REPORTAJE: FERNANDO DURÁN DE LA SIERRA TOVAR /LALUPA.MX
“Que Dios bendiga a las putas que hacen de este mundo un lugar mejor” es lo que puede leerse en el entorno digital de los ‘packs’ y ‘nudes’ en redes como Facebook o Twitter, donde las dinámicas van desde publicar, compartir, intercambiar, vender o sortear contenidos pornográficos de mujeres el sin consentimiento de éstas (acción que se busca tipificar como delito en Querétato) hasta la exigencia por parte de algunas mujeres para concederlos a quienes se los soliciten.
El principal requisito para que los administradores de cuentas hagan públicos los contenidos a sus seguidores es alcanzar una determinada cantidad de ‘likes’ —50, 100, 500, dependiendo del número de seguidores—, comparticiones o reacciones. A su vez, también cuando a mujeres, adolescentes principalmente, se les solicitan sus ‘packs’ para publicarlos en redes sociales, la respuesta puede ser sí, “si tu publicación alcanza los 200 me gusta y 100 comentarios”.
Los perfiles de jóvenes y adultos varones tienden a ser los principales consumidores y promotores de estos contenidos en redes; mientras que, en particular, también los adolescentes y hombres jóvenes se centran en la obtención y divulgación de los contenidos. Por otra parte, también a través de perfiles de mujeres, se tiende a divulgar y promover páginas de internet, de redes socodigitales o blogs que publican este tipo de contenidos, de acuerdo con una revisión de diversos sitios que llevó a cabo lalupa.mx.
La pornografía de los ‘packs’ y ‘nudes’ —anglicismos para “paquetes” y “desnudos”— es de orientación heterosexual, aunque hay también homosexual en menor medida, y casi exclusivamente de mujeres; las cuales son de índoles tan diversas como las representadas en la pornografía comercial: menores de edad, adolescentes (principalmente), adultas y “maduras”; de distinto origen nacional (principalmente latinoamericanas); que pueden ser incluso figuras y servidoras públicas (policías, profesoras, atletas, conductoras de medios de comunicación, modelos, artistas, ‘influencers’, ‘youtubers’, etc.); de diversos estratos socioeconómicos; diferentes “estilos” culturales y fenotipos raciales. Básicamente, pueden encontrarse contenidos “de todo” en cuanto a pornografía de ‘packs’: desde imágenes de actrices pornográficas profesionales hasta estudiantes de secundaria que se autorretrataron en los baños de su colegio.
Twitter, seguido de Facebook, es la red que posee más seguidores en cuentas de estos sitios, pues es donde es más fácil publicar este material, a diferencia de videos de YouTube, por ejemplo. Las páginas de ‘packs’ en Facebook o Twitter llegan incluso a competir entre ellas para obtener más seguidores; aunque en general se concentran en la acumulación de carpetas (no siempre con fotografías o videos de una sola mujer), llegando a tener cientos o miles de ellas. Incluso hay sitios determinados a publicar un determinado tipo de ‘packs’, como en las clasificaciones de sitios pornográficos: “colegialas” “maduras” “famosas”, “otakus”, etcétera.
Para compartir los ‘packs’, generalmente se publican enlaces digitales (o ‘links’) que direccionan a páginas de servicios de almacenamiento de archivos; tales como Mega o Mediafire, aunque también pueden estar en blogs o dominios particulares de internet; donde se encuentran las carpetas que pueden ser descargadas por los usuarios, que pueden tener fotos y videos de una o más mujeres. También se pueden encontrar enlaces a grupos cerrados de Facebook o WhatsApp para compartir más contenidos.
‘PACKS’ POR LIKES Y CUENTAS A TRUEQUE
Hay determinados casos en los que adolescentes —u hombres jóvenes generalmente— piden a conocidas suyas que les compartan fotografías o videos pornográficos a modo de ‘packs’ dejando por entredicho que serán publicadas en sitios de internet; como en el caso del siguiente diálogo, publicado en una captura de pantalla en Facebook: “oie, pasa tu pack, elfa”; “Mmmmm. Si la publicación llega a 500 mg [‘Me gusta’]”. La publicación obtuvo 645 ‘likes’ en poco tiempo, y se publicaron los contenidos. Este tipo de “retos” son relativamente comunes, y las mujeres que los proponen o aceptan suelen ser también adolescentes o mujeres jóvenes.
Otro ejemplo es la foto en Twitter de una joven de aproximadamente 15 años portando uniforme escolar, sonriendo mientras saca la lengua, que dicta: “Dice ella que 50 #Retwit y nos pasa una enseñando su pussy”; u otra, también de una mujer joven: “Dice que 30 <3 y nos enseña sus tetas”; aunque es lógico dudar de la legitimidad de lo dicho en la publicación, pues por lo general se trata de comentarios realizados por los administradores. Sin embargo, el reto de exigir reacciones en redes sociales son casos aparentemente comunes en estos sitios.
Por otra parte, en algunos casos, las cuentas de Twitter o Facebook que publican este tipo de contenidos pornográficos son puestas en venta o cambio, como el caso de una cuenta de Twitter que publicó: “Cambio esta cuenta por tarjeta de Netflix de 150 mínimo, ya si alguien da más le doy preferencia, hay packs en casi todos mis mensajes, y casi 7 mil seguidores con los que pueden hacer intercambios o lo que sea”. A este respecto, resaltan los casos de otras cuentas de Twitter que tienen hasta unos 77 mil 300 seguidores.
LOS CONTENIDOS
Los ‘packs’ incluyen en su mayoría fotos, y videos en menor medida, en los que se muestran a mujeres —aunque también es posible encontrar de hombres— posando (principalmente), practicando la masturbación o teniendo relaciones sexuales. A su vez, comúnmente, quien filtra el contenido lo publica con capturas de pantalla (‘screenshots’) en los que muestra perfiles de las redes sociales o fotografías no pornográficas de la persona en cuestión, sobre todo de los mismos perfiles. Las mujeres en los packs pueden estar en fotos portando ropa informal o ajustada, uniformes escolares —en su mayoría cuando son jóvenes estudiantes—, lencería, atuendos caracterizados o desnudas.
Los ‘packs’ pueden tener la intención de seducir o satisfacer la práctica del voyerismo en otra persona; sin embargo, muchos de ellos también son realizados sin el consentimiento de su difusión, tales como videos de relaciones sexuales entre parejas sentimentales o los descritos anteriormente.
La posesión de estos contenidos, es sabido, ha dado lugar también a extorsiones y chantajes hacia las personas que aparecen en ellos. Aunado a ello, también hay lugares donde se dan “quemones”: lo que se tipifica como delito en Yucatán bajo el nombre de “pornovenganza”. De manera breve, digamos que es básicamente cuando se difunden contenidos de ex novias o mujeres con las que se ha tenido una separación o simplemente se quiere difundir sus fotografías íntimas por diversión.
IDENTIDADES
Con regularidad, cuando se filtran a internet nuevos ‘packs’, dependiendo del caso, puede cobrar cierta fama, y a la mujer que aparezca en las fotos se les tiende a dar un apodo o pseudónimo —en caso de que se desconozca su nombre—, o se rastrea su identidad por los usuarios, si es que quien filtró el contenido hace públicas sus cuentas de redes como Facebook, Instagram o Twitter, cuando conocen a la persona en cuestión. De esta forma, pueden encontrarse carpetas con nombre y apellido de las mujeres, con apodos (“Kloe, la Maravilla”), etiquetas genéricas (“colegiala tierna” “rockera sexy”) o simplemente nombres de pila.
