HISTORIAS, FOTOS Y VIDEOS: SANTOS MENDIETA/LALUPA.MX
Con constancia, esfuerzo y visión, Gabriela de la Torre creó “Espiropapas”, un negocio próspero de snacks y otras botanas que, a lo largo de 20 años, construyó una importante cartera de clientes, además de que generó empleo, pues en sus eventos subcontrataba a más microempresarios.
Las crisis económicas siempre han sido momentos difíciles, pero ninguna como la que se vive ahora con la pandemia de Covid-19 que ha paralizado toda actividad, provocando que empresas como las de la señora De la Torre hayan sufrido una reducción total de ingresos, obligando a los dueños a deshacerse poco a poco de sus bienes para lograr sobrevivir.
Sin fiestas, ni eventos, ni la posibilidad de vender en la calle o en los tianguis, Gabriela ha vivido semanas complicadas que la llevaron, incluso, a vender su vehículo para poder solventar gastos.
«La verdad no pensé que fueran a hacerme caso. La mayoría de los políticos dicen que hacen y que esto, y que el otro, pero al final no ayudan realmente».
Una tarde, mientras se encontraba navegando en redes sociales, la señora De la Torre vio una publicación del alcalde de Querétaro, Luis Nava, referente a la entrega de apoyos económicos y alimentarios a habitantes de la capital queretana, y a través de un comentario externó la situación en que vive, agravada por una discapacidad congénita que padece.
Apenas un par de días después de su comentario, a través de Facebook Messenger fue contactada por personal del Instituto Municipal para Prevenir la Discriminación. A través de Mónica Perrusquía y el director de la dependencia, Ricardo Yáñez, y recibió una despensa en su domicilio, la cual le ha ayudado a sobrellevar estos días.
Gabriela de la Torre en “Espiropapas”, en una imagen previa a la pandemia.
“No nos cae nada mal (el apoyo alimentario). Dadas las circunstancias cualquier apoyo es bueno. La verdad no pensé que fueran a hacerme caso. La mayoría de los políticos dicen que hacen y que esto, y que el otro, pero al final no ayudan realmente», dice Gabriela, mientras sus ojos se le iluminan.
“POR PENA NO VOY A DEJAR DE COMER”: GUADALUPE ALCÁNTARA
Una situación similar vive la señora Guadalupe Alcántara, vecina de Niños Héroes desde hace once años y quien ofrece talleres y cursos en una Asociación Civil, en temas como violencia, equidad de género, entre otros.
Inició la cuarentena y con ello el cierre de escuelas. Se cancelaron eventos, cursos, talleres. Aunado a ello, sus dos hijos fueron enviados a trabajar a su casa de manera remota y aunque afortunadamente no se quedaron sin empleo, sí sufrieron una reducción de ingresos.
La familia comenzó a definir prioridades. Renta, luz e internet eran los gastos primordiales, puesto que de no tener estos insumos, sus hijos no podrían seguir trabajando. Sobre la comida también se organizaron; sin embargo, comenzó el desabasto de algunos productos y luego el aumento de precios.
Han sido semanas de altibajos emocionales, psicosis, estrés, pero a la vez de mucha reflexión. Un buen día, doña Guadalupe se percató que personal del Municipio de Querétaro se encontraba entregando despensas a los vecinos de su calle.
Aun cuando no estaba registrada en la lista de beneficiarios, fue considerada y se le entregó una de las despensas.
“Por pena no voy a dejar de comer”, pensó en aquel momento Guadalupe Alcántara, quien bajó con los funcionarios que entregaban los apoyos y, aun cuando no estaba registrada en la lista de beneficiarios, fue considerada como una de las 75 mil personas a las que el municipio de Querétaro les brindó un apoyo alimentario durante esta contingencia.
Arroz, sopa, soya, aceite, entre otros productos de la canasta básica, es lo que contiene este apoyo que, de acuerdo con la señora Guadalupe Alcántara, bien administrada y con mucha creatividad, puede alcanzar hasta poco más de un mes.
No obstante, doña Guadalupe Alcántara dice que es necesario que los líderes vecinales, quienes son los enlaces más cercanos a la ciudadanía, busquen incluir a la mayor parte de los vecinos para que este tipo de apoyos llegue a más personas, especialmente a las que se encuentran en situación de vulnerabilidad.
