REPORTAJE: PATRICIA LÓPEZ NÚÑEZ /LALUPA.MX
FOTOS: GUILLERMO GONZÁLEZ
Los baños incluyentes en los espacios públicos dan un mensaje de no discriminación social y generan tranquilidad, sobre todo a las personas que inician su transición, afirmaron Alana Briones Mora y Danna Palancares Pérez, dos de las mujeres trans que consiguieron los amparos para que el Registro Civil modificara sus actas de nacimiento.
Desde sus espacios, cada una promueve la inclusión y el respeto en favor de la comunidad de la diversidad sexual, por lo que sostuvieron que la decisión de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) de tener el primer baño incluyente es un granito de arena en favor de la lucha por ese respeto.
Danna, estudiante de la facultad de Psicología de la UAQ, recordó que los baños incluyentes ya existen desde hace tiempo en otras ciudades, así que no son una novedad, pero en Querétaro “sí es un impacto, porque siendo tan conservadores en muchos aspectos, que haya este tipo de cosas hace un cambio social”.
La nueva rectoría de la UAQ, estimó Danna, se muestra respetuosa de los derechos humanos y abierta a promover la inclusión a la diversidad sexual, que no se limita a pintar los pasos peatonales, sino a reconocer que toda la población es diversa sexualmente.
“No es algo novedoso que existan estos baños, pero es por lo que luchamos, es impactante que en Querétaro se den estos cambios. Hay muchos baños en la Ciudad de México que están así, aquí espero que la inclusión sea para todos, no solo es incluir a la diversidad sexual, sino a las personas con discapacidad y los adultos mayores”, explicó.
Aunque estos baños incluyentes no son novedad, muchos universitarios los usan de escenario para tomarse “selfies” y mandar mensajes positivos. “Todo mundo va a ese baño, aunque esté más lejos, porque hay que preguntarse si ya fueron a los baños incluyentes, en los salones es el tema del día, saber si ya fueron al baño incluyente”.
Como mujer trans, Danna dijo esperar que esa actitud se refleje también en el exterior, “en las calles, en los negocios, son victorias simbólicas y socialmente repercuten mucho, porque Querétaro es muy conservador y parece una insignificancia que exista un baño incluyente, pero el impacto social es muy fuerte y puede cambiar paradigmas, que nos podrían llevar a un estado incluyente en todos los aspectos”.
“Yo inicié mi transición en estas aulas, inicié como un hombre y ahorita ya soy mujer, pero siempre se me respetó como quien yo soy, no necesité vestir de mujer para que me dijeran Danna, es algo que se construye día a día en esta facultad: la inclusión. Si visto como mujer, me presento como mujer y tengo nombre de mujer, la obviedad es que voy al baño de mujeres y nunca entré con miedo de qué me iban a decir, nunca me vi discriminada por ningún alumno, ningún maestro, ningún conserje”, expresó.
Esa misma actitud, confió Danna, debe alcanzarse fuera de la UAQ, donde todavía existe segregación por las ideas conservadoras y frenan los cambios que beneficiarían a los demás.
Lamentó la actitud de los representantes populares que critican estas medidas porque prometieron cumplir la ley y eso empieza por respetar los derechos de todas las personas, sin que influyan las creencias religiosas o la ideología personal, porque “tenemos que vernos como iguales y si la sociedad se está renovando, ¿por qué los políticos no?”.
BAÑOS INCLUYENTES SON UN ESPACIO DE TRANQUILIDAD
A partir de sus propias experiencias, Alanna destacó que este tipo de baños son un alivio para las personas trans, pero también son excelentes para la gente con discapacidad y adultos mayores, pero para las personas que recién inician su transición, representan un espacio de tranquilidad.
“Cuando estás en medio de la transición es incómodo, porque físicamente no te ves como mujer o como hombre y te empiezas a sentir incómoda como persona. Yo ya me veo como mujer y entro al baño asignado, al de mujeres, pero los que inician, las personas transgénero o transexual que recién inician, no están cómodos más que en estos espacios”, resaltó.
Con eso se evita el estrés y la discriminación, en un tema que no debería cuestionarse tanto, porque se suma a los actos que afectan a las personas en proceso de transición. Además, cuestionó a quienes critican estos espacios con el argumento de que hombres y mujeres tienen genitales diferentes.
“En el baño vas a una situación muy personal y nadie ve los genitales de nadie, más que cada quien cuando va a hacer sus necesidades, nada más, no hay nada qué discutir. Estos baños incluyentes acaban con la pregunta de a qué baño vas a ir que solo hace que te sientas incómoda”, recalcó Alana.
“EN ESTOS BAÑOS, NO SE DISCRIMINA”
Los baños incluyentes se ubican en la facultad de Psicología y cuentan con una puerta de cristal donde se aprecian los pictogramas de todas las figuras humanas, hombres, mujeres, personas con discapacidad, de la diversidad sexual y adultos mayores.
Lucen losetas en color oscuro y tanto excusados como mingitorios están separados para darle total privacidad a quienes los usan. Además cuentan con una mesa para cambiar pañales. Los lavabos son espaciosos, con un espejo que los abarca todos, y con espacio para acomodar bolsos o algunas otras pertenencias.
En las puertas de los privados, se puede leer que en esos baños no se discrimina a ningún tipo de persona y una leyenda lanza una advertencia a quien se atreva a burlarse o violentar a los demás: “Cualquier persona que incurra en actos discriminatorios, de violencia o haciendo uso indebido de las instalaciones, será consignado a las autoridades universitarias”.