Autoría de 9:40 pm Víctor Roura - Oficio bonito

Sesenta aforismos (II): “La prensa es una mentira de la literatura” – Víctor Roura

1

Hay periodistas que dicen serlo aunque nunca han pisado una redacción, pero publican con gran despliegue y desparpajo en su diario íntimo.

2

Hay quienes estudian con celo las filosofías y las letras porque desean con ardor ser lectores de noticias por televisión.

3

La prensa no es el cuarto poder. El poder de cuarta, tal vez.

4

En la televisión los periodistas lo son porque, a veces, saben leer correctamente.

5

La prensa es una pequeña nación con fuga de cerebros.

6

Los periodistas hablan por su prensa. La prensa no habla por sus periodistas.

7

Hay periodistas que no saben para quién trabajan. Otros no saben en dónde cobrar.

8

Hay periodistas que no se leen jamás, quizá porque nunca escriben.

9

La prensa es una mentira de la literatura.

10

Hay periodistas que no saben hablar, pero tampoco escribir.

11

Hay periodistas que no saben escribir, pero hablan demasiado.

12

Hay periodistas dictadores: dictan sus textos a secretarias, alumnas, discípulas o auxiliares de redacción. También hay dictadoras, por supuesto.

13

Ningún periodista está contento con lo que gana. Ni sus editores con lo que escriben.

14

Hay periodistas que suponen que los periódicos son como sus hogares. Por eso nunca escriben.

15

Hay periodistas que se niegan a firmar las notas con su nombre real porque donde cobran lo hacen bajo un seudónimo.

16

Hay innumerables fotógrafos de prensa que no tienen idea de lo que es la fotografía, pero cómo corren.

17

Los periodistas no conocen el cuarto poder, sino el poder de cuatro que son, por lo general, los directivos y administrativos del medio.

18

Hay periodistas que no lo son, a pesar de la opinión contraria de sus editores. Y al revés.

19

Hay periodistas que sólo piensan en función de su director. Son los que ascienden con prontitud.

20

Hay periodistas que piensan por sí mismos. Son los menos.

21

Hay periodistas premiados que se creen en verdad merecedores del premio.

22

En la prensa es común escuchar a los periodistas tirar línea. El que no lo hace es que todavía no alcanza su madurez periodística.

23

¿Una nota “exclusiva” sigue siéndolo luego de ser editada y publicada?

24

Hay periodistas que escriben con los dedos y otros que lo hacen con la cabeza.

25

Todos son capaces de coordinar las páginas que no son las suyas, de mejorar el diseño, de dar órdenes de información precisas; de corregir textos ya editados, de disciplinar a los reporteros de otras áreas, de dirigir incluso el medio mejor que el propio director: no hay mejor director, pues, que el que aún no lo es.

26

Un medio informativo es un muestrario de publicidad.

27

El reportero cocina a veces un boletín con mejor sazón que el propio cocinero que ha preparado con modestia la receta del boletín.

28

La mejor nota es la que estuvo a punto de conseguirse.

29

No hay mejor entrevista que la que uno pudo haber realizado.

30

Hay periodistas que piensan demasiado sus textos. Algunos siguen pensándolos incluso después de escribirlos.

31

El periodismo es literatura, pese a algunos periodistas. (Y pese a algunos literatos.)

32

Hay periodistas sin corromper, después de todo. (Porque nadie puede llegarles al precio.)

33

La escritura periodística es una y sus hacedores muchas veces no tienen nada que ver con ella.

34

No hay mayor gozo para el reportero de política que meter el micrófono de sus grabadoras a cuanta boca de políticos halle a su paso. Después, transcribe.

35

Hay periodistas que en su vida han publicado una sola nota. Y están los que han redactado miles de notas sin ser, nunca, periodistas.

36

El periodista es una cosa y su escritura otra. Existen casos de absoluta autonomía entre uno y otra. A veces no se reconoce el uno en la otra.

37

Dime qué línea tiras y te diré en qué medio trabajas.

38

En la prensa, uniformar es sinónimo de informar.

39

Mientras más se conoce a los periodistas, menos se sabe de la prensa.

40

Yo escribo, tú escribes, él escribe, nosotros escribimos, ustedes escriben y ellos, los jefes de la información, corrigen, tachan, facturan y vuelven a reescribirlo todo.

41

Hay periodistas que no informan, sino se informan.

42

Un medio puede sobrevivir sin periodistas; un periodista no lo es si no sobrevive en un medio.

43

Hay periodistas que no leen ni escriben, sólo publican.

44

Hay textos periodísticos huérfanos, sin firma, sin autor, sin madre.

45

Hay periodistas que hablan de la libertad de expresión únicamente el Día de la Libertad de Expresión.

46

Hay periodistas que usan su libertad de expresión esclavizando a otros periodistas.

47

Hay periodistas que, con permiso oficial, se premian a sí mismos.

48

Anuncio en un periódico: “Alquilo mi libertad de expresión. Precio moderado”.

49

Hay periodistas que guardan en la cartera su libertad de expresión.

50

Cuando por fin obtuvo su libertad de expresión no supo qué hacer con ella.

51

Irritado, vociferó ruidosamente acerca de, según aseveró repetidas veces, su recién oprimida libertad de expresión en todos los medios electrónicos que lo atendieron con prontitud y presteza.

52

Ahora hay miles de canales privados de televisión en la red digital. ¡Y pensar que antes nos era insostenible tener que soportar sólo a dos estaciones!

53

¿Quién aseguraba, en teorías académicamente novedosas, que la información se transparentaría con la irrupción de la Internet?

54

A pesar del progresivo feminismo, las mujeres bonitas continúan conduciendo los noticiarios.

55

¿A algún periodista adinerado le importa su credibilidad?

56

Hay periodistas que no tienen palabra, pero la saben administrar con oportunos y peculiares (¿pecuniarios?) intereses.

57

Si los medios siempre han dependido del Estado, ¿dónde radicaba entonces su libertad expresiva?

58

Contemporánea metamorfosis: cuando el periodista de la televisión se despertó una noche de un sueño intranquilo, se encontró en su cama convertido en un monstruoso enjuiciador…

59

Después de numerosos años de no contar con los generosos privilegios económicos, el periodista por fin se convirtió en sindicalista privilegiando la actividad sindical por encima de la periodística corroborando, con ello, la generosidad sindical y la depauperación humana periodística no sin antes ser aleccionado sobre el raro término “depauperación” que tiene que ver con empobrecimiento o algo así sobre los calcinantes derechos humanos.

60

El periodista cree que todos los periodistas son, o debieran ser, como él.

VÍCTOR ROURA

(Visited 5 times, 1 visits today)
Last modified: 18 octubre, 2021
Cerrar