NOTA: PATRICIA LÓPEZ NÚÑEZ/LALUPA.MX
Queremos justicia, exige entre lágrimas Ángela Franco Reséndiz, hermana de Daniel Franco Reséndiz, joven de 27 años que falleció el pasado 21 de julio a causa de un traumatismo craneoencefálico, por contunsiones derivadas de un presunto abuso de fuerza por parte de policías municipales de Huimilpan durante su detención un día antes.
La hermana de Daniel recuerda que desde que intentó ver a su hermano tras su detención, únicamente recibió malos tratos, incluso le dijeron: “cállate, no estás apta para ser su defensora”, sólo por aclarar que el color de la camioneta de su hermano no era negro, sino verde oscuro.
Acompañadas de integrantes de Fuerza Bienestar México y de la Comunidad Internacional de Derechos Humanos, las familiares de Daniel señalan que él denunció los golpes desde el momento de su detención, pero las autoridades policiacas argumentaron que “él se golpeó al caerse. Le pedimos que le revisaran la cabeza, porque traía dos golpes, pero se negaron porque no tenían guantes para checarlo y dijeron que eso lo había hecho protección civil”.
La hermana de Daniel pagó una multa de dos mil 900 pesos y recuerda que en su casa se quejó de dolor de cabeza, así que se fue a acostar. “Más tarde, nos salimos a platicar. Cenó unas quesadillas, una gordita y mi hija lo fue llevar a casa de mi mamá. Al otro día llegó mi cuñada desesperada, nos dijo que Daniel estaba muy grave, que se estaba muriendo. Llegaron mis primos, lo metimos al carro y le escurrían como lágrimas de sangre”.
Encontraron a unos paramédicos y le tomaron los signos vitales, pero “mi hermano estaba a punto de fallecer. No traía teléfono y el doctor me dijo en el hospital: su paciente anda muy mal. Hay que intubarlo. Incluso me dijo que le quedaban pocas horas de vida. No llevábamos ni diez minutos de habernos ido del hospital cuando nos llamaron, nos dijeron que el doctor nos quería ver, sólo para decirnos que había fallecido”.
“Queremos justicia para mi hermano”, exclama la hermana, quien detalla que Daniel no se detuvo cuando le marcaron el alto, porque los policías que lo persiguieron no iban en una patrulla con rótulos oficiales, sino en una camioneta blanca. Los policías tampoco traían uniformes.
Los familiares del joven fallecido señalan que tras la persecución los oficiales ingresaron a un terreno de un tio de Daniel, y sin identificarse lo acusaron por participar en carretitas, una falta administrativa, y ahí empezaron los golpes. “Mi hermano dijo: ahí muere, no se resistió porque él tenía una falla renal y una operación de cabeza reciente, sin embargo, lo golpearon, lo denigraron, se burlaron, le decían: ahí está el angelito”.
Tras golpearlo, lo detuvieron con exceso de fuerza. Además, se llevaron su camioneta “que se encontraba en propiedad privada” y mil 400 dólares que él portaba, que sí les regresaron.
Los defensores Mónica Chávez Rodríguez y Ernesto Carreño acudieron a la fiscalía encargada de la investigación de homicidios, con el fin de darle acompañamiento a la familia y asegurarse de que se sigan los procedimientos que marca la ley, porque el joven recibió cachazos en el lado de la cabeza en donde fue operado hace meses.
El abogado Ernesto Carreño aclaró que hasta el momento no hay detenidos, pero sí una investigación en contra de dos policías que hicieron la detención y que se encontraban de civiles, aunque se desconoce su paradero. Los abogados defensores acusan que se cometieron los delitos de homicidio calificado y allanamiento de domicilio privado.
El caso se investiga por parte de la Fiscalía General de Justicia, la presidencia municipal de Huimilpan y la Defensoría Estatal de Derechos Humanos de Querétaro. El homicidio calificado puede recibir una pena de hasta cinco mil UMAS, aproximadamente medio millón de pesos, y hasta 50 años en caso de que se sentencie como responsables a los policías municipales.