy fuerte, así que el tema no es solo Querétaro, sino la región.
ESTE 8 DE NOVIEMBRE ESTA UNIDAD DE LA UNAM CELEBRARÁ SUS PRIMEROS 10 AÑOS, ¿CUÁLES SON LOS ALCANCES A LO LARGO DE UNA DÉCADA?
Estamos muy contentos porque esta idea de generar la ciencia en la provincia mexicana, extendiendo la Facultad de Ciencias de ciudad universitaria, fue un nicho muy importante para que los jóvenes en esta región de Querétaro y zonas alrededor puedan formarse en carreras científicas y estamos y contentos por ello, porque una de las actividades importantes que tienen que ver con el desarrollo de los pueblos, tiene que ver con sociedades democráticas y sociedades científicas, donde los individuos tengan información de lo que sucede a su alrededor, de cómo suceden las cosas, de dónde vienen los recursos que utilizamos, se hace de esta forma y la necesidad de la formación de científicos es muy fuerte en países como México y Latinoamérica. Hay pueblos que tienen sociedades muy desarrolladas porque le dedicaron mucho tiempo a la ciencia y la ciencia se liga al desarrollo de la sociedad. Aquí tenemos 10 generaciones de jóvenes en distintos aspectos y en distintas etapas de su formación en el estadio de la ciencia, están haciendo sus posgrados, algunos ya están laborando en lugares tanto públicos, como privados, aunque un poco menos. Los científicos son importantes, porque saben buscar la información, lo que tienen que hacer es ser muy objetivos con lo que están observando. Les ayudan la observación, el conocimiento que pueden tener de la matemática, de la física, de la química, de la biología, de los procesos que ocurren en el agua, en la atmósfera, en la vida, en el planeta mismo. Eso es lo que hemos estado formando en este tiempo aquí.
¿CÓMO CELEBRARÁN ESTE DESARROLLO CIENTÍFICO?
Este 8 de noviembre estaremos en el centro académico cultural en el teatro que tenemos en el campus UNAM, estaremos de las 10 a las 2 de la tarde, estaremos en este auditorio, con una charla de los orígenes de esta facultad, mostraremos qué hemos hecho en estos 10 años y de las 2 de la tarde en adelante daremos a conocer qué hacemos aquí, tenemos gente que hace matemáticas en redes como el Facebook y busca entender cómo se relaciona un mensaje con otro mensaje y cuál es el camino más corto para que ese mensaje llegue sin perder información. Tenemos colegas que hacen química de la atmósfera, que es un tema muy importante, porque en el país pues nos ocupamos de la ciudad de México porque es de las primeras ciudades del mundo con un problema fuerte con las partículas suspendidas, como Los Ángeles, como Nueva York, como Londres, pero también en Querétaro pasan cosas y aquí aún no estamos preparados para medir este tipo de situaciones y lo que hacen nuestros compañeros es estar monitoreando de manera importante la región de Querétaro y Guanajuato, entender esta dinámica de cómo se mueven estas partículas suspendidas que tienen efectos negativos en la salud humana al respirarlas y más efectos en los ecosistemas naturales.
Tenemos un grupo que modela moléculas y ayuda a entender cómo un fármaco pasa de una botellita a ayudar el cuerpo de una persona, es un grupo muy importante. Tenemos un grupo de biólogos, unos se dedican a estudiar los murciélagos y los ácaros que viven sobre estos murciélagos, que a través de esta relación se puede entender cómo los murciélagos se distribuyen en un territorio y cómo las poblaciones de ácaros van con ellos, se pueden encontrar relaciones de parentesco en la región de México, de las islas del Caribe y hacia la parte sur del continente.
¿ENTRE LOS TRABAJOS SE ENCUENTRA LA DIFUSIÓN DE LA CIENCIA EN INFANCIA?
México es un país en el que necesitamos crecer en muchos sentidos, hemos olvidado muchas cosas, hicimos cosas muy buenas a través de la educación, después las perdimos, nos hemos equivocado en las decisiones políticas respecto a la educación. Una de las cosas fundamentales en el contexto mexicano es que la educación tiene que ser laica, científica, objetiva, fácil y alegre. ¿Qué nos pasa? Descuidamos los procesos educativos, descuidar que los niños y jóvenes tengan acceso a la educación, cuando empezamos a mercantilizar la educación, se vuelve un problema, porque no todos pueden pagar la educación, la educación no debe ser algo condicionado a un pago, porque ahí nos detenemos como sociedad. La función del Estado federal y de las entidades es empujar por una educación donde las familias no se preocupen si sus hijos van a estudiar o no, sus familias no se preocupen si van a tener un lugar o no y hay que hace ese tipo de esfuerzos. No digo que esté mal sesgar la educación, debe existir educación privada y pública, pero como país es obligación de la federación abrir los espacios a la sociedad mexicana, sin que los estudiantes se preocupen si pagan o no una colegiatura.
Por otro lado, hay que formar a nuestros docentes con una actualización pedagógica y científica respecto a cómo abordamos los temas y en eso tiene que ver mucho la creatividad y la libertad, implica salir de los esquemas en los que hemos crecido. Uno de los grandes problemas de siempre han sido las matemáticas y no es que a las personas no les gusten las matemáticas, lo que no les gusta es no entenderlas, el tema está en cómo lo estamos enseñando. En una sociedad como la mexicana la ciencia es algo extraño, somos muy pocos científicos en el país, pero eso no pasa en Alemania, no pasa en Japón, no pasa en Corea del Sur, en China o en Estados Unidos y todos esos países han resuelto muchos de sus problemas a través del desarrollo científico y tecnológico, ese es el camino que debemos de seguir, en un contexto latinoamericano y mexicano. Todo lo que tenga que ver con lo que hacemos como sociedad tiene que ver con la ciencia.
Cada año hacemos un taller para niños, durante 8 sábados tenemos a los niños aprendiendo ciencia de manera lúdica, eso normalmente lo hacemos en mayo y junio, aunque la convocatoria sale en abril, vienen 30 niños y estamos todos esos sábados haciendo que aprendan que se diviertan con la química, la física y la biología, sin llamarle química, física y biología, la idea es que aprendan.