Las reformas legales en materia fiscal que fueron publicadas hace aproximadamente un año en nuestro país aluden a una nueva medida de supervisión mediante el “beneficiario controlador”, un individuo con un rol preponderante en toda empresa que deberá ser plenamente identificado para efectos de control.
Ello obedece y tiene su origen en los controles del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) del grupo G-7 para evitar delitos como el lavado de dinero y otros, sobre todo a nivel internacional. Cada país, como el caso de México, ha ido acoplando sus políticas y normativas internas a estas regulaciones de supervisión y control, inclusive al interior de las propias empresas privadas.
A propósito de estas normatividades, surge una propuesta interesante en el ámbito educativo, especialmente dirigida a estudiantes de derecho, pues temas como este, que implican en su contenido y alcance una especialidad compleja, siempre serán bien acogidos entre el alumnado, pues se les comparte conocimiento de vanguardia y el docente hace asequible no sólo el programa habitual de estudio, sino también temas de gran interés mundial, que los estudiantes pueden conocer y aplicar en sus prácticas profesionales cuando se enfrenten al mundo laboral.
Consideramos que la docencia no es un ejercicio mecánico de apego a temas de suyo rígidos y sin reflexión profunda en las implicaciones y alcances legales de lo que se estudia en cada sesión de clase; la verdadera pasión en la enseñanza se da todos los días cuando aportaciones enriquecedoras de temas novedosos, complementarios, diversos, de impacto global, ayudan a los estudiantes a formarse mejor. Esto traerá como consecuencia un mayor interés por el autoestudio, que les haga meditar sobre acontecimientos de la vida nacional que guardan vínculos estrechos con el mundo, como es el caso de este tema particular que referimos.
Por ello, apoyar a nuestros estudiantes en conocer temas de vanguardia, y de gran importancia en el ejercicio profesional que deben ir acometiendo, resulta sin duda una buena ocasión para construir esos puentes de reflexión y de interés académico en el proceso de enseñanza-aprendizaje; pero claro, el ingrediente principal será la pasión por parte del docente, con la cual dicho proceso se ve favorecido enormemente.
Enhorabuena para todos aquellos profesores comprometidos, inspiradores y ejemplos en la búsqueda de conocimiento más allá de las paredes de un salón de clases.
Juana del Carmen Ramos Juárez es profesora de Derecho del Departamento Regional de Relaciones Internacionales del Tecnológico de Monterrey Campus Querétaro
jcramosj@tec.mx
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