Autoría de 1:03 pm #Opinión, Eric Rosas - La Onda Plana

El norte que viene – Eric Rosas

En una de las entregas de “La Onda Plana” de junio de este año comenté lo relevante que podría terminar resultando para la relación comercial entre México y sus socios comerciales norteamericanos el que en ese momento se hubiera aprobado, con tan amplio consenso de republicanos y demócratas, la ley estadounidense de prevención del trabajo forzado, conocida allá como la Ley Uigur porque fue diseñada para legalizar las represalias comerciales del país de las barras y las estrellas en contra de su principal competidor, la República Popular de China.

Pues tales presagios se han comenzado a materializar tras la reciente reunión que sostuvieron la representante comercial de los Estados Unidos de América, Katherine Tai, con la secretaria de Economía del gobierno de México, Raquel Buenrostro. Aunque la representante mexicana no quiso abundar en sus declaraciones tras su visita a Washington D. C., ha trascendido que nuestros vecinos del norte le pusieron sobre la mesa una serie de evidencias contundentes, y en varios ámbitos, de todas las violaciones al tratado de comercio libre entre México, Estados Unidos (EE. UU.) y Canadá, el denominado T-MEC, que ha emprendido la administración federal encabezada por el presidente López.

En esta ocasión, según se ha sabido, la representante del gobierno del presidente Joseph Biden no sólo se dedicó a reclamar respecto a las prácticas discriminatorias que la autoridad mexicana ha aplicado en contra de compañías estadounidenses del sector energético, motivo por el que Canadá y la Unión Americana han llamado a esta serie de conversaciones previas a la demanda de instalación de un panel formal para dirimir las controversias, sino que le llenó la canasta a la secretaria Buenrostro con muchos otros temas igualmente violatorios de lo establecido en el T-MEC, en sectores como el agroalimentario, el medioambiental y el laboral.

Aunque el gobierno de México seguramente intentará ensuciar la discusión y generar a su derredor desinformación que haga parecer a nuestros vecinos, socios y amigos norteños como abusivos, la verdad es que más allá de nuestras fronteras se reconoce la naturaleza puramente técnica del conflicto y queda claro que Norteamérica tiene ahora a un socio incumplido, tramposo e irresponsable, que está poniendo en riesgo no sólo a la débil economía mexicana, sino a la hegemonía global que ostenta EE. UU., la cual requiere del respaldo irrestricto y serio de sus dos principales socios comerciales, vecinos y aliados estratégicos.

La sorpresa de la secretaria Buenrostro debió haber sido mayúscula al escuchar que tendrá que prescindir de los circunloquios para ponerse a elaborar de inmediato respuestas técnicamente fundamentadas y respaldadas con evidencia, que den solución satisfactoria y dentro del marco legal pactado en el T-MEC, no sólo a la discrecionalidad en el otorgamiento de las concesiones de generación de energía, sino también para la práctica de la pesca que afecta especies endémicas en peligro de extinción, como la vaquita marina; las restricciones infundadas en la compra de alimentos genéticamente modificados, entre ellos el maíz que importamos de los EE. UU., y ahora, además, la tolerancia al trabajo forzado en nuestro territorio, por ejemplo, con el repetido arribo de supuestos profesionales de la salud cubanos.

Es obvio que la técnica no asiste al gobierno mexicano en ninguno de los casos mencionados por lo que, de prevalecer la terquedad en Palacio Nacional, México habrá de recibir en fechas próximas un tándem de demandas que se convertirán en un desastroso norte invernal. Cada uno de estos temas podrían desatar una ola de aranceles compensatorios en sectores tan importantes para la economía mexicana como el agroalimentario, el petroquímico o el automotriz. Las exportaciones hacia nuestros socios norteamericanos seguramente se verán afectadas con restricciones severas e impuestos ambientales y laborales. Pero lo peor es que este norte congelará la llegada a nuestro territorio de las empresas que necesitan abandonar cuanto antes la zona de influencia china y, bajo otras circunstancias, habrían encontrado en México el sitio ideal para hacer negocios y generar empleos.

Lo anterior, dicho sin aberraciones.

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Last modified: 12 diciembre, 2022
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