Irene llena de gracia – Julio Figueroa

Una maravilla la voz y la escritura de la ensayista, narradora y filóloga española, Irene Vallejo. Un encanto de mujer literaria, dulce y sabia. ¿Nuestra Marguerite Yourcenar? Mujer con el don, el talento y la creatividad de las diosas encarnadas en la tierra. Voz de río matutino en primavera, cruzando el bosque encantado lleno de flores, pájaros, ardillas, duendes y fantasmas. Con sus ojos de virgen y su sonrisa de niña. Un hilo de plata recreando los clásicos. Aspas frágiles y cortantes sus palabras. Hacha y bisturí. Irene, llena eres de gracia toda.

     En la isla desierta o en la cárcel, yo estaría bien acompañado con sus libros, El infinito en un junco(2021) y El silbido del arquero (2005).Leo y releo la magnífica entrevista de José Luis Martínez S. en Laberinto: “Zambullirse en el pasado es una forma de construir el porvenir” (Laberinto-Milenio, sábado 28-I-2023, pp. 4 y 5).

Liga: https://www.milenio.com/cultura/laberinto/irene-vallejo-la-paz-es-la-excepcion-lo-que-tenemos-que-construir

     El único pero que le pongo a la edición impresa de Laberinto, es su formato en negro con letras blancas, sin duda vistoso, pero hace imposible subrayar y marcar el texto en papel, a quienes nos gusta hacerlo.

     –Si la hombría se aprende… Sócrates y Nicol… Espartaco y El Cid… ¿Qué es la feminidad? ¡Marguerite Yourcenar! ¡Irene Vallejo! ¡Mónica Bellucci!… Hembría, la otredad del ser plural. El otro yo de un nosotros diverso. Los ojos femeninos del mundo masculino. El hembro y la hombra. 

    Vuelvo a Irene Vallejo. A su entrevista con el director de Laberinto. Un encanto por todos lados. Lindas y hondas palabras bien plantadas, creciendo en el bosque de la memoria y la conciencia, pienso. Lectura de este palabrero. Difusión cultural.

     –En tiempos cómodos e incómodos, no olvidemos lo que son los tiempos verdaderamente duros: las revueltas sociales, la hambruna, la peste, la guerra, la revolución, el autoritarismo, la dictadura, la intolerancia, la imposición. No idealicemos las luchas fratricidas. No romanticemos las revoluciones. La lucha de ideas y principios tiene que convivir con ladiversidad de personas y clases.Las convicciones y la responsabilidad. El pensamiento único por el bien de todos es el mayor mal.

     –La emigración es uno de los grandes temas del mundo en que vivimos, cada vez más complejo y cada vez más transitado por esos constantes movimientos nómadas de gente buscando una nueva vida en otros países, en otros territorios, en otras latitudes. Gente sin nada buscando un lugar donde comenzar de nuevo y construir algo más poderoso que la derrota.

     –Quien abandona su país, su tierra, es probablemente el constructor de nuevas culturas, de nuevas realidades, porque la humanidad siempre ha forjado sociedades a través del mestizaje y el encuentro con las diferencias, no con la pureza que nunca ha existido en las comunidades humanas.“Vale más ser forastero que acoger forasteros”.

     –No olvidemos, mortales, que en esta tierra, todos somos pasajeros en tránsito, los nativos y los fuereños. El mundo es una licuadora que licúa y revuelve bien o mal a la gente más diversa, extraña y común.

     –Nuestro tiempo está lleno de cólera, ruido y furia. Absolutos y prejuicios contra los otros nosotros. ¿Acaso somos el fiel de la balanza? El mundo se mueve y los valores chocan y las fronteras se mueven.

     –Históricamente, la guerra es la constante y la paz es la excepción; la paz es lo que tenemos que construir, la guerra es lo que sucede si sólo nos abandonamos a la inercia de los acontecimientos y de los conflictos.

     –Filosóficamente, estamos en constante tensión de opuestos y esto, si no tenemos la madurez democrática para encontrar soluciones a través del diálogo, desemboca en la violencia y la agresión. No olvidemos la destrucción y catástrofe que resulta de toda guerra civil e ideológica.

     –El mundo se nos ha vuelto cada vez más agresivo, más inhóspito para el razonamiento cuando todos los conflictos, incluso en las redes sociales, tienen esa propensión hacia la agresión, el insulto y la incomprensión de las posturas ajenas, de las formas de mirar el mundo desde otros ángulos, desde el bagaje de otras experiencias.

     –Los personajes de la literatura nos ayudan a ver las múltiples perspectivas de la gente conviviendo simultáneamente en sus vidas cruzadas y solitarias. La misma historia, los mismos hechos, la misma escena puede verse desde diferentes puntos de vista.

     –Pienso que todos los dioses viven frustrados, porque los seres humanos escapan a su poder, y crean su propio albedrío. Es el extraño poder que escapa a todo creador. Y puede aplastarnos a todos.

     –Todos somos en alguna medida protagonistas, testigos, víctimas, jueces, verdugos en el mundo en que vivimos.

     –Las fronteras literarias se mueven y narración y ensayo se combinan, ficción y realidad, historia y filosofía, teatro y poesía, el mito y la verdad encarnada en una invención.

     –Creo que el tiempo de los sistemas cerrados y puros se ha roto. Tanto en la literatura como en la vida cotidiana vivimos el fin de las tradiciones inmóviles y el comienzo de otras. ¿Cuáles? El fin de un tiempo puro y el comienzo de otro. ¿Cuál? Todo está en movimiento.

–“Algunas victorias no son ni gloriosas ni recordadas; pero algunas derrotas pueden llegar a ser leyendas, y de leyendas pasar a victorias”, Ana María Matute citada por Irene Vallejo.

     –Las fronteras se mueven y son indecisas entre el ensayo y la novela. El infinito en un junco es un acercamiento del ensayo a técnicas narrativas novelescas, y El silbido del arquero intenta ser una novela de ideas, que se acerca de alguna manera a la reflexión sobre algunos de los grandes temas y problemas del mundo contemporáneo, como la guerra, la inmigración y el exilio, la censura, la imposición, el intento de los poderosos ymagnates, emperadores y patriarcas, de convertir a los escritores y a las voces de los intelectuales en propagandistas de sus ideas e intereses. 

     –Oficio endemoniado, este de las palabras, las ideas, las emociones y las pasiones, vernos en las bondades y miserias de la condición humana, narrar y reflexionar, pensar e inventar realidades más reales y perennes.

     –Oro molido las letras de luz, voluntad de sistema en unos, libertad del ensayo en otros, cazadores de lestrigones y quimeras en unos cuantos.

José Antonio Gurrea C.