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Dice el diccionario que el ensayo es la “prueba que se hace para determinar si una cosa funciona o resulta como se desea”, de manera que, por eso mismo, se hacen ensayos antes de la obra teatral o se escribe teorizando sobre tal o cual situación para poder el autor aproximarse a una realidad concreta.
Y hay ensayos políticos, cómo no, que a veces perduran en los papeles sin jamás poder cristalizarse en la práctica social, ensayos generales escasamente productivos o eternamente perogrullescos o portadores de peroratas ilusorias o congestionados de teorías impracticables o alimentados de repleciones comunes.
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Hace dos años, el 24 de noviembre de 2021, durante la comparecencia de la secretaria de Cultura federal, Alejandra Frausto, la diputada morenista Andrea Chávez escribió un tuit exhibiendo una declaración de una diputada del PRD, cuyo nombre omito para evitarme una posible sanción, quien expresara que el Fondo de Cultura Económica no debía dedicarse al fomento a la lectura, una aseveración que evidenciara la absoluta, y absurda, desorientación cultural de la congresista por el indigno desconocimiento del rubro representado por Frausto.
“Una diputada federal del PRD acaba de decir en la comparecencia de nuestra secretaria de Cultura, @alefrausto, que el Fondo de Cultura Económica ‘no debe dedicarse a fomentar la lectura’. Aunque usted no lo crea”, decía el tuit inicial de Andrea Chávez que propiciaría la catástrofe que en seguida armaría el Instituto Nacional Electoral pues algunas respuestas a dicho tuit surgieron con justificada naturalidad: “Sí que lo creo, así de absurdos son los de la derecha”, “Mmmmh… Tal vez piense que es mejor fomentar la corrupción… (al fin perredista)”, “Entre militarizar al ejército y la cultura no debe fomentar la lectura nos encontramos en tiempos obscuros”, “Tenía que ser del PRD, se nota que lo suyo, lo suyo, no es leer.”, “Pero esa clase de ignorantes cómo pueden estar ocupando ese espacio”, “La gente mediocre quiere que todos sean como ellos de ignorantes”, “La tontera es contagiosa”, “Quémala por completo, dinos el nombre”…
Y la Sala Regional Especializada del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, ante el grito en el cielo de la perredista que se sintió ofendida y violentada en razones de género por ser mujer a la que nadie debiera responderle de manera contraria a sus decires, en agosto del año siguiente censuró —castigándolos con multas económicas y demás actos excesivos— a todos aquellos que se habían atrevido a sorprenderse de aquellas ignaras declaraciones apuntando sus propias conmociones respecto a tal nesciente afirmación… Tras las impugnaciones de no pocos ciudadanos afectados por tan desmesuradas como injustas reprimendas, el caso fue trasladado a la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación para que decidiera su veredicto final —en septiembre de 2022—, con lo cual dicha instancia resolvió que no había tal filtración de rudeza de género exculpando a los tuiteros, amagados con clasificarlos como violentadores de mujeres en sus identidades individuales.
Esa vez López Obrador sólo se refirió a uno de estos sentenciados (Erick Gutiérrez), siendo que había más de medio centenar de posibles ajusticiados, diciendo, despreocupado, que habría que hacer una coperacha para sacarlo del apuro en que se había metido sin saber, el presidente, que un año después él sería ahora el inculpado de estas atrocidades censuradoras de tales entidades autónomas federativas aprovechándose de estas ambigüedades de razones de género prohibiéndole, el Tribunal Electoral, que volviera a nombrar a la aspirante panista o a cualquier mujer so pena de aumentar el castigo, a diferencia de lo que pudiera hacer o decir la panista, absuelta por esta dependencia federativa dejándola en completa libertad para soltar lo que quisiera de López Obrador, al final hombrecito, a quien culpara, la panista, el miércoles 16 de agosto, de las muertes de los jóvenes en Lagos de Moreno, porque finalmente en este México nuestro a la mujer, ¡caraxo!, se le debe respetar en cualesquiera de sus decires, no así a los varones, esa pérfida parvada del patriarcado.
Lo que a todas luces podemos apreciar es que la sentencia y el veredicto del año 22 —contra estos supuestos transgresores de la libertad femenina— eran sólo un previo ensayo del cataclismo por venir.
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La alcaldesa Sandra Cuevas, entrevistada por Sabina Berman en la televisora pública, señala que ha hecho todo de manera correcta, que la ex gobernadora Claudia Sheinbaum, a diferencia de lo realizado por ella, ha hecho todo mal comenzando por el transporte para la ciudadanía, pero cuando Sabina Berman la cuestiona sobre la posible corrupción de SantiagoTaboada, alcalde de la Benito Juárez, dice Sandra Cuevas que, hasta este momento, no se le ha podido comprobar nada de modo que es un hombre —Taboada— honesto, intocado,intachable, tal vez exactamente como ella, Sandra Cuevas, por quien la ciudadanía de esa demarcación volvería a votar por ella para su reelección —asegura sin temor a la equivocación la propia Sandra Cuevas—, pero ella ya no desea continuar en ese cargo sino ahora va por la jefatura de Seguridad capitalina y luego, si se puede, de todo el país para reordenarlo nuevamente, tan deteriorado está en las manos de Morena.
Así es, los corruptos son los que ahora están al frente de México, no la sagrada oposición, parece decirnos Sandra Cuevas, una mujer simpática, a decir de Sabina Berman —a quien le resulta agraciado, