En la actualidad, el papel de un líder se ha modificado de manera exponencial, ha tenido que aprender nuevas técnicas para organizar las actividades y para llevar a su equipo de trabajo a un éxito continuo, trabajando desde casa, siendo flexibles en los horarios. La inteligencia emocional en esta etapa de cambio muy importante, algunas características atribuidas a los líderes son: responsabilidad, innovación, inspiración y visión. En esta etapa que se vive de pandemia se puede decir que cada una de estas características deben ser incrementadas con la finalidad de alcanzar el mayor de los éxitos.
Hoy en día un excelente líder empieza gestionando sus emociones y las emociones de sus colaboradores, es decir, tiene que desarrollar un estilo o un modo de proceder que facilite la integración y la colaboración con la distancia de por medio.
Durante años hemos identificado como líder a todas aquellas personas que se encuentran al frente de una empresa, organización, familia u organismo social. Son quienes marcan la pauta o la guía a seguir sobre un objetivo en común, este puede ser el destino de un país o de una organización. Personajes tales como Washington, Lenin, Mandela, Gandhi han sido trascendentales en la historia, pero, hoy en día nos preguntamos ¿hasta dónde llegará el liderazgo en este siglo? y ¿hasta dónde llegará el liderazgo con la Covid-19?
En estos momentos, el líder debe entrar en una nueva cultura y una nueva ideología para integrar a sus colaboradores a esta nueva normalidad, considerando que liderazgo -de acuerdo a Harry Truman- es, hacer que hombres y mujeres hagan con gusto lo que no les gusta. De manera específica, no podemos hablar de un líder si no hablamos de un equipo porque… ¿qué sería de un líder sin un equipo al cual dirigir? Por lo que, de acuerdo con Katzenbach y Douglas, equipo se define como “… una pequeña cantidad de personas con habilidades complementarias que están comprometidas con un propósito común, una serie de metas de desempeño y un enfoque de los que son mutuamente responsables”.
Es por ello que se puede entender como liderazgo al proceso de dirigir, inspirar, guiar e influir en las actividades y acciones de los miembros de un grupo de personas o un equipo de trabajo. El verdadero liderazgo consiste en ser la persona a quién otros seguirán gustosa y confiadamente. Tiene que ver con la intencionalidad que se tienes sobre el impacto, con la forma en que se considera o se toma en cuenta a las personas que se liderea y qué tan claro se está sobre lo que se quiere crear o lograr.
Gracias al SARS-COV-2 los líderes de hoy han desarrollado nuevas capacidades y habilidades para hacer que su equipo en la distancia se encuentre fortalecido y empoderado, con ganas de seguir adelante.
¿Cuáles son las intenciones detrás de lo que esperas y quieres alcanzar en esta nueva normalidad del SARS-COV-2 Covid 19? El Líder comprometido nunca deja que sus responsabilidades le sean impuestas por otras personas, siempre se hace cargo de lo que le corresponde y de lo que no le corresponde pero que sabe que debe hacerse.
El cambio dentro de las organizaciones se encuentra íntimamente relacionado con la capacidad de adaptación en el progreso de ellas y es identificado como el mayor indicador de liderazgo personal y profesional. Para poder ser alcanzado, el líder debe ser capaz de transmitir los propósitos y metas a las cuales se quiere llegar, lo que propiciará que sus colaboradores las adopten y trabajen en conjunto para lograrlas y en tiempos de la Covid-19, adaptar y adoptar a esta nueva normalidad todas y cada una de las actividades que se realizan en conjunto para conseguir lo que dicta la administración “un fin común”.