Autoría de 1:53 am La Entrevista

Ahí donde una vez tus ojos ahora crecen orquídeas es un poemario para estrujar: Chío Benítez

ENTREVISTA: PATRICIA LÓPEZ NÚÑEZ/LALUPA.MX

FOTOS: CÉSAR GÓMEZ REYNA/LALUPA.MX

Aquí había una mujer,

ayer jugaba a cuidar sus muñecas,

ahora busca su cuerpo

entre vidrios y cenizas

de otras, que igual a ella,

no vieron llegar a Dios a tiempo…

La poesía de Rocío Benítez no concede tregua. Cada palabra, cada frase en su poemario estruja, duele, porque si no hubo consuelo para las víctimas de feminicidio, tampoco debe haberlo para el resto de la sociedad.

“Aquí había una mujer” es sólo una muestra del duelo, el enojo y la denuncia que recoge Ahí donde una vez tus ojos ahora crecen orquídeas, poemario que ganó la primera edición del certamen Iberoamericano “Minerva Margarita Villarreal” de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), al que se inscribieron más de 300 libros de España y Latinoamérica, y que ella ganó por unanimidad.

El jurado señaló, entre otras consideraciones, que «el poemario elegido estremecerá al lector de cualquier latitud. El libro expresa con precisión e intensidad una experiencia vital límite: la pérdida de la hija en circunstancias violentas».

Rocío, quien es poeta, periodista, escritora y, además, colabora en la lupa.mx empezó a trabajar en el poemario en 2018, después de leer un trabajo periodístico de José Antonio Gurrea sobre la denuncia de una madre que perdió a su hija y que tras enfrentarse al proceso burocrático de las investigaciones, recibió sólo dos fragmentos de cráneo.

“Dos fragmentos de cráneo no es un hijo. Empiezo a escribir y a investigar más, fue un trabajo de conocer qué es el feminicidio, porque lo vemos, pero no estamos involucrados y lo hablo desde nosotras las mujeres, porque también lo vemos desde fuera y ha estado históricamente presente en nuestras familias, de manera propia y no lo conocimos”, señala Rocío.

Foto: Guillermo González

Uno de los poemas con el que abre el libro es una historia que su mamá le contaba sobre su abuela: “mi abuelita vivía en una comunidad, un pueblito de El Marqués y no la dejaban ir al final del sembradío, ya pegado a los cerros, porque estaban las estacadas, que eran mujeres que asesinaban, estacaban y ponían en el cerro y las vestían de manera que parecía sentadas en el campo. Muchas veces me contó esta historia pero no la hice consciente lo que era hasta que escribí este libro”, agrega.

Ahí donde una vez tus ojos ahora crecen orquídeas fue un proceso doloroso y de auto reconocimiento, pero también de curación, de crecimiento y de recuperar su voz como poeta, escritora y periodista mujer, porque “también eso es importante”, escribir desde esta voz.

…como tratando de armar un rompecabezas,

busca sus piernas, su sexo,

su lengua, su corazón,

aquí había una mujer,

tenía el pelo largo y negro,

salió vestida como ángel,

era un ángel,

dicen los que la vieron salir

y no regresar sus pasos,

no dijo a dónde ni con quién diablo…

¿CÓMO INICIÓ ESTE PROCESO DE ESCRIBIR EL POEMARIO?

Es un poemario que trabajé a principios de 2018 con un apoyo del Programa de Estímulo a la Creación y Desarrollo Artístico (PECDA) a través de la Secretaría de Cultura del Estado de Querétaro, que se otorga a los beneficiarios por un año para que puedan realizar su proyecto.

«Estuve trabajando con este proyecto todo un año, después de ese lapso seguí trabajando con este mismo poemario porque tiene una temática muy compleja, muy fuerte, que no había tratado en ninguno de mis anteriores libros, habla del feminicidio, para mí era muy importante que pudiera ser un material legible, sensible, que pudiera provocar algo en los lectores, en las personas que lo pudieran escuchar y está pensando para sensibilizar.»

EL FEMINICIDIO ES PROBLEMÁTICA EXTENDIDA Y NOS ALCANZÓ DESDE HACE ALGUNOS AÑOS.

Sí, es evidente, desde hace algunos años y se está sensibilizando más pero históricamente siempre ha existido, solamente que no se daba conocer y fue algo que me fui dando cuenta en el mismo proceso cuando empecé a escribir este libro. El primer destello de que visualicé que tenía que escribir algo fue a través de un reportaje que realizó el periodista José Antonio Gurrea, él entrevista a una señora que narra la desaparición y asesinato de su hija. La historia es muy conmovedora, como todas estas historias del feminicidio, todos somos una historia, nuestras historias hablan de nosotros, de nuestras familias, al hablar de un feminicidio hablamos de una persona que ya no está, que es una víctima y también la familia es víctima de este incidente.

