ENTREVISTA: JOSÉ ANTONIO GURREA C./LALUPA.MX
FOTOS Y VIDEO: RICARDO ARELLANO/LALUPA.MX
Entusiasta del cine y de las frases icónicas que éste genera; amante de la lectura, como medio de relajación; fan de la música de Los Ángeles Azules, “que la pone de buenas”, y de quien se hizo adepta gracias al gobernador Mauricio Kuri, Lupita Murguía se describe como una mujer honesta, congruente y firme, y dice que su ideal de felicidad es el amor de sus nietos, de sus hijos”, así como vivir en un entorno de amigos, pero “amigos de verdad”.
Admiradora de Angela Merkel, con quien tuvo la ocasión de conversar, la secretaria de Gobierno del estado de Querétaro dice “En el Confesionario” de lalupa.mx que es enemiga de la injusticia y el abuso, “particularmente en el caso de los niños”, y admite que ser perfeccionista se convierte en un yugo personal a veces muy incómodo “porque hace que uno se exija demasiado”.
¿Cómo comienza tu día?
Me levanto temprano, cinco y media, seis de la mañana. Cuando puedo me gusta hacer algo de ejercicio, sobre todo caminar, ya sea en la calle o en una caminadora. Después mientras tomo un café, reviso mis mensajes, mi WhatsApp, así como la síntesis de todas la noticias. Enciendo la televisión, y estoy viendo los noticieros de México desde muy temprano. Comienzo con (Ricardo) Rocha, a las 5:30, y luego todos, hasta parte de Ciro (Gómez Leyva). Además, reviso, sobre todo, las notas de carácter local que pueden ser motivo de algún comentario durante el día. Parece mentira pero dicen que las mujeres somos multitask, y a veces creo que sí.
¿A que te hubiera gustado dedicarte, si no fueras servidora pública y abogada?
La verdad yo no me veo haciendo algo que no sea ser servidora pública y abogada, pero cuando era niña yo quería ser maestra de primaria, de secundaria, soy la mayor de mis hermanos y pues a eso jugábamos, a que les ponía a hacer su tarea, a que la revisaba, la calificaba. La verdad, creo que si esta aspiración de niña es un reflejo de lo que uno quisiera ser, yo quería ser maestra en aquel entonces.
¿En algún momento pensaste en entrar a la Normal?
Sí, lo que pasa es que en esas épocas en las que tuve que elegir carrera, la Normal no necesitaba preparatoria, se entraba después de la secundaria. En la escuela donde estaba me recomendaron que cursara la preparatoria y que ya después decidiera estudiar una carrera, y que podía ser maestra universitaria, maestra en un bachillerato o decidir irme a la Normal. Ya en la prepa me decidí por estudiar el área 4 que es la de Derecho y perfilarme por ahí.
¿Hubo algún detonante para que escogieras Derecho?
Pues no, yo creo que es lo que me gustaba, el tema de las ciencias sociales, el tema de la ética, de la filosofía, el civismo, desde la secundaria. Ahí a veces empezaba uno conociendo que decía el artículo tercero y el 123, y con base en eso siempre me gustó el tema del Derecho.
¿A qué actividad nunca te dedicarías?
Yo creo que sería muy mala dentista, nunca se me antojó, pese a que a mi papá le encantaba esa carrera para mí. Él pensaba que era muy bonito para una mujer ser dentista. Decía: “es que puedes tener tu casa y en tu casa pones tu consultorio y estás al pendiente de tu familia, de tus niños”. Era otra visión y, pobrecito, me insistió mucho, pero le dije;: “no papá, voy a estudiar Derecho”, y a él le hubiera gustado que yo hubiera estudiado odontología.
¿Tu papá no se frustró cuando te decidiste por Derecho?
Finalmente lo aceptó muy bien. Mis papás sí querían que yo tuviera una profesión pero un poco en este esquema de que yo no abandonara la casa, que estuviera al pendiente de mis niños, que tuviera una actividad profesional, pero ahí, y bueno, salí diferente y me decidí por la carrera de Derecho.
¿En qué red social te sientes más a gusto, más cómoda?
