Ahora las universidades y la comunidad científica se han convertido en los nuevos enemigos del presidente López Obrador. Para un populista es muy importante mantener a la población desunida y polarizada, y para ello una de las estrategias fundamentales es crear enemigos, sectores de la población a los cuales ataca, confronta, los sube al ring y los hace sus adversarios; en automático se convierten en esos “enemigos del pueblo”, y él, en su papel de líder y caudillo, defenderá y luchará por su causa.
Para el presidente, los neoliberales son el enemigo número uno, le siguen los empresarios, las clases medias, partidos políticos de oposición, intelectuales, periodistas y uno que otro país; por el momento, ha elegido a España con temas ociosos como la Conquista de México y el Descubrimiento de América, pero el más apetitoso es Estados Unidos, con el que ha tenido algunos escarceos con resultados negativos para el país.
Se ha manifestado en contra de la clase media, a la cual ha llamado “aspiracionista”, en contra de los científicos, del CIDE, del ITAM, de las universidades públicas, recientemente de la UNAM, tachándolos de corruptos, caciques, neoliberales, derechistas, líderes charros, que sólo obedecen a grupos de poder y, por ende, también son “enemigos del pueblo”.
Tener estudios de nivel superior es una aspiración de la gran mayoría de jóvenes y de muchas familias que desean un mejor porvenir para sus hijos. Y me pregunto, ¿qué pretende el presidente al denostar a las personas que tienen aspiraciones en la vida y golpear al sistema universitario y científico de nuestro país?
El mensaje pudiera entenderse como: –No aspires a tener estudios universitarios, y menos en las universidades de nuestro país que ahora son mis “nuevos enemigos”–.
¿Entonces, la propuesta es que seamos un país sin profesionistas o sin emprendedores? Creo que no, más bien vislumbro que el objetivo es que estudiemos en las universidades alineadas con la ideología del presidente, como son las Universidades para el Bienestar Benito Juárez.
En los estatutos académicos de estas universidades encontramos el tipo de estudiante y mexicano que pretenden formar, y copio textualmente uno de sus párrafos mas ilustrativos:
Nuestra propuesta se fundamenta en la necesidad de formar profesionales con capacidad crítica y analítica, comprometidos con su sociedad y con altos estándares éticos y de responsabilidad profesional, conforme a los valores de la humildad, austeridad, honestidad, solidaridad, atención y entrega a los más necesitados, guiados por una vocación de servicio, ideales de justicia, dignidad y equidad, y comprometidos con la causa de la democracia y la soberanía de nuestro país.
Me llaman la atención los valores que quieren ser inculcados a los alumnos. Veo muy positivos los de honestidad, solidaridad y vocación de servicio. Sin embargo, me invitan a la reflexión profunda el resto de los valores que están orientados a formar mexicanos humildes, austeros, entregados a los más necesitados, con ideales de justicia, con dignidad y equidad, comprometidos con la causa de la democracia y la soberanía de nuestro país. Y subrayo la palabra causa, que en el sentido que se usa se puede entender como lucha o doctrina.
Estimado lector, termino abruptamente mi columna porque quiero dejarte a ti el análisis y conclusiones sobre lo que hoy está sucediendo con nuestro sistema educativo, y te pregunto con base en tus conclusiones, ¿qué piensas hacer?
Jorge Camacho, tu comentario es muy atinado, basado en tu interesante analisis situacional que presentas.
Sin embargo, considero que ‘estamos cayendo en la trampa’ que nos está tendiendo, usando el tema como un distractor temporal, para lograr otros objetivos personales, como temas por imponer en el Congreso, iniciar el proceso para imponer un rector a modo en la UNAM, evitar la focalizacion a los multiples fracasos de la Tde4, evitar la atención de otros actores políticos nacionales, u otros que trae en la mente.
Es muy astuto, que no necesariamente es inteligente, está llevando la agenda pública dentro del marco de referencia que AMLO domina y está logrando arrastrarnos en su temática, en lugar de que se desarrolle una agenda política, social y económica, para que empecemos a edificar sobre las ruinas que van a quedar al termino de la administración!
Estimado Carlos, gracias por tu comentario.
Coincido contigo en que muchos de los temas de la agenda del Presidente son distractores para evitar hablar de lo que realmente importa y afecta a muchos mexicanos como es la Seguridad Nacional, Salud, Educación, Agricultura y ganadería, entre otros.
Sin embargo, yo creo que mas allá de querer poner en la UNAM un rector a modo, que no soslayo esa posibilidad, si creo que el alcance de sus intenciones están en que el sistema educativo se convierta en un mecanismo de adoctrinamiento. Y en donde hay mas libertad y apertura de pensamiento es en las universidades públicas y privadas, y de ahí sus ataques constantes a este sector educativo.
Te saludo con afecto y te mando un abrazo.