2 DE NOVIEMBRE
He sido cordialmente invitado a formar parte del realismo visceral. Por supuesto, he aceptado. No hubo ceremonia de iniciación. Mejor así.
3 DE NOVIEMBRE
No sé muy bien en qué consiste el realismo visceral. Tengo diecisiete años, me llamo Juan García Madero, estoy en el primer semestre de la carrera de Derecho. Yo no quería estudiar Derecho sino Letras, pero mi tío insistió y al final acabé transigiendo. Soy huérfano. Seré abogado. Eso le dije a mi tío y a mi tía y luego me encerré en mi habitación y lloré toda la noche. O al menos una buena parte. Después, con aparente resignación, entré en la gloriosa Facultad de Derecho, pero al cabo de un mes me inscribí en el taller de poesía de Julio César Álamo, en la Facultad de Filosofía y Letras, y de esa manera conocí a los real visceralistas o vicerrealistas e incluso vicerrealistas como a veces gustan llamarse…
Así inicia Los detectives salvajes, del chileno Roberto Bolaño (1953-2003), novela que al ser publicada fue comparada con Rayuela de Julio Cortázar, sobre dicho comparativo el mismo Roberto dijo: “Mi novela es una pobre novela comparada con Rayuela”.
A la voz del muchachito García Madero, se suma Arturo Belano y Ulises Lima, los detectives salvajes, alter ego de Roberto Bolaño y su amigo, también poeta, Mario Santiago Papasquiaro. La novela recopila testimonios de la aventura que emprenden los detectives en busca de la poeta Cecilia Tinajero, en una explosión de voces, intimidades, amores, desapariciones todo eso que sirve como alimento a la poesía.
El libro es en sí una aventura poética y ahora Canana, empresa creada por Gael García Bernal y Diego Luna, está trabajando en la preproducción de una serie, y ya realizan casting para encontrar a los protagonistas, el perfil que requieren es: “intelectuales, bohemios apasionados de las letras y las palabras, aventureros empedernidos con ideales intangibles”. Y específicamente buscan hombres originarios de Chile de 25 a 30 años. Entre otros perfiles.
Desde el 2015 se anunció que David Pablos se encontraba adaptando el libro al guión para la serie. La obra literaria de Bolaño es muy cinematográfica, sí, pero no tendrá la misma conmoción que provoca al leerla (¿o sí?), mientras los productores terminan de buscar a los detectives bohemios y salvajes, la recomendación ahora es leer la obra de Bolaño, antes que su salte a la imagen móvil, a la televisión y las plataformas digitales.