«La historia que cuenta José Antonio es la de una madre que está relatando cómo su hija tenía un sueño, se involucra con unas personas que le prometen cumplir este sueño y ella desaparece, la señora no la vuelve a ver y se dedica a buscarla y en su lucha, en buscarla, se enfrenta a todo el proceso burocrático de las investigaciones, de los clichés, que si de por sí ya es víctima la persona que se enfrenta a todo esto, la re victimizan con todo el proceso burocrático.

«Lo único que le entregan de su hija son unos fragmentos de cráneo. El proyecto empieza de ahí, ¿cómo es posible que a tu hija te la entreguen así? Dos fragmentos de cráneo no es un hijo. Empiezo a escribir y a investigar más, fue un trabajo de conocer qué es el feminicidio, porque lo vemos, pero no estamos involucrados y lo hablo desde nosotras las mujeres, porque también lo vemos desde fuera, este proceso fue conocer todo esto y ha estado históricamente presente en nuestras familias, de manera propia y no lo conocimos.

«Uno de los poemas con el que abre el libro es una historia que a mí me contaba mi mamá sobre mi abuelita, mi abuelita vivía en una comunidad, un pueblito de El Marqués y no la dejaban ir al final del sembradío, pegado a los cerros porque estaban las estacadas, que eran mujeres que asesinaban, estacaban y ponían en el cerro y las ponían de manera que parecía sentadas en el campo. Muchas veces me contó esta historia pero no la hice consciente lo que era hasta que escribí este libro.»

ESCRIBIR DESDE ESTOS PROCESOS INTERNOS Y EXPERIENCIAS PROPIAS, PUEDE VOLVERSE MUY DOLOROSO, ¿VIVISTE ESE PROCESO DE CAMBIO?

Sí fue muy duro, por eso me tardé, porque empecé escribiendo una historia que veía ajena, desde lejos. Al final terminé escribiendo de mí, mis miedos, los miedos de mi familia, lo que habían vivido las mujeres de mi familia y fue un proceso de aprendizaje totalmente. Estuve tomando unos talleres de feminicidio, en uno nos hicieron hacer un mapeo de situaciones de feminicidio de violencia hacia las mujeres aquí en Querétaro. Yo como periodista, que una de mis labores es diario levantarme a echarle una ojeada a todas las portadas de los periódicos cuando empezaron a hacer el mapa no me acordaba de ninguno de los casos, pero las compañeras sí y lo testificaban con nombre, con edad, con la situación, de lo que habían vivido. Empecé a hacer un mapeo de mi historia, de mi infancia, de mi adolescencia, de lo que había vivido y sí es impactante porque fue como ir creciendo con esas historias, pero sin darme cuenta de lo que pasaba, hasta que pasé por este trabajo.

«Sí fue doloroso, chocante y muy triste también ver lo que está pasando, porque se están visibilizando tantos feminicidios y al mismo tiempo nos estamos volviendo más insensibles.  De los últimos meses en esta pandemia contabilizo de 5 a 6 historias diarias de chicas que desaparecen o que las encuentran asesinadas.»

¿CÓMO TE SIENTES TÚ DESPUÉS DE ESTE PROCESO DE INVESTIGACIÓN Y AUTO REFLEXIÓN?

Ya cuando terminé el libro sentía mucha culpa de estar tratando este tema porque es un asunto en el que evidentemente sí hay historias y miedos personales. Esa culpa también la he sentido desde el periodismo, me ha tocado entrevistar, incluso desde el área de cultura, a personas sobre casos que son dolorosos y me cuestiono si tengo el derecho de estarles preguntando esto. En este proyecto me cuestionaba ¿tengo derecho a estar hablando de estas historias, de estas chicas que han fallecido? Ya al final ver que todo esto va en aumento, que no se acaba y ver que hay otros libros con temáticas similares, llegué a la conclusión que no sólo es un derecho que tengo sino una obligación de estar visibilizando estos temas desde la poesía, que te da otra mirada completamente diferente, a lo que diariamente vemos en las noticias, las cifras frías, las estadísticas, los nombres.

¿CÓMO VIVE UNA POETA EL DOLOR PROPIO Y EL AJENO?

Una escribe principalmente para una, para curarse, por eso es que empiezas a escribir, para mí siempre ha sido eso la poesía, es un refugio, lo que no puedo hacer desde el periodismo lo hago desde la poesía, desde la narrativa. Lo que me ha causado mucho asombro en este trabajo, porque al final del proyecto hice algunas lecturas públicas en talleres, es que las personas que acudieron a éstos –la mayoría amigos o gente cercana– estaban muy asombrados, no lo habían visto desde ese punto de vista, no les había llamado tanto la atención, entonces pensé, que esto es importante porque le das otra visión.

«Estuve pensando mucho tiempo en que no saliera a la luz porque sentía mucho decir: ‘oye estoy tratando este tema’. Hay mucho material que trata la violencia, en mis anteriores libros ya había hablado de la violencia de manera general y desde una voz muy masculina, lo estaba viendo desde lejos, con una voz que no era propia, sino del hombre en general, [pero] aquí estoy exponiendo todos mis miedos, terminó siendo eso, muy personal.»

