Hoy platicaremos sobre el liderazgo resiliente, para ello me gustaría comenzar con tres preguntas clave: ¿Alguna vez has escuchado la frase que dice ‘lo único permanente es el cambio’? ¿Qué es lo que viene a tu mente cuando escuchas palabras como incendio, tormentas, huracanes, inundaciones, terremotos, guerras, enfrentamientos armados, epidemias, pandemias, enfermedades incurables, violencia familiar, violencia de género, abuso de autoridad, despidos, etc.? ¿Te has preguntado qué hacen esos líderes organizacionales para salir adelante en situaciones cambiantes, de incertidumbre o de vulnerabilidad?
Piensa y reflexiona estas preguntas y comenta qué es lo que opinas al respecto y por qué es importante saber qué hacer en caso de enfrentarte a alguna de esas situaciones. Asimismo, comenta si te has encontrado en alguna situación de este tipo, cuál fue tu reacción, cómo resolviste el problema, si te dejó o no algún tipo de aprendizaje y cómo aplicas este aprendizaje.
Ahora bien, una vez que hayas recapacitado en lo anterior te darás cuenta de que hay muchos factores que influyen en el comportamiento de las personas y de las organizaciones. Depende del conocimiento que se tenga de la situación, así como de los resultados que se esperan obtener, la forma en cómo se reaccionará ante un evento determinado o indeterminado.
Podemos decir que el líder resiliente es aquel que tiene la capacidad de influir en los demás para lograr el objetivo en común, aún en épocas de crisis o de adversidad. Es muy importante resaltar y recordar que las organizaciones están formadas por personas, y cada una de ellas tiene diferente forma de pensar, actuar y reponerse de una situación adversa o de una contingencia; para ello necesita la participación del líder, un líder con ciertas características que le permitirán al individuo sentirse aliviado de una manera más rápida.
Dentro de la literatura se mencionan características incluidas en la “conocida” inteligencia emocional, la cual, de acuerdo con Daniel Goleman (1995), es la capacidad de reconocer nuestros propios sentimientos y los de los demás, de motivarnos y de manejar adecuadamente las emociones. Es por ello que una persona que es emocionalmente inteligente puede enseñar a los demás a serlo, debido a que ha desarrollado esas habilidades blandas que hoy en día son necesarias e imprescindibles para el correcto funcionamiento del engranaje de la llamada organización.
Un líder resiliente identifica plenamente quién es, de dónde viene y hacia dónde va. Es capaz de dar a conocer abiertamente lo que siente y lo que espera de los demás, es una persona transparente en quien se puede confiar y con quien se puede tener una conversación honesta y directa. De ahí que el miembro de la organización, al contar con un líder que posee dichas cualidades y valores, se siente seguro, confiado y motivado para afrontar los retos del día a día.
Ahora bien, hemos empezado a darnos cuenta de algunas características que tienen y proporcionan los líderes resilientes que conforman una organización resiliente, la cual será capaz de vencer los obstáculos, los cambios turbulentos y la incertidumbre, sin poner en riesgo el objetivo primordial de una organización, que en 90 % de los casos es la rentabilidad.