HISTORIA: PATRICIA LÓPEZ NÚÑEZ/LALUPA.MX
FOTOS: RICARDO ARELLANO/LALUPA.MX
El deseo de servir y convertir a la Secretaría de Seguridad Pública Municipal de San Juan del Río en la mejor de Querétaro son las principales motivaciones de Laura Yadira y Alondra, jóvenes policías de esta institución.
A Laura, le nació el deseo de servir desde que vio a su padre y a su hermana defender a otros desde la corporación. A Alondra la mueven las ganas de ayudar a las personas y hacerlas sentir seguras.
Ambas consideran que la seguridad dejó de ser un asunto exclusivo de hombres y que las corporaciones necesitan la visión de las mujeres para llegar a más personas y hacer que se cumpla la ley.
Quiere que la corporación de SJR sea la mejor del estado
Laura Yadira Mejía Herrera es policía desde hace 5 años. Su hermana es policía municipal y su padre también formó parte de la corporación durante 25 años. Dice que lleva el deseo de servir en la sangre.
Hoy se desempeña en el área particular de la secretaría de Seguridad Pública Municipal y se encarga de dar respuesta a las solicitudes de los ciudadanos. Hasta hace muy poco, formaba parte de la unidad de tránsito municipal donde calificaba las infracciones y liberaba los vehículos que se remitían al corralón por faltas administrativas o por la comisión de un delito.
Ahí le tocó atender a los ciudadanos que muchas veces llegaban molestos por alguna infracción y debía explicarles los daños que podrían ocasionar por conducir de manera imprudente, en estado de ebriedad o por estacionarse en los lugares que no deben.
“Para exigir una ciudad de ley debemos empezar por nosotros, respetar los señalamientos de tránsito, tener educación vial, nosotros les podemos brindar todo tipo de ayuda para que conozcan las leyes para que así eviten incurrir en alguna falta administrativa”, señala.
Sabe por experiencia cuáles son las consecuencias de brincarse la ley. “Por ejemplo, en los hechos de tránsito es muy duro ver la muerte trágica de alguna persona, cuando llegan los familiares y como primer respondiente ya no puedes permitir el acceso al familiar y sabes que se pudo evitar”.
Por eso, Laura Yadira promueve el acercamiento con la sociedad, explicarles los riesgos para que eviten cometer excesos o errores. También le gusta mostrar todo lo que puede hacer una mujer policía. Es licenciada en derecho y su esfuerzo genera orgullo en su familia.
“Siempre me llamó la atención ser policía, tuve un papá con 25 años de servicio que falleció el año pasado y siempre quise ser partícipe de la seguridad pública. Tengo una hermana que también es policía, ella está en el área de atención a víctimas. Mi mamá se siente muy orgullosa, le gusta vernos con el uniforme, porque este uniforme te enseña disciplina y valores como la lealtad, la responsabilidad, ser profesional en tu trabajo, la solidaridad con los ciudadanos y compañeros y el respeto”.
Añade que lo importante ahora es mantener el trabajo conjunto para que la Secretaría de Seguridad Pública Municipal de San Juan del Río sea la mejor de todo el estado y para lograrlo, también es necesario que la gente confíe en la corporación, “que no se dejen guiar por rumores, que nos den la oportunidad de ayudarlos, porque para eso estamos, para servir”.
Desde su cuatrimoto, sueña con ser psicóloga y seguir en la policía
Alondra Pérez Paulín, oficial desde hace dos años tres meses en la corporación, se encarga del sector segundo de la zona Oriente, en el área de cuatrimotos, donde hace recorridos de inspección y vigilancia en las colonias, para atender los reportes de la población de esa parte de la ciudad.
Las cuatrimotos facilitan el recorrido en terrenos baldíos y calles donde no se puede mover una patrulla tan fácilmente. En un reporte de emergencia, se mueve a toda velocidad para la atención de la gente y andar en cuatrimoto “es más libre que en una unidad, lo único difícil es el sol, que quema mucho”.
La incomodidad se compensa con la ayuda que puede brindar en situaciones delicadas. “Me gusta la rapidez para atender y la proximidad social con la gente. Las situaciones más difíciles que se presentan en el trabajo es cuando algún compañero pide apoyo, porque no sabes en qué situación está y si se encuentra bien. En cada reporte, puedes sentir la adrenalina al cien”.
A veces la gente le pregunta si le gusta su trabajo “y por supuesto que me gusta, no me arrepiento, aunque mi familia al principio estaba en contra de que me dedicara a esto, pero me dejé guiar por lo que a mí me gustaba, soy la única policía en la familia y estoy muy feliz. Mi familia se preocupa mucho por mí, ya sea que esté trabajando o de descanso, pero esto es lo que me gusta hacer”.
La zona de San Juan del Río que Alondra cubre con sus recorridos tiene el reto de atender los robos a casa habitación por la gran cantidad de fraccionamientos que se construyeron. A sus 21 años de edad, siente que tiene un gran futuro en la corporación.
“Este trabajo es para hombres y mujeres, yo estudié hasta la preparatoria pero quiero seguir aprendiendo y seguir creciendo aquí. La corporación nos apoya mucho para prepararnos, para acudir a la escuela, me gustaría estudiar Psicología, porque me llama la atención desde la preparatoria y porque me gusta enfocarme en ayudar a la gente, en si es posible que yo tenga la oportunidad de escucharlos y orientarlos, algo que pueda realizar frente a sus problemas, quiero ayudarlos, es vocación de servicio”, señala la oficial.
Por ahora, se siente agradecida por la oportunidad de integrarse a la Secretaría de Seguridad, sobre todo por las experiencias y por el respaldo del personal policiaco que tiene más años de servicio y que le ayudan a servir mejor.
Sobre todo, quiere cambiar la actitud de las personas frente a la imagen de la policía, porque “muchas veces creen que la policía no trabaja, no hace nada, pero es difícil y se necesita vocación porque pasas hambre, frío, estás en el sol, pasas muchas situaciones difíciles y para seguir aquí necesitas mucha voluntad y no todos somos iguales, aquí hay muchos buenos policías y estamos aquí porque nos gusta ayudar a la gente”
