Nada más superficial que catalogar de superflua a la agenda ambiental.
Si tuviera que definir la relación del ser humano con su única casa habitable hasta el momento, el planeta Tierra, sería: “egoísmo suicida”.
La era del consumismo nos ha hecho pensar que en la misma forma en la que se manipula a las masas se puede mentir a la naturaleza. Hay una frase que dice:
“Puede que seas capaz de engañar a los votantes, pero no a la atmósfera”.
Muchos calificarán erróneamente a la agenda ambiental como “no prioritaria” o no de “necesidad inmediata” por el afán de liberarnos de nuestras responsabilidades a corto plazo, justificando que los efectos de su incumplimiento sólo tendrán efectos a largo plazo y probablemente no estaremos para atestiguar sus estragos.
Nada más lejano de la realidad y lastimosamente regresivo.
Algo tengo claro, el mundo post Covid-19 no puede regresar a las viejas “normalidades” destructoras silenciosas de realidades. Si tenemos la oportunidad de reactivar la economía, pintemos la hoja en blanco de sostenibilidad.
A México le está pasando con la pandemia actual lo que a uno de los protagonistas de la historia de “Los tres cochinitos”, al tener la estructura de nuestra casa hecha de paja, al primer viento se voló. Se volaron más de 12 millones de empleos, más de 60 mil vidas y algunos pronostican que esta crisis pueda generar 10 millones de mexicanos más en pobreza extrema.
Esto nos da una lección de vida, no atender lo prioritario se convierte en una amenaza de cara a cualquier crisis. No ver por lo relevante a tiempo nos dejará un país de segunda y con pulmonía al primer resfriado que se nos presente.
Lo mismo aplica cuando hablamos de las medidas urgentes que ruega la Tierra, como es arriba es abajo, como es abajo es arriba, dice el principio de correspondencia de El Kybalion.
La conciencia medioambiental y la protección de los espacios naturales forman parte de los denominados derechos humanos de nueva generación. Si hubieran sido defendidos como derechos humanos para todas las generaciones, hoy no estaríamos deteniendo la conversación para hablar de islas de plástico, cambio climático, extinción de especies, calentamiento global, incendios incontrolables, etc.
Estoy segura de que muchos lamentan los comentarios triviales y banales que catalogan a las iniciativas a favor del medio ambiente como de superficiales. Un “locutor” osó hacerlo casi afirmando que estar a favor del planeta es estar en contra de la gente, nada más superficial que eso.
Hoy los llantos de la Tierra no se mofan de politiquerías de cuarta. Les comparto algunos datos:
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ha alarmado con proyecciones para el 2050: las emisiones de gases a la atmósfera se incrementarán en un 50%, si no cambiamos la gestión económica y política aumentará la temperatura hasta 6 grados, tendremos un menos 10% de biodiversidad terrestre, aunado a lo anterior, 1.400 millones de personas seguirán sin acceso al agua y a la sanidad básica dentro de 40 años.
También se advierte que la contaminación del aire se convertirá en la primera causa de mortalidad prematura.
Si no fuera suficiente, Naciones Unidas hizo un estudio sobre la Economía y los Ecosistemas y Biodiversidad que estima que la reducción de los bosques generará una pérdida económica de hasta 5 trillones de dólares anuales.
La pobreza y la desigualdad son dos efectos de una misma enfermedad: el egoísmo suicida que ha pasado administraciones públicas y generaciones ciudadanas. Nos hemos fallado por no pensar en México como un proyecto a largo plazo. No hagamos lo mismo con la Tierra.
Está comprobado que ser tacaños con las medidas ambientales afectan por de más a las personas en situación de vulnerabilidad, las re victimiza.
“La tierra provee lo suficiente para satisfacer las necesidades de cada hombre, pero no la avaricia de cada hombre.” M. Gandhi
A pesar de esto, la problemática ambiental en nuestro país ha sido considerada para algunos como de importancia secundaria. Los recortes presupuestales y funcionales a Semarnat son un ejemplo.
A mi me da gusto ver historias de éxito que nacen en mi Querétaro y contrastan las realidades negativas expuestas con anterioridad. Te comparto la historia de Miguel León Silva que junto con su hermana María José recibieron el Premio Estatal de la Juventud 2018 por su proyecto “BiodiQro” convirtiéndose en la primera empresa queretana en transformar el aceite vegetal quemado en biodiésel.
El aceite vegetal, ese que se queda como restos después de cocinar algo, puede ser reutilizable y que con sólo almacenarlo en un recipiente ya estás poniendo tu granito de arena, como lo hacen ya más de 300 hoteleros y restauranteros en la entidad.
Lo que le estamos haciendo a la naturaleza es un espejo de lo que nos estamos haciendo a nosotros mismos.
¿Te has detenido a pensar cuánto daño hace 1 litro de aceite tirado en las coladeras? Tan sólo un litro puede llegar a contaminar hasta mil litros de agua.
Los beneficios del biodiesel son muchos, por ejemplo, es biodegradable; reduce emisiones de CO2; disminuye las emisiones de los vehículos (monóxido de carbono, hidrocarburos volátiles, partículas); representa un ahorro de hasta 80 por ciento de emisiones de dióxido de carbono de los combustibles derivados del petróleo, así como también un litro de aceite vegetal puede convertirse en un litro de biodiésel que a su vez puede integrarse con diésel de petróleo para alimentar los motores de distintas maquinarias y transportes.Tiene un precio más bajo que el diésel. El biodiesel ayuda a la sostenibilidad del medio ambiente.
El biodiesel producido en BiodiQro ha sido utilizado en pruebas con turbinas de avión Rhino.
Actualmente la norma federal NOM161 obliga a los restaurantes o establecimientos productores de aceite vegetal quemado a disponer de manera responsable el residuo.
BiodiQro nace en el 2015 y además de haber obtenido el reconocimiento de la juventud estatal ha logrado a través de diferentes alianzas empresariales conseguir la primera normativa a nivel municipal para lograr que el 100% del aceite vegetal se convierta en biocombustible.
Aunado a eso colaboré con el proyecto para presentar ante el Congreso del Estado de Querétaro una iniciativa para declarar el 10 de agosto como el “Día Estatal del Biodiésel” con el fin de generar conciencia en la protección del medio ambiente y el uso de energías renovables.
“El uso de los aceites vegetales como combustible y fuente energética podría parecer insignificante hoy, pero con el curso del tiempo será tan importante como el petróleo y el carbón”. Rudolf Diesel.
