La llamada categoría reina del automovilismo, la Fórmula 1, tradicionalmente ha estado centrada en Europa. Las principales escuderías están asentadas en el viejo continente y de las diez marcas que actualmente compiten en el serial nueve son europeas; solamente Haas es de los Estados Unidos.
Llama la atención que tres escuderías son británicas: McLaren, Aston Martin y Williams. Sin embargo, otras tres escuderías no son británicas, pero tienen su sede dentro del Reino Unido, la cuales son Mercedes (Alemania) en Brackley, Red Bull (Austria) en Milton Keynes y Alpine (Francia) en Enstone.
Cabe aclarar que cuando se hace referencia a los países no necesariamente existe una relación con los gobiernos; sin embargo, por lo que significa la Fórmula 1 desde el punto de vista empresarial e industrial, sí afecta el imaginario económico y tecnológico global la nacionalidad de las marcas o las regiones en las que se ubican.
Con respecto a los pilotos, de los veinte que actualmente son titulares en sus escuderías, trece son europeos y tres son británicos. Así, Europa en general y el Reino Unido en particular, confirman su preponderancia en la Fórmula 1. Empero, este escenario va a cambiar.
Desde que a principios de 2017 el consorcio estadounidense Liberty Media completó la adquisición de la Fórmula 1, ha iniciado un proceso que apunta a una fuerte disminución de la influencia europea y, actualmente, el público hispanoamericano es uno de los principales instrumentos para lograrlo.
Con una población europea envejecida, la idea de llevar a otros continentes el espectáculo de la Fórmula 1 se vuelve relevante. Apostar por públicos más jóvenes, en el continente americano y en Asia, es una estrategia que ya ha dado frutos y es muy prometedora.
En este contexto, Sergio “Checo” Pérez, Fernando Alonso y Carlos Sainz son la punta de lanza del mercado hispanoamericano. Específicamente, Sergio Pérez, por ser mexicano, tiene una popularidad creciente entre el público de habla española en Estados Unidos, y no se diga en el resto del continente americano.
De tal suerte, no es de extrañar que en muy poco tiempo llegue al menos otro piloto americano y uno asiático. Asia y Latinoamérica son el presente y el futuro de la Fórmula 1 y todo lo que ello implica en el desarrollo de la industria automotriz. México jugará un papel muy importante y el nombre Checo Pérez y la marca México tendrán una mayor importancia en la denominada Gran Carpa. Ya se verá en unos cuantos meses.
Joel Ángel Bravo Anduaga es profesor de la Escuela de Ciencias Sociales y Gobierno del Tec de Monterrey Campus Querétaro
jabravoa@tec.mx
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