REDACCIÓN/LALUPA.MX
París, Francia, 11 de febrero de 2022.- El martes pasado, el virólogo francés Luc Montagnier, ganador del Nobel de Medicina en 2008, murió en un hospital de París. En 1983 participó en el descubrimiento del virus de inmunodeficiencia humana (VIH); sin embargo, en tiempos recientes Montagnier, de 89 años, había socavado su prestigio al validar teorías pseudocientíficas.
Un año después de ganar el Nobel, el investigador sostuvo, sin pruebas, que el agua puede recordar unas supuestas ondas electromagnéticas emitidas por el ADN de virus y bacterias. También recomendaba comer papaya fermentada como tratamiento contra el párkinson y criticaba las vacunas contra la Covid, cuya eficacia y seguridad han sido comprobadas.
Más de un centenar de académicos franceses de ciencia y medicina se rebelaron contra Montagnier en noviembre de 2017, cuando afirmó que las vacunas “envenenan” a los niños.
El equipo de Montagnier y la viróloga francesa Françoise Barré-Sinoussi, en el Instituto Pasteur de París, descubrió el VIH cuando el sida todavía se conocía como “el misterioso síndrome de las cuatro haches”, porque aparentemente golpeaba más a cuatro grupos sociales: homosexuales, heroinómanos, hemofílicos y haitianos. En 2005, Montagnier aseguró en una polémica entrevista que una buena alimentación podría evitar las infecciones por el VIH en África.
En 2010, Montagnier también anunció un ensayo clínico en niños para probar un tratamiento con antibióticos contra los trastornos del espectro autista, sin ningún tipo de base científica. El codescubridor del VIH se convirtió en un obstáculo para la lucha contra el virus, denunció en 2010 el virólogo John Moore, de la Universidad de Cornell: “Montagnier se ha abrazado en los últimos años a agendas pseudocientíficas y esto ha sido aprovechado por los negacionistas del sida y otros grupos marginales, que argumentan que Montagnier apoya sus alocados puntos de vista”.
Con información de El País