CRÓNICA: JESÚS ARRIAGA/ LALUPA.MX
FOTOS: GUILLERMO GONZÁLEZ
Y JESÚS ARRIAGA
Por tercera vez la comunidad LGBTTI sale a las calles en la marcha del Orgullo. La cita es a las cuatro de la tarde, cuando comienzan a llegar mujeres y hombres que portan las banderas del arcoiris que como dice Walter López, vocero del Frente Queretano por el Derecho a la No Discriminación y el Estado Laico, arropa a todos los grupos excluidos de la sociedad, a todas las minorías que son relegadas, que no tienen espacios.
La marcha convoca a los grupos feministas y sus rostros más representativos, como Maricruz Ocampo, Alicia Colchado, Consolación González, Aline Hernández, que se unen en una causa: celebrar el amor, la vida, la felicidad, la libertad de amar.
A las cinco de la tarde la marcha inicia. Caminan por Ejército Republicano, Felipe Luna, hasta tomar 5 de Mayo.
Las calles angostas son insuficientes para los miles de participantes de la marcha, que orgullosos toman sus banderas, se toman de las manos y caminan por la histórica Querétaro.
Se ven familias que salen a las calles juntas, en solidaridad con sus parientes, sus amigos, con la sociedad misma.
No hay faltas de respeto. Es una fiesta y, como tal, la disfrutan. Los asistentes posan para las cámaras cuando descubren que son enfocados. Ríen o posan de manera artística para las cámara. No hay pena. No hay que correr al clóset. Hoy no.
Este sábado salen con orgullo, con la dignidad que los caracteriza, con la fuerza y la valentía que tienen mujeres y hombres de la comunidad LGBTTI.
Avanzan por 5 de Mayo, donde los comensales de los restaurantes que se ubican sobre esa vía salen a mirar la parada. De algunos balcones de la histórica Querétaro se asoman banderas multicolor. Lo habitantes lo hacen de manera espontánea. Se asoman, agitan sus banderas, como si de un glorioso ejército, triunfador de mil batallas, se tratara.
El contingente agradece con vivas, gritos y saludos el apoyo recibido. Los bares también se unen. Lucen el arcoiris en la puerta. Sus empleados salen a las puertas, para tomar fotos y videos. Algunos se unen de manera espontánea a la marcha. Sus jefes los dejan ir.
Algunos peatones, principalmente los de mayor edad, ven con extrañeza la marcha. Algunos llegan a proferir alguna frase despectiva que sólo unos cuantos escuchan. Poco importa una opinión frente a todo el apoyo que reciben de los ciudadanos que en su mayoría los ven y aplauden a su paso.
Incluso los asistentes a una boda son “atrapados” por la marcha. Esperan con paciencia para pasar.
Llegan al jardín Guerrero. El cielo da una tregua, el sol se oculta tras unas nubes. Unos momentos de alivio ante el calor cercano a los 30 grados Celsius. La plancha del Guerrero se llena de banderas, sombrillas, de mujeres y hombres libres, que expresan a través de cartulinas que el amor no es un delito, que el amor no se debe de ocultar en un clóset, que debe salir a la calle, sin miedo.
En el escenario se presentan algunos números musicales que son ovacionados por los asistentes.
Algunos se marchan. Toman calles como Madero, 16 de Septiembre, Guerrero y Balvanera, para tomar “camino”, para seguir la fiesta que inició en el mirador de Los Arcos.
Toman sus banderas, se las colocan en la espalda.
Se toman de las manos y caminan entre la multitud de gente que pasea en el primer cuadro queretano. Son chispazos de arcoiris en las calles de Querétaro.