¿ES IMPORTANTE QUE LAS MUJERES RECUPEREMOS NUESTRA VOZ AL ESCRIBIR?

Ahora me estoy reconociendo mi voz femenina y me extraña qué pasó en todo este tiempo, que hasta este momento estoy reconociendo mi voz y las problemáticas de mi sexo, de mi género, no sé en qué momento pasó.

…alguien encontró

en un baldío

la bolsa que se cruzaba por su pecho

y un pedazo de su cabello

hecho ixtle…

¿EN QUÉ MOMENTO ENCONTRASTE EN LA POESÍA LO QUE NO PODRÍAS EXPRESAR DESDE EL PERIODISMO?

Empecé a escribir desde que estaba en la universidad, ya de manera consciente, hace casi 20 años, y empecé a escribir por eso, porque había cosas que en el periodismo sentía que no cabían y me lo llevaba a la poesía y a la narrativa, escribo también cuento, eso que sentía que no cabía en el periodismo, porque empecé escribiendo periodismo político y una de mis fuentes eran las cosas ambientales y yo sentía que no cabía.

«Mi primer poemario habla de eso, tuve un distanciamiento del periodismo y hablaba de eso, que el periodismo no me llenaba y me involucré en la literatura, hace 10 años regresé al periodismo de manera oficial. Regresé por necesidad. Yo me había propuesto, hace 12 años, dedicarme de lleno a la literatura, pero no pude y tuve que regresar al periodismo, éste me ha mantenido en pie, pero lo que me reconforta es la poesía.

«Este premio revalida mi trabajo durante muchos años, he rabiado mucho con el periodismo, los sueldos que tenemos no son para mantenerse, pero en mis peores momentos quien me reconforta es la poesía.»

AMAS LA POESÍA, PERO EN TUS REDES SOCIALES TE RÍES DE LOS POETAS Y COMPARTES MEMES SOBRE ELLOS.

Es que es cierto, son cosas de mucho cliché, no hay dinero en la cultura, no hay dinero para hacer literatura pero seguimos ahí, conozco muchos proyectos de gente que tiene editoriales independientes. Es muy curioso y ahora lo veo así, que la gente tiene necesidad de escribir, la necesidad de decir lo que está viviendo, porque abren talleres de poesía y narrativa y están llenos, aunque la gente no quiera leer poesía quiere escribir poesía, porque tenemos la necesidad de decir algo. Me río porque están llenos de clichés, me hacen reír mucho.

TÚ CONSEGUISTE ESCRIBIR CON EL PECDA, PERO AHORA QUE DESAPARECEN LOS FIDEICOMISOS FEDERALES, ¿CREES QUE HAYA CONSECUENCIAS EN LA PRODUCCIÓN ARTÍSTICA?

Me metí al PECDA desde la inquietud que tenía desde muchísimo tiempo, pero siempre escribí sin apoyo, el PECDA me ayudó muchísimo a los tiempos de entrega, porque nos fijaban un mes o mes y medio para entregar resultados, desde ese punto me sirvió. Nunca había escrito desde un apoyo y llevo años escribiendo y publicando.

«Es evidente que es importante fomentar los apoyos hacia toda la comunidad de creativos, porque es cierto que no hay manera de sustentar el trabajo artístico, eso es evidente, desde la literatura la mayoría se realizan con apoyos gubernamentales, pero también hay proyectos independientes que salen a flote sin apoyo, pero en gran medida los apoyos gubernamentales mantienen la actividad cultural.

«Lo vimos en esta pandemia: hubo muchos premios literarios que decidieron cancelar sus convocatorias, a mí me alentó muchísimo que este premio, en su primera edición, lo mantuvieran, porque es un premio muy considerable. Que una institución siga manteniendo sus proyectos o sus premios, a pesar de la crisis que estamos viviendo, a pesar de la pandemia, es muy satisfactorio y da esperanza a los que nos dedicamos a escribir.»

¿EN ESTE POEMARIO NO HAY CONSUELO?

No, este poemario es para estrujar, para doler, para que duela, para que se cuestionen, lo empecé tratando de buscar respuestas, ¿cómo está pasando esto? Y ahora tengo más dudas que cuando empecé a escribir, pero de manera general no hay como un decir: estoy liberada, al contrario, me siento más comprometida.

«Espero que para febrero o marzo esté listo el libro, es una de las grandes gratificaciones del premio, estar publicando el libro, con un premio que en su primera edición es muy destacado. Minerva Margarita Villarreal es una poeta con una gran trayectoria, una gran historia, llevar un premio con este nombre es muy gratificante, sobre todo que se publique el libro, me gustaría hacer lecturas.»

…uno de sus aretes brillaba

como estrellita en la tierra,

perlita luminosa, pero muda,

no ha dicho nada de su dueña,

aquí había una mujer

ahora sólo quedan

dos fragmentos de su cráneo.

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Last modified: 9 octubre, 2021
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