Los vinos queretanos han tenido un desarrollo exponencial en la última década, empujados por el incremento de su consumo y el interés por saber más de este producto. Si bien la zona es relativamente nueva, en comparación con las regiones de Baja California y Coahuila, por su ubicación geográfica ha despertado rápidamente el interés de consumidores que aprovechan su cercanía para visitarla y conocer más acerca del mundo del vino.
La mayoría de los viñedos ofrecen experiencias alrededor del vino, sin embargo, a pesar de que varios han obtenido prestigiosos premios, la mayoría están más enfocados en el aspecto turístico que en brindar un producto de calidad internacional.
El consumidor en general desconoce todo lo referente al vino y va a los viñedos para aprender al respecto, pero acude más por la experiencia que por la calidad del vino. Habiendo tantas etiquetas de diferentes varietales, países, regiones, etc., es muy fácil perderse, dejarse llevar por lo que está de moda o quedarse con una sola marca, porque existe el miedo a experimentar otras opciones.
Si bien ha habido excelentes esfuerzos de parte del gobierno para promocionar la ruta del vino, y los viñedos han respondido de manera adecuada a las estrategias publicitarias, aún no se ve como un producto insignia de calidad internacional. Esto ha hecho que muchas marcas solamente vendan sus productos directamente en viñedos y en los restaurantes queretanos, y sea difícil encontrar sus vinos fuera de la región.
Es bien sabido que sobre los viñedos existen presiones a causa de los costos de producción, impuestos y precios de venta. Aunado a esto, también está el factor de la competencia de vinos más económicos, de mejor calidad y con más actividades de branding, como los chilenos o españoles.
Los vinos mexicanos cuentan con ventajas competitivas claras: el consumo en el mercado mexicano se está desarrollando rápidamente y la cercanía con uno de los consumidores de vino más grandes del mundo, Estados Unidos.
Sin embargo, es necesario enfocar más los esfuerzos hacia la construcción de marca y la diferenciación de los productos; contar con una visión global que permita entrar a mercados internacionales, apoyados por la marca de origen nacional; fomentar los esfuerzos para conseguir a consumidores más educados y que busquen todo tipo de varietales, no sólo las tintas; y fortalecer la visión de que el vino es una bebida más enfocada al maridaje.
Pero, sobre todo, apoyar a las marcas mexicanas para que cuenten con los recursos y la estrategia adecuada de desarrollo y expansión en un mercado cada vez más creciente y competitivo.
Enrique López Rojas es profesor del Departamento de Mercadotecnia y Análisis de Datos del Tecnológico de Monterrey Campus Querétaro, especialista en pensamiento estratégico y customer centricity
AQUÍ PUEDES LEER TODAS LAS ENTREGAS DE “INVESTIGACIÓN TRANSFORMADORA”, LA COLUMNA DEL TEC DE MONTERREY CAMPUS QUERÉTARO PARA LA LUPA.MX
https://lalupa.mx/category/aula-magna/tec-de-monterrey-investigacion-transformadora/