Autoría de 10:55 am #Opinión, Niels Rosas Valdez - Procesos del Poder

Norteamérica vs. Asia – Niels Rosas Valdez

El jueves pasado se celebró en Washington una reunión entre los líderes de México, Estados Unidos (EUA) y Canadá. Fue la primera vez, después de cinco años, que los mandatarios de estos tres países se reunieron. ¿Qué tan significativa fue esta reunión trilateral y con qué miras se efectuó?

La última reunión antes de la celebrada el jueves entre los líderes de México, EUA y Canadá tuvo lugar en 2016. En ese entonces, los mandatarios que se reunieron fueron Enrique Peña Nieto, por el país tricolor, Barack Obama, por el de las barras y las estrellas, y Justin Trudeau, por el de la hoja de maple. Eran tiempos diferentes, sin tener la experiencia de dialogar e interactuar con un presidente intransigente y no institucional, por parte de la CDMX y Ottawa, y sin tener que cargar la responsabilidad de atender una pandemia.

Cinco años no es normalmente un lapso mayúsculo de tiempo entre una reunión de Estado y alguna próxima, pero lo es cuando se trata de países con metas comunes y que continúan fortaleciendo su proceso sofisticado de integración, como es el caso de las tres naciones de Norteamérica. No obstante, la serie de obstáculos que presentó la administración de Donald Trump para la relación trilateral mermó la posibilidad de gestionar una subsecuente reunión tras la de 2016.

Cuando se habla de la relación bilateral, por ejemplo, entre Canadá y EUA, los temas que surgen usualmente están relacionados con el comercio, la seguridad fronteriza, el turismo y la cooperación internacional, entre otros. En el caso de México y EUA, las conversaciones en las que se centran, además de las primeras dos del caso anterior, son la inversión extranjera y la migración. Y finalmente, cuando se trata de la relación bilateral entre México y Canadá, los dos temas principales son el comercio y las visas de trabajo que se otorgan por temporadas, especialmente para trabajadores agrícolas mexicanos.

No obstante, al hablar de la relación trilateral, la agenda cambia y se enfoca en los intereses y objetivos comunes de América del Norte, destacando la integración económica para fortalecer el mercado de los tres países de la región. Parece un interés simple y viejo que se mantiene al paso de los años como meta primaria de la relación tripartita, pero no es ni uno ni otro. En cambio, se trata de un interés reciente en su aplicación y que requiere de esfuerzos titánicos para que se desarrolle apropiadamente, es decir, sólo para tener una referencia, a lo que hoy conocemos como la Unión Europea (UE) le ha llevado más de seis décadas consolidar su mercado común.

No sólo es esencial fortalecer su comercio entre sí; para México, EUA y Canadá resulta trascendental e impostergable continuar con su proceso de integración, la razón de ello es simple. Es la misma razón central por la que la UE se mantiene, es decir, para seguir compitiendo con países con una capacidad masiva de mano de obra y comercio, como lo es hoy en día China y como lo será India en los años venideros.

Ese es el punto medular que ha adoptado desde hace unos años la alianza tripartita de la CDMX, Washington y Ottawa. Sin embargo, resulta de la más alta prioridad acrecentar y diversificar este proceso de integración para que el bloque económico de Norteamérica se vuelva más eficiente y pueda competir con los “monstruos” económicos y laborales asiáticos. Hoy más que nunca, la relación trilateral enfrenta un reto enorme para los siguientes años.

Niels Rosas Valdez
Escritor, historiador e internacionalista
@NielsRosasV (Twitter)
niels.rosas@gmail.com
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Last modified: 24 noviembre, 2021
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