REDACCIÓN/LALUPA.MX
Ciudad de México, 9 de mayo de 2022.- El último informe presentado por la empresa noruega DNV sobre la caída de la Línea 12 del Metro de la Ciudad de México señaló fallas en inspecciones y mantenimiento del actual gobierno local como parte de las causas del trágico evento, ya que la infraestructura siguió funcionando cuando no era apta.
El diario español El País presentó un artículo sobre el contenido del documento que el gobierno de la Ciudad de México desacreditó la semana pasada y se negó a hacer público inicialmente. Sin embargo, la administración de Claudia Sheinbaum, jefa de gobierno de la CDMX, cambió de parecer y este 9 de mayo informó que publicará el tercer informe de DNV.
En las primeras dos entregas de la empresa de análisis de riesgos, se presentó como principal causa del desplome los problemas de diseño, la construcción y la supervisión de la obra; pero en el peritaje completo se responsabiliza a las tres últimas administraciones locales (Marcelo Ebrard 2006-2012, Miguel Ángel Mancera 2012-2018 y Claudia Sheinbaum 2018-actualmente).
El último informe señala cuatro factores que pudieron prevenir el siniestro: el primero es el diseño, que no se ceñía a las especificaciones estadounidenses para la construcción de puentes, que es el estándar de referencia; el segundo es la falta de certificación de la obra por parte de un ente independiente y la deficiente supervisión de la construcción. El tercer punto es la instalación adecuada de pernos que comprometió la integridad de la estructura.
Finalmente, el mantenimiento e inspecciones sobre la Línea 12 es el último de los factores que pudo evitar la tragedia, según el reporte de DNV. La firma asegura que no hay registro de la realización de las inspecciones necesarias desde la inauguración en octubre de 2012 hasta siete años después, pese a que eran requeridas por el manual de mantenimiento. “DNV no recibió datos de dichas inspecciones entre 2012 y 2019 y no parece que dichas inspecciones se hubieran realizado”, sostiene el informe.
En 2019, se hizo una revisión de la Línea 12, no hubo hallazgos entonces, pero la empresa noruega adujo que los resultados no fueron concluyentes por un muestreo reducido y un periodo de evaluación demasiado corto: “Deberían haberse realizado inspecciones más detalladas por un especialista que representara a la dirección de ingeniera civil del STC (Sistema de Transporte Colectivo)”.
Sobre el mantenimiento, el documento asegura que tampoco hay registro de reparaciones en el tramo hundido, entre las estaciones Olivos y Tezonco. La evidencia de que la estructura estaba dañada era “visible en fotografías adquiridas desde el nivel de la calle”, por lo que podría haber sido detectada en una inspección visual.
La empresa fundamenta sus hallazgos a partir de la metodología BSCAT (Análisis Causal Sistemático Basado en Barreras), la cual es una marca registrada de DNV.
El respaldo de Sheinbaum a DNV se mantuvo hasta febrero de este año, cuando su administración intentó frenar la tercera entrega con un oficio que acusaba “una serie de deficiencias e inconsistencias” en la realización del documento. “Es un informe deficiente, mal ejecutado, con problemas técnicos, tendencioso y falso”, dijo la jefa de Gobierno el miércoles.
Asimismo, la hipótesis de la Fiscalía de la Ciudad de México es que los errores en el diseño y la construcción, principales causas del siniestro, eran imperceptibles a la vista, por lo que no podrían haber sido detectados en una evaluación.
Este lunes al mediodía, Claudia Sheinbaum anunció la publicación del informe, el cual había reservado porque formaba parte de un proceso legal: “Hemos preguntado a los abogados si lo podemos hacer aun cuando estemos en este juicio, y nos han dicho que es posible hacerlo, dado que ya está público”, dijo en referencia a la publicación de El País. La jefa de gobierno insistió en que su administración no reconoce esos resultados, pues considera que tienen un sesgo político.
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Con información de El País