Autoría de 2:01 pm #Opinión, Eric Rosas - La Onda Plana

AICM, tenemos un problema – Eric Rosas

El trágico suceso del Apolo 13 que forzó a la Agencia Nacional de Aeronáutica y del Espacio de los Estados Unidos de América, la NASA, a abortar la misión que tenía como meta alcanzar por tercera vez el suelo selenita, sumió al mundo entero en una angustia extrema, mientras que los equipos en Houston hacían hasta lo imposible por encontrar la manera de regresar sanos y salvos a los tripulantes antes de que se consumiera el limitado oxígeno que aún podían respirar. En ese contexto, los estresados ingenieros dieron luz al instrumento, equipo o artefacto gemelo.

En medio de la crisis, los especialistas de la NASA utilizaron las réplicas de los módulos de mando y lunar que tenían en tierra para comprender las causas de la falla y encontrar la manera en la que los astronautas, que en esos momentos orbitaban indefensos a nuestro satélite natural, podrían reparar el desperfecto utilizando para ello sólo aquellos insumos, partes, materiales y restos de piezas que tenían a su alcance. La epopeya que protagonizaron James A. Lovell, Jack Swigert y Fred Haise develó la importancia de contar con artefactos idénticos que sirvieran para superar hasta las crisis menos probables y, con el tiempo, estos gemelos se han vuelto imprescindibles y hasta vitales para un cada vez más numeroso conjunto de sectores, no únicamente el aeroespacial o el aeronáutico, aunque efectivamente ha sido la industria de la aeronavegación la que más los ha desarrollado.

Por ejemplo, empresas como Rolls-Royce y General Electric permanentemente mantienen simuladores de motores en sus centros de ingeniería, que devoran los datos producidos en tiempo real por sus gemelos que surcan los aires. Los incontables sensores instalados en las aeronaves también permiten crear ahora réplicas virtuales mediante la simulación por computadora, lo que ha dado como resultado la evolución hacia los modernos y poderosos gemelos digitales.

Pero las nuevas herramientas de la inteligencia artificial (IA) podrían impulsar a los gemelos digitales a otro nivel en industrias tan demandantes como la aeronáutica, para dar lugar a la llegada de las aeronaves conscientes. Según esta nueva propuesta, los aviones con tales características tendrían aparejado un gemelo digital integral de todos sus sistemas, al conectar la totalidad de sus sensores y hacer que la información que estos generen sea interpretada conjuntamente gracias a la IA. Esto evitaría los problemas que hasta ahora enfrentan los gemelos digitales independientes, que a menudo obligan a las compañías a mantener sus equipos en los hangares por mayores periodos de tiempo a causa de diagnósticos equivocados.

Pero aun hay otro nivel superior para evolucionar a los actuales gemelos digitales. Se trata de las llamadas aeronaves pensantes. En estas nuevamente la IA podría aprovecharse para analizar los patrones de numerosos factores, como el desgaste por abrasión en las alas, la fatiga por vibraciones, etc. A diferencia de los aviones conscientes, en las aeronaves pensantes el análisis de patrones permitiría predecir derivas, desgastes, averías, etc., en cada avión para que pueda tomar decisiones respecto de su mantenimiento, plan de vuelo, entre otros factores, y optimizar su funcionamiento, así como comunicarse con otras aeronaves en todo momento para reducir considerablemente los accidentes, incluso los atribuibles a errores humanos.

En estos momentos, en los que ha salido a la luz pública que en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) se ha incrementado de manera considerable la frecuencia y el nivel de peligrosidad de los incidentes, presumiblemente a consecuencia de que se debieron rediseñar las rutas de despegue y aproximación en el espacio aéreo del Valle de México para que pudiera tener cabida la operación del nuevo aeródromo ubicado en Santa Lucía, y la premura no ha dado el tiempo necesario para entrenar adecuadamente a los controladores de dicho tráfico aéreo, una solución tecnológica como la que plantean los modernos gemelos digitales, ya sea bajo la modalidad de las aeronaves conscientes o de los aviones pensantes, podría hacer que se desvaneciera la amenaza latente de que ocurra una catástrofe con la consecuente e irreparable pérdida de vidas humanas.

Lo anterior, dicho sin aberraciones.

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Last modified: 18 mayo, 2022
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