CRÓNICA Y FOTOS: BRAULIO CABRERA/LALUPA.MX
Te encuentras parado frente a la fuente de los perritos: ya no tienes hambre porque vienes de desayunar en alguno de los cafés de Plaza Fundadores; tampoco tienes calor o frío. Hoy, principio de la primavera, quieres que Querétaro te sorprenda, así que caminas alrededor de Plaza de Armas.
Entre los restaurantes, bazares, vendedores y niños con globos, encuentras un estrecho pasadizo que se hace llamar “libertad” y decides andarlo. A tu izquierda ves una galería de arte, a tu derecha hay un viejo haciendo caricaturas y, más adelante, otro pintando retratos del Capitán América.
Todo el camino está enmarcado por artistas y sus obras, pero alguien sobresale en el paisaje: un poco más adelante, una mujer sentada trabaja el telar de cintura, urdiendo los hilos, que alza y entrelaza. Descubres que, justo debajo del alma del centro histórico de Querétaro, se encuentra el hogar de las artesanías.
La Casa Queretana de las Artesanías es un proyecto estatal que busca impulsar y salvaguardar las técnicas y talentos de más de 3 mil 500 artesanas y artesanos queretanos, dándoles recursos, capacitación y espacios de venta. Actualmente bajo la dirección de Gabriela Prieto, el recinto se ha transformado para ofrecer un área de exhibición, así como una sala de experiencias, aún en planeación, y una enorme tienda con piezas de todo el estado.
Después de varios minutos de mirar hipnotizado las manos de la maestra artesana, cruzas la primera puerta en la que se lee “Mercado Artesanal, venta directa de artesanías y comida tradicional”. Del otro lado, ya no es el centro histórico, porque sobre cada mesa las piezas de tela, barro, aceite, paja, guayaba, cera, yerbas, mezcal, maíz y plata cuentan la historia del lugar y la persona que las creó.
El primer cuarto te sorprende por sus contrastes, de un lado los tejidos de lana y estambre de San Joaquín y Jalpan, muchos de ellos hechos en telar de cintura, una técnica en extinción.
Del otro lado los champús, cremas, ungüentos y licores de yerbas, frutos y raíces de “El Osho”, una marca con más de 20 años de experiencia.
Al frente, las deliciosas mermeladas cien por ciento queretanas de “Ma’nico”, de zarzamora silvestre, mango-maracuyá, carambolo y lichi.
Al costado, las piezas de barro de Cadereyta, cocidas en el tradicional horno de leña, que no cualquiera sabe manejar.
Finalmente, al fondo, un tesoro de piedras preciosas de las minas de Los Juárez, jadeíta, obsidiana, cuarzos, pirita, ónix y mármol.
La siguiente habitación, un poco más amplio, alberga una variedad todavía más maravillosa de técnicas: la paja de pino tejida por 20 maestras artesanas de Landa de Matamoros para crear floreros, canastas, sombreros y tortilleros que no sólo se distingue por su belleza, también por su delicioso olor a pino que inunda el cuarto.
Justo detrás, le toca a tu paladar deleitarse con los 12 sabores de salsas macha de “Salsas Pikis” que van desde ajo, hasta arándano o almendra.
Por último, porque no podía faltar, una mesa repleta de muñecas, servilletas, manteles, monederos, diademas, plumas y rebosos de la tradicional artesanía amealcense, específicamente de San Idelfonso Tultepec.
El último cuarto está lleno de gente, que entra y sale y camina al lado tuyo con helados, aretes nuevos, pruebas de dulce de guayaba e, incluso, gorditas.
Justo entrando, a la izquierda “Silphium Conservas y Fermentados” te ofrece pruebas de cuatro salsas chutney diferentes, entre las que destacan la piña con habanero -que sabe a taco al pastor- y la de pimientos con chile güero.
Atrás, pruebas el tradicional dulce de guayaba de Tolimán, preparado por “Don Cande”, que sin importar si es simple, enchilado o relleno con cajeta, te hace pensar que por allá las guayabas tienen algo especial que atrae hasta a los turistas extranjeros.
Para que respire tu paladar y se emocionen tus ojos, al fondo encuentras a la fina plata y pedrería de “TaxQro”, un grupo de artesanos plateros originarios de Guerrero, pero radicados en Querétaro.
Justo al lado, te llama la atención la joyería de resina en cuyo interior se conservan intactas flores, hojas y minerales y que es diseñada y creada por las manos de 10 artesanas que han llegado a vivir a Querétaro desde diferentes partes del país.
Para terminar, el olfato te guía a la mesa de “Döni Xudi” productores de jabones, champús, velas y tisanas herbales, tan reconocidos por su calidad, que manufacturan para varias de las tiendas orgánicas más importantes de la ciudad.
No obstante, caes en cuenta de que falta más, de que tu nariz huele a lo lejos un comal. Así que cruzas al patio, donde continúa habiendo puestos, de artesanía bordada y tejida, de velas aromáticas, de crema de mezcal y de antojitos.
En el patio te reciben los aromas de las velas artesanales de “MiA”, un emprendimiento que despegó durante la pandemia y que, hoy, tiene una amplia gama de aromas e intenciones, para cualquier gusto.
A su lado, te encuentras “Mezcal Don Jero”, una propuesta de sabores y cremas de mezcal artesanal guanajuatense, con agaves de Zacatecas y Durango. Don Jero, productor original de la bebida, ahora ha pasado la antorcha a las generaciones más jóvenes que buscan innovar.
Sólo falta pasar a ver los hermosos quexquemes, fajas de cintura, blusas, muñecas, servilletas y caminos de mesa de Tolimán, que Doña Felipa dejó encargados mientras trabaja en la cocina.
Están puestos en el comal unos jitomates y unos chiles, que pronto se convertirán en salsa. Mientras tanto, Doña Felipa -reconocida cocinera tradicional tolimense- limpia un ajo y su hija deshebra pollo y aplana las bolas de masa de maíz. No te queda duda, va a haber gorditas de mole… ¡Ah, qué buenas gorditas! Dices tras el primer bocado, incluso cuando ya habías desayunado.
Justo en la salida, como si no hubieras tenido suficiente, te encuentras las garrafas de nieves artesanales “NAO” que son tan deliciosas como variadas, un excelente postre para terminar de celebrar -en su mero día- la artesanía y la gastronomía de nuestro estado, en su hogar, la Casa Queretana de las Artesanías.
Luego de felicitar a todas las artesanas y artesanos en su día, la directora Gabriela Prieto anunció a lalupa.mx que se encuentran trabajando para que éstos tengan más espacios, además de la Casa, en donde puedan vender no sólo hoy, sino todo el año.
Muchas felicidades un gran trabajo del reportero. Y gracias x difundir nuestro trabajo. Hecho con mucho amor