HISTORIA: PATRICIA LÓPEZ NÚÑEZ/LALUPA.MX
Querétaro, Qro., 10 de febrero de 2022.- Es importante que las niñas reciban roles positivos de mujeres destacadas para verse reflejadas en ellas y descubrir su potencial hacia la ciencia, sin dudar de sus capacidades, señala a lalupa.mx Valeria Vázquez Zafra, ingeniera en aeronáutica recientemente incorporada a Tesla, donde se encarga del diseño mecánico de los automóviles.
Para la queretana, las niñas tienen que empezar a confiar en sus capacidades por encima de los fracasos, porque si superan sus miedos e inseguridades y se reúnen de otras mujeres científicas, si conocen sus historias, será posible que más de ellas se incorporen a las ciencias duras.
“Hemos dudado mucho de nuestra capacidad, hemos sido limitadas por la sociedad para mantenernos chiquitas. Es un buen momento para decidir lo que queremos hacer sin importar lo que la sociedad nos limite o la historia o la cultura de nuestro país, hay muchísimo potencial, tenemos todas las herramientas y la capacidad para salir en cualquier empresa y en cualquier campo, especialmente en la ciencia y la ingeniería”, asegura.
Enfrentar los miedos para confiar en las capacidades
Hija de ingenieros, pasó por grandes empresas locales, presentó proyectos en la NASA y fue practicante del Instituto de Educación Especial Internacional en Alemania, pero considera que su mayor logro hasta ahora es basar su confianza en la superación de los obstáculos que enfrenta.
“He hablado mucho de mis éxitos, por ejemplo, de la entrevista de Tesla, me fue muy bien y sabía que iba a entrar antes de saber el resultado, pero he pasado por fracasos y eso tiene más valor, es más significativo, porque me ha pasado como a todos: he enviado currículums y no me han contestado, me ha ido mal en una entrevista o no he sabido qué rumbo tomar”.
Esas etapas de indecisión la ayudaron siempre. “Hubo una parte muy importante de trabajar en mis miedos y mis inseguridades, hablo de dudar sobre mis capacidades y las cosas que puedo alcanzar, es muy diferente llegar y decir: soy Valeria, merezco este puesto y tengo todas estas capacidades, estar convencida de que tengo todo para entrar, a llegar a una entrevista dudando de mí misma sin creerme que voy a ser aceptada”.
Valeria aclara que esta idea va más allá del discurso de tener una “mentalidad ganadora”, porque requiere del apoyo de todos los demás, de la familia, de las escuelas, de las profesoras y de tener la presencia de mujeres que ya alcanzaron sus metas.
En su caso, contó con ese apoyo desde niña, así se le hizo más fácil descubrir su gusto por las ingenierías, las ciencias naturales, la física, las matemáticas, porque su mundo se basaba en entender cómo funcionaban los coches, los refrigeradores o las diferentes maquinarias.
“Mis papás siempre alimentaron mi curiosidad, ambos son ingenieros y estuve expuesta a su trabajo, a escuchar sus conferencias. Eso me inspiró desde chiquita, supe que quería ser ingeniera casi en la preparatoria y me gustaban todas las ingenierías, la mecatrónica, la nanotecnología, la metalurgia, al final me decidí por ingeniería aeronáutica que es una combinación de todas para producir un avión”.
La llegada a Tesla y el impulso a otras niñas
En algún momento Valeria quiso estudiar Ingeniería ambiental, para “hacer algo por un mundo mejor, por este país. Todavía hay mucho potencial en nuestro país para desarrollarse en campos ambientales”, aunque la combinación de las diferentes áreas confirmó su decisión por ingeniería aeronáutica en la Universidad Nacional Aeronáutica de Querétaro (UNAQ).
En Tesla se dedica al diseño mecánico en la parte de interiores, lo que la lleva a involucrarse en el proceso de concepción del interior del coche, “las partes que vemos y tocamos cuando estamos sentados como conductores o pasajeros, lo que va en el techo, la consola de enfrente, la consola de en medio, en las puertas”.
El diseño del habitáculo que le corresponde a Valeria se hace desde el dibujo en el papel “cómo quieres que se vea”, hasta tener los prototipos de cada pieza que se colocarán con la validación debida dentro del automóvil, con el fin de que la cabina se vea bien y cumpla con todos los principios adecuados de seguridad.
Ahora que ve el camino recorrido, Valeria considera que hay muchísimas oportunidades para las niñas y jóvenes queretanas que decidan dedicarse a la ciencia, porque tenemos “muchísimo potencial, las mujeres tenemos mucho qué aportar en todos los campos”.
Este es el momento, agrega, de darse cuenta de ese potencial porque las mujeres tienen una subrepresentación en las ciencias: “solamente en las ingenierías somos alrededor del 20 por ciento de mujeres, desde la universidad hasta los medios laborales, incluso si vas subiendo en la cadena de liderazgo hay muy pocas mujeres que llegan a ser directoras de empresas o tener puestos directivos”.
“Esto no es una carencia del potencial de las mujeres o de la capacidad, es más bien una cuestión histórica y cultural que hace que muchas niñas no se decidan por las ingenierías y por estudiar en la ciencia. Quizás porque hemos dudado mucho de nuestra capacidad y hemos sido limitadas por la sociedad y todo el patriarcado para mantenernos chiquitas, pero estamos en 2022, ya es un buen momento para decidir lo que queremos hacer sin importar que la sociedad nos limite. Hay muchísimo potencial, tenemos todas las herramientas y la capacidad para salir en cualquier empresa y en cualquier campo, especialmente en la ciencia y la ingeniería”, subraya.
El impulso a las niñas es responsabilidad de todos
Frente al reto de atraer a más mujeres a las ciencias, Valeria le pide a toda la sociedad asumir su propia responsabilidad para ayudar a las niñas a atreverse a estudiar en áreas que culturalmente se considera que no son para ellas, porque “una niña desde chiquita muestra diferentes intereses, mis papás me compraban legos para construir, pero también muñecas y peluches y el que me dieran la oportunidad de probar ambas opciones me abrió las puertas”.
Por eso, considera urgente que las niñas y las mujeres estén conscientes de que no están limitadas a un solo tipo de actividades y eso lo pueden evitar las familias desde los primeros años de vida.
A esto se tiene que sumar la responsabilidad de otros actores. “Las niñas pasan mucho tiempo en la escuela y si una niña en la escuela recibe roles positivos de mujeres destacadas, se va a ver reflejada y representada en esas mujeres, va a saber que puede hacerlo, que tiene la oportunidad y el potencial, pero si recibe únicamente roles positivos de hombres y hasta comentarios negativos, va a tener un efecto negativo en su futuro porque podría empezar a dudar de sus capacidades”.
También reitera la responsabilidad de las mujeres en la ciencia como “dar a conocer más sobre nosotras, que existimos, que nos interesa que más mujeres entren a estos ámbitos, que hacemos cosas buenas y grandes, igual que cualquier hombre”.
“Las niñas son libres, son capaces de hacer lo que quieran, de ingresar a cualquier campo laboral: ciencias. ingenierías, medicina, arte, periodismo, todo podemos hacerlo y hay que consumir muchísimo contenido de empoderamiento femenino, de liderazgo, de compartir las historias exitosas de las mujeres a nuestro alrededor. Tenemos una gran labor para cambiar el pensamiento en general y eso empieza con nuestro círculo cercano y compartir esto siempre va a tener un efecto positivo en la sociedad y el día de mañana, tal vez, una niña decida estudiar una carrera científica y con eso habrá valido la pena todo.”