Tengo las tres: Facebook, Twitter, Instagram, y aunque en México la más popular es Facebook, desde el punto de vista oficial, ha sido a través de Twitter donde en algunas ocasiones me ha correspondido dar mensajes para algunos temas, como el 5 de marzo cuando ocurrieron los incidentes de violencia en el estadio Corregidora, o en la desocupación, por orden judicial, de terrenos en Juriquilla. En ese tipo de temas, Twitter permite mensajes más breves, más concisos.
En Twitter, hay mucha presencia del llamado círculo rojo, pero también abundan los bots.
Es cierto, en Twitter recibe uno la retroalimentación de ese círculo rojo, a veces contestatario, a veces enojado, pero eso nos permite conocer qué piensan las personas. Pero también es cierto que muchas de estas retroalimentaciones no son “orgánicas”, sino corresponden a bots, a granjas de bots y generan desinformación. Cuando sucedieron los hechos del estadio Corregidora hubo una red de personas en redes sociales que juraban y perjuraban que habían 22 personas fallecidas, que ellos las habían visto, que si el hijo de un hermano de un señor que no fue al partido tenía conocimiento, y se generó una enorme desinformación, porque es lo que pasa a veces en las redes sociales, sí fluye mucha información pero no siempre verídica.
¿Además de caminar por las mañanas, a qué otras actividades dedicas el tiempo libre?
Me gusta estar con mis nietecitos, con mis hijos, con mis amigas, disfruto mucho irme a comer a un buen restaurant, platicar largo y tendido que no lo puedo hacer en la semana, me gusta mucho ir al cine. Para mí leer es un placer y me gusta leer, ya desde hace algún tiempo me gusta leer por diversión, es decir, libros que me relajen, que me hagan salirme de la tensión, de las condiciones de trabajo y de angustia, porque también tiene uno que leer a Enrique Krauze y a Héctor Aguilar Camín, y que El pueblo soy yo y La presidencia imperial, son muy buenos, pero también me gusta leer para relajarme.
¿Algún libro de cabecera o algún autor al que regreses continuamente?
Libro de cabecera es el que estoy leyendo en este momento, he tenido muchos, por ejemplo, de Ángeles Mastretta, Arráncame la vida que se me hace delicioso. Hay uno de ya hace algunos años que cuando puedo lo regalo, sobre todo si la persona a la que se lo voy a regalar es hombre, se llama La sombra del viento de Carlos Ruiz Zafón, un escritor español.
Hay otro que regalo mucho a las mujeres. Se llama El tiempo entre costuras, de María Dueñas. Te puedo citar otros más como, La templanza, Las hijas del capitán, pero El tiempo entre costuras es particularmente bueno.
Un libro al que regreso cuando tengo oportunidad de hablar con jóvenes en alguna intervención es El hombre en busca del sentido, de Víctor Frankl, un psicoanalista y filósofo austriaco. Es muy fácil pero con un gran contenido. Es una obra que trata sobre lo que es la vida. ¿Cuál es mi proyecto de vida. ¿Cuál es el sentido de la vida? Frankl utiliza una frase donde dice que hay que tener un proyecto de vida y que eso fue lo que a él lo rescató en el campo de concentración, donde la mayoría moría y no había posibilidad de pensar en otra opción que morir ahí. Él utiliza una frase que uso con mucha frecuencia, y que dice que “sólo hay vientos favorables para el que sabe a dónde va”.
¿Qué prefieres, serie o película?
En principio películas porque son cortas, no me siento atrapada, y el tiempo que tengo no es mucho, pero hay veces que me recomiendan series muy buenas y también las sigo.
¿Cuáles son tus películas favoritas?
Más allá de los sueños y La sociedad de los poetas muertos, ambas con Robin Williams, o Aroma de mujer y El abogado del diablo con Al Pacino. ¿Te acuerdas de la frase final?: “Vanidad, mi pecado favorito”, un poco hablando de la condición humana. Toda la película el diablo trata de seducir al joven abogado con poder, con dinero, con mujeres, con éxito, y él decide no caer en la tentación, pero al final se vuelve a encontrar con alguien que le endulza el oído y le dice que quiere conocer su experiencia, su punto de vista y él cae y es cuando Al Pacino, que era el diablo, dice: “vanidad, mi pecado favorito”. Qué buena película. Hay frases que son como icónicas, como aquella de El padrino: “Le voy a hacer una oferta que no va a poder negarse”, y era finalmente “lo tomas o te mueres”.
También hay románticas que me gustan porque finalmente también soy romántica, no sé si te acuerdas de Diario de una pasión, es la historia de unos jóvenes que se enamoran y terminan al final de sus días juntos, y me gusta porque es finalmente, creo yo, la historia de un amor realizado. Todos nos vamos a morir, vamos a tener un fin pero todo esta trayectoria de vida con ellos juntos en pareja, amándose hasta el último minuto, es la historia de un amor realizado.
¿Cómo se encuentra integrado tu playlist?
Últimamente me ha dado por escuchar un rato en la mañana, cuando tengo oportunidad, a Ángela Aguilar. Tiene unos duetos muy alegres. Otra cantante que me gusta es Yuridia, con todo este pop nuevo en español que tanto me gusta. Por supuesto, en mi playlist también están Los Ángeles Azules. Cuando el gobernador y yo hicimos campaña —primero para el Senado y ya después acompañándolo para gobernador—, en los traslados poníamos el disco de Los Ángeles Azules con sus duetos. Ahí me aficioné a ese grupo porque al gobernador le gustaba oírlo y son muy alegres. Quieren que me ponga de buenas, pongan a Los Ángeles Azules.
Menciona una canción y una cantante.
Una cantante, Lupe D’Alessio. Fui una vez a un concierto de Yuri y Lupe D’Alessio. A mí no me gustaba tanto por sus temas, Lupe siempre trae un enojo, de desamor, en contra de los hombres, por eso me gustaba más Yuri, pero ya que las vi en concierto, me di cuenta de que D’Alessio es muy superior. Ese día se lo decía Yuri: “tú eres la maestra”.
Otra cantante: Ana Torroja. El otro día en Tequisquiapan el presidente municipal me hizo favor de invitarme a la Feria del Queso y del Vino, y vino Ana Torroja, han pasado 25 años y sigue cantando lo que quiera, con mucha cercanía con el público porque le pedían canciones de toda su trayectoria de cantante y decía: “no la traigo puesta pero se las canto a capella”, y se echó diez canciones a capella perfectas, tanto de Mecano como de ella ya independiente.
¿Y una canción, una entrañable que te recuerde la infancia?
Las de Javier Solís que oía mi papá. Los domingos de niños íbamos en el coche a pasear a algún lado, y mi papá oía la XEW, y esas estaciones con música de boleros y tríos. Estábamos todos en el coche, era una niña y me sentía feliz, segura. Así que cuando oigo canciones como la de “Sombras”, las recibo con mucho cariño porque me evoca esa sensación de felicidad cuando iba en el coche con mis hermanitos, mi papá, mi mamá. Yo me las aprendía y mi papá me volteaba a ver porque era yo chiquita: “¿te la sabes Lupita?”, “Sí papá”, me las sabía de tanto oírlas los sábados y domingos.
¿Te gusta el futbol?
No mucho, pero le voy a los Gallos. No veo todos los partidos, pero no me pierdo las finales o los partidos importantes que hay que ver, que son garantía.
¿Tu platillo favorito, ese que nunca te cansas de probar?
Los chiles en nogada, en la temporada de lluvias mi mamá los hacía. Tengo una amiga que hace unos chiles en nogada deliciosos y me hace favor de regalarme pero me mal acostumbró, porque después de los chiles de mi amiga voy a un restaurant, así sea el mejor, y ya no me saben igual de buenos.
¿Tequila o vino?
Tequila, y me gusta el vino pero yo creo que por alguna razón, quizás por mi gastritis que a veces tengo, el vino me cae pesado y el tequila que es más fuerte no. Parece el mundo al revés.
¿Cuál es tu personaje histórico favorito?
Angela Merkel, pero además déjame que te presuma: tuve ocasión de tratarla, y fue algo maravilloso. Yo era presidenta de la Cámara de Diputados en la época del presidente (Enrique) Peña Nieto cuando vino de visita y hubo una cena. Yo representaba al poder legislativo y tuve la oportunidad de que me sentaran a un lado. Pude platicar con ella. Una mujer tan sencilla como discreta, humilde en su trato, acogedora, en su ropa, en su arreglo, siendo una mujer de Estado tan importante. Te puedo decir que es austera pero cálida.
¿De qué platicaron?
Entre otras cosas, me preguntó de dónde era, y le dije que de Querétaro. Le expliqué que era un estado con progreso, con desarrollo, con alta tecnología y ella escuchaba con mucha apertura. Le dije que la admiraba. De verdad me encantó y se trata de una mujer que hizo historia. Cuando se retiró, el parlamento de su país le aplaudió de pie durante varios minutos, es algo histórico. Normalmente cuando alguien sale de alguna responsabilidad, hay opiniones a favor, en contra, pero esta señora, con esta austeridad, humildad, sencillez, dando su mensaje de despedida y el congreso de pie, todos los de su partido, pero también los de los otros aplaudiéndole durante varios minutos. Hizo historia.
Y además muy valiente, pues tomó decisiones en su momento controvertidas, como la acogida a los migrantes
Claro, en algún momento alguien le preguntó a Merkel el porqué de esta decisión, y ella comentó algo así como que el pueblo alemán tenía una deuda histórica con la humanidad. Ya no fue necesario que dijera nada, pero así fue.
¿Qué otro personaje recuerdas que también te impactó?
Fíjate que fui a la India, por ejemplo, y ahí pude platicar con el hijo de Indira Gandhi, Nehru Gandhi, entre otros personajes. Son de esas experiencias que se lleva uno a otro mundo, ¿no?
¿Algún personaje de ficción?
Me gustan los nuevos. Tengo unas nietecitas chiquitas y he tenido oportunidad de ir a ver con ellas las películas nuevas de Walt Disney, donde hay un enfoque diferente. Hasta Walt Disney ya cambio de chip. Por ejemplo, acabo de ver la nueva de Cenicienta, con los personajes tradicionales: la Cenicienta, la madrastra, las hermanas y el príncipe. Pero no con el argumento tradicional: en la nueva versión, la Cenicienta soñaba con ser diseñadora de modas, y cuando el príncipe le dice que quiere casarse con ella, que ella va a ser su princesa, que se va a hacer cargo de ella, la Cenicienta le dice: “¿y mis sueños?”, no, esos no porque la esposa del príncipe no puede ser diseñadora de modas. Entonces ella dice algo como: “mira, de hacer realidad mis sueños a ti, opto por hacer realidad mis sueños”, y le dice que no al príncipe. Eso ya rompió con el cuento tradicional, porque finalmente hoy las mujeres, las niñas, tienen más claro la importancia de sus sueños, de sus aspiraciones.
¿Qué es lo que más te entristece en la vida?
Me entristece mucho la injusticia, el abuso, en el caso de los niños particularmente. La impotencia de a veces no poder hacer lo que uno quiere para lograr un determinado resultado que cree que es justo y es bueno para alguna persona.
¿Cuál sería tu ideal de felicidad?
Es el amor de mis nietos, de mis hijos, vivir en un entorno de amigos, pero amigos de verdad que he construido a lo largo de una vida, que me acompañan, con los que puedo decir y dejarme ver en verdad, más allá de cuidar formas. Sentirme en paz, sentirme sana, el que esté yo sana físicamente, alegre, que disfrute del momento que me toque vivir, porque hay veces en que pasan las cosas y no es uno consciente de decir “este momento es maravilloso, voy a ser consciente”. Cuando finalmente estás en un momento así y lo estás disfrutando, bien sea en familia, en un lugar, en una mesa junto a Angela Merkel y decir: “que feliz me siento de tener esta oportunidad de vida que me parece única”, eso me hace feliz.
¿Cuál consideras que es el principal rasgo de tu carácter?
Creo que tengo un carácter firme y es feo decirlo pero soy una mujer honesta, soy congruente, me gusta ponerme en el lugar de los otros, no me gusta abusar de nadie ni hacer mal a nadie. Creo que siempre hay la oportunidad del diálogo, de la búsqueda de acuerdos y que eso finalmente tiene que ser un ganar, ganar. No puede uno pasar por encima de las personas, hay que buscar siempre un acuerdo que venga bien para las dos partes.
¿Qué es lo que más detestas de los hábitos propios?
Soy perfeccionista y es un yugo personal a veces muy incómodo porque hace que uno se exija demasiado. Me planteo las cosas de una manera, con una ruta crítica de tal forma, y cuando no se da así me exijo mucho a mí misma.
¿Y de los hábitos ajenos?
Me molesta mucho cuando encargo algo y la gente lo toma con poca responsabilidad, como al “ahí se va”. Era importante, así lo transmití y la respuesta de la otra persona es que salga como sea, un poco negligente, al “ahí se va”.
¿Qué don te gustaría poseer?
Que Dios me dé la oportunidad de saber qué es lo que puedo cambiar, de saber que es lo que no puedo cambiar y la sabiduría para distinguir entre uno y otro. Tener esa sabiduría para poder distinguir “esto me corresponde a mí, está en mis manos, puedo hacer algo en este punto, o esto no me es dado, no me corresponde”, pero el aceptarlo, reconocerlo y saber cuándo es algo en lo que yo puedo incidir y cuando es algo en lo que no puedo incidir me parece que es una sabiduría que tiene uno que pedir diario.
¿Cómo te gustaría morir?
Me gustaría que en mi epitafio dijera: “estuvo viva hasta que se murió”, es decir presente, alegre, consciente y yo creo que todos quisiéramos vivir así, pero a mí sobre todo para no causarles problemas a mis hijos, quisiera que fuera un proceso rápido, pero estar viva hasta que se murió.
Defínete en tres palabras
Firme, congruente y creo que soy una mujer sensata.
¿Cómo te ves en seis años, haciendo qué?
Si Dios me presta vida —porque también he aprendido que a veces Dios se debe de reír de nuestros planes— seguir bien, seguir activa. Me encanta el servicio público, no sé en qué estaré trabajando, tampoco sé cómo. Pero si ya no estoy en el servicio público, quiero tener la oportunidad de viajar con mis hijos, con mis nietos, con mis amigas, disfrutar de la vida, de ese tiempo de ocio que hace muchos años que no me doy y que es vámonos a Guadalajara, vámonos a Chihuahua, vámonos a Chiapas, vámonos a Cancún.
¿Cómo te gustaría ver a Querétaro al final de esta administración?
El gobernador tiene una visión y lo ha expresado con llevar a Querétaro al siguiente nivel, pero de tanto que lo repetimos a veces pues se queda como una frase, pero es en términos de seguridad, una ciudad más segura, con mayores oportunidades de desarrollo para todos, no solamente para un sector, sino que todos podamos acceder a mejores condiciones de vida, a un mejor trabajo, a mejores ingresos, a un mejor sistema de salud. Esto último, algo muy importante como lo hemos visto durante la pandemia.
El tema de la educación, los jóvenes mejor educados, mejor formados, porque finalmente es lo que les va a dar oportunidad para salir adelante y ganarse la vida honestamente. Cuidar nuestro medio ambiente, nos estamos acabando el planeta y es la única casa que tenemos todos, y creo que también en Querétaro tenemos que poner nuestra parte para cuidarlo.
Y quizás con más tranquilidad, pues siento que con esto de la pandemia el ánimo social está un poco crispado. Nos hemos vuelto más intolerantes. Después de casi tres años de encierro y privaciones, veo a los jóvenes con ánimos de divertirse pero como si el mundo se fuera a acabar, sin límites, al tope. Entonces, ojalá volvamos a un esquema de tranquilidad, de tolerancia, de convivencia, en que no estemos polarizados, pues ahorita gran parte de la sociedad mexicana está polarizada. Creo que ha sido una política pública que verdaderamente nos ha hecho mucho daño y no quiere decir que antes en el país no hubiera polarización, claro que había, pero hemos llegado a los extremos. Uno lo ve en las reacciones de odio, de barbarie, ante un señor que creen que va a secuestrar a una niña, o las porras de un equipo de futbol contra las de otro equipo. Son expresiones de barbarismo social. Ojalá lleguemos a un espacio —y que podamos lograrlo al hablar de llevar a Querétaro al siguiente nivel— también de tranquilidad, de armonía, de convivencia, porque el ánimo social está muy crispado recién que regresamos de la pandemia.