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“Viral”: el corto queretano nominado al Ariel que dignifica la sexualidad femenina

ENTREVISTA: RENÉ MICHEL/LALUPA.MX

FOTOS: ENRIQUE CONTLA/LALUPA.MX

Un guion con ocho años de gestación, un equipo no mayor a 13 personas: dos escritores, dos fotógrafos, dos actores principales, un cinefotógrafo, un post productor con multitareas de editor, staff, gaffer y asistente de cámara, además de un diseñador de audio, artistas e ingenieros; donaciones, patrocinios, un mensaje poderoso, una confianza demoledora y una directora queretana: Laura A. Martínez Hinojosa crearon Viral, uno de los cinco cortometrajes nominados al Ariel en su sexagésima cuarta edición.

Autoría de la propia Laura y de Miel Ferráez, el guion de Viral es un torzal que entreteje las opiniones y actitudes de instituciones como la familia, los jóvenes de la generación z y las autoridades educativas en el tratamiento de la violencia digital en las aulas.  Específicamente, en lo que actualmente se ha plasmado en el conjunto de reformas denominadas “Ley Olimpia” como un “atentado a la intimidad sexual”.

En entrevista, Laura, licenciada en comunicación por la Universidad Anáhuac Campus Norte, alude a la lucha feminista y al deseo de prender la pólvora para la deconstrucción de una sociedad conservadora para colocarlos como la columna vertebral de este corto.

Confiesa el anhelo de transmitir su proceso de apropiación de la lucha por la libertad sexual, la supresión de los estigmas y una vida sin etiquetas o estereotipos para las mujeres en Querétaro y en México. Un proceso que, en lo personal, tardó ocho años en madurar pero que se ha enclavado como una fuente vital de inspiración para su trabajo cinematográfico.

“En ocho años no sentía el guion listo. No me podía considerar una feminista de raíz. Creo más bien que gracias al feminismo y a que me abrieran los ojos muchas amigas, me fui deconstruyendo. Esta era una historia que desde el inicio tendía a eso pero no lo entendía. Me tuve que deconstruir para entender cuál era el punto de la historia y creo que eso es lo que le agradezco más al corto”.

Vencido este proceso creativo llegaron las exigencias para hacerlo migrar al plano cinematográfico. Un cortometraje profesionalmente elaborado absorbe por lo menos una inversión de 300 mil pesos. Laura contaba con 30 mil.

“Hubo mucha donación y patrocinios que para la comida, el equipo de iluminación, para la cámara. Los mismos actores principales donaron sus honorarios para ello. Y creo que eso hizo que fuera un proyecto que se hiciera con mucho corazón. Creo que todos estábamos ahí porque creíamos en el mensaje del corto.

“Este proyecto se armó con mucha fe de los mismos amigos, de los mismos colegas que admiro”.

Ser directora es liderazgo, concluye Laura. Implica rodearse de gente talentosa, escuchar y maniobrar el timón con la marea a favor o en contra para llegar al destino señalado.

En la pre producción, el rodaje y la post producción de Viral destacó la inversión del talento y el profesionalismo en la apropiación de un proyecto afín y  encima el compromiso de hacer resonar un mensaje poderoso, pero, al mismo tiempo fluyeron varios desafíos, muchos de ellos relacionados con un acotado presupuesto.

Los actores principales, Carla Adell y Germán Bracco, donaron sus honorarios; se recibieron donaciones económicas familiares y patrocinios en especie que fueron torales en la realización del cortometraje, entre ellos, el ADR y foley realizados por Julio González y Jessica Calderón de VAW estudio, sin el cual, no se hubiera podido grabar el 90 por ciento del corto en ADR.

“En la parte de fotografía eran Miel y mi esposo, Amet Ramos Carpio, como staff, caffer, asistente de cámara, haciendo 20 mil puestos, moviendo cosas de un kilómetro a otro. Cansadísimo, pues éramos muy pocas personas. 

“Siento que es un cortometraje con una historia muy poderosa que hicimos planeando el lenguaje cinematográfico muy detallado para poderlo hacer con los recursos que teníamos y que se hizo con muy poca pero súper talentosa gente”.

En la mismo listado, Laura habla de las dificultades de encontrar a la actriz adecuada para el papel de Kika, el personaje principal. La confianza, la  determinación y el coraje constituyeron una fórmula de la que el casting no podía prescindir. Luego de varios intentos, Carla Dell, una actriz cercana a Germán Bracco, dio prueba de tenerlo todo.

“El personaje principal es una chavita, generacion z, quien explorando su sexualidad le comparte sus fotos desnuda al chavo con el que está saliendo y a partir de un pleito entre los dos él decide por venganza publicar las fotos en toda la escuela.

“Es una situación que se ha repetido muchísimo, por ello surgió la Ley Olimpia y ya es un delito publicar cosas sin consentimiento.

“De eso trata el corto pero además también de plantear la perspectiva de varias instituciones, la matriarcal, la escuela, los compañeros. El corto trata de representar cómo suelen reaccionar todas estas instituciones cuando pasa un evento así y usualmente lo que ocurre y es lo que estamos denunciando en el cortometraje es que se revictimiza a la mujer que sufrió eso”.

A tono de un look de video, Viral se forjó sobre un lenguaje ah doc con su  temática. Se realizó con una cámara pequeña, adecuada a la idea de transmitir lo que se hace viral en Internet, al natural.

Tuvo como locaciones las instalaciones de una escuela ubicada en la Ciudad de México, una casa y una habitación familiar.

A manera de recuento, Viral requirió ocho años para la construcción del guion, tres días de grabación y un año de pos-producción.

La nominación

¿Lo sospechaste? Se le pregunta a Laura: “Ni por un segundo. La verdad es que yo lo inscribí con el fin de que lo vieran más académicos inscritos pero estaba muy consciente de la competencia que tenía o sea, la Academia, (Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas)  lanza un catálogo de todas las películas inscritas.

“Fue increíblemente inesperado. Ahorita ya puedo hablar más al respecto pero incluso los primeros días sólo podía reír, todavía hay una parte de mi que no lo cree, no lo asimila pero me estoy trepando al barco de la emoción y estoy muy emocionada nada más de estar compitiendo con esos trabajos tan poderosos. Yo lo tomo como un incentivo para seguir haciendo, para seguir en la carrera que la verdad no es fácil.

“Hay veces que sí requieres como una palmadita que te diga, vas bien”.

La noticia llegó en el trabajo, Laura había tenido un sueño esa noche. En él la habían nominado, pero apenas se levantó, intentó arrancar la idea de su cabeza. “No hay manera” y se convencía de que el motivo central por el que inscribió su cortometraje para ser nominado a los premios Ariel era unicamente para llevarlo a los ojos de los académicos.

Ella y su esposo Amet cumplían con sus jornadas normales de un martes en el trabajo. La advertencia llegó de Xany, una amiga en común que también había participado en el proyecto y quien le envió una captura de pantalla a Amet para informar de la noticia.

“Mi esposo me lo manda a mi y yo lo veo y te lo juro por mi vida que pensé que alguien había hecho un photoshop de broma como para jugármela.

“Fue lo primero que pensé, esto es broma, alguien está siendo cruel conmigo. Alguien me está haciendo una broma pero no. Salió y le marqué llorando a mi mamá que es mi mayor inspiración y las dos llorando en el teléfono. Todos mis amigos, la gente que participó en el corto estaba increíblemente rayada con esto”.

Laura y el cine: el pasado formativo frente al futuro reformador

Ser directora de cine no es cosa fácil. Hay que hacer malabares mientras se mantiene el equilibrio haciendo frente a embates internos y externos. Lo importante, asegura Laura, es creérsela y no permitir que nadie destruya tus sueños.

“Me costó mucho trabajo creerme lo que quiero hacer. Si hay una cuestión medio impostora por lo menos en mi y también lo he visto en varias compañeras. Son personas muy talentosas pero no se la creen y creo que es un tema del mismo patriarcado, que no nos enseñaron a confiar en nosotras mismas y a plantarnos en un lugar y decir: lo que yo tengo que decir es importante, trascendente y valioso. Llegar a este punto me tomó los 31 años que tengo”.

Toda experiencia termina en aprendizaje y la vida profesional de Laura se ha alimentado tanto de episodios sumamente enriquecedores como sus participaciones en el Festival Internacional de Cine de Guanajuato como de críticas directas malintencionadas y poco alentadoras. En la otra cara de la moneda también existe el maltrato.

“De cada trabajo que he tenido le aprendes. No me arrepiento de nada de empezar como asistente de producción y asistente de dirección porque le aprendí. Tuve esta fortuna de trabajar con directores muy talentosos. Maestros de los cuales pude captar lo que me gusta, lo que no me gusta e implementarlo a mis propios proyectos.

“Sin embargo, sugiero que hagas proyectos que alimenten tu pasión y que no la maten porque es muy fácil en esta industria. Por querer pertenecer a la industria chutarte malos tratos, malas experiencias laborales, muy malos sueldos, injusticias y gente muy difícil. Yo ya me lo chuté, no me arrepiento de eso, pero siento que también me hubiera gustado saber cuando decir no”.

En contrapartida, como profesora de Laboratorio de Producción y Realización Cinematográfica en la Universidad Anáhuac y de Narrativa audiovisual en el Tec de Monterrey, Laura se ha propuesto reformar prácticas y reconstruir los caminos que les tocará andar a los alumnos en una experiencia de formación constructiva, con aprendizajes significativos pero sin tintes de maltrato.

“Una de las cosas a lo que me estoy comprometiendo es a no aplastar a los alumnos.

“Hay que decir la verdad, ser honestos y asertivos sin embargo hay que cuidar a la gente que apenas va empezando porque justo es el corazón más puro y tiene el potencial de hacer ese cambio a nivel sistémico. No es necesario que una persona sufra”.

Largometraje, una ópera prima en puerta

Luego de la realización de tres cortometrajes, incluido Viral, que juntos acumulan más de 50 festivales y premios, Laura confiesa sentirse lista para su primer largometraje.

El personaje principal, adelantó, se ciñe a una mujer queretana de la generación Y, madre soltera que abandera la reinterpretación y reapropación de las siglas MILF (Mother Id Like to Fuck).

“Es una historia con tintes muy introspectivos, existenciales que tienen que ver con la vulnerabilidad, el empoderamiento a partir de conocer quién eres y todo el alcance que puedes tener”.

Así como Viral, la historia hace eco de un proceso libertador para las mujeres. Una propuesta reivindicativa bajo el abordaje de temáticas poco usuales en la conversación de las sociedades más conservadoras y sobre dicho debate, Laura planta sus sueños.

“Quiero poder hacer películas que conecten específicamente y especialmente con mujeres. Eso no quita que la puedan ver y disfrutar los vatos, pero me interesa hablar de estos procesos de deconstrucción, de identidad… de feminismo”.

“Es mi visión ahorita de las cosas  y fue un factor que a mi me apoyó a dejar todas estas ideas que tenía en mi cabeza sobre cómo tenía que ser y me permitieron ser quien soy y eso es lo que quiero plantear en mis historias”.

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Last modified: 20 agosto, 2022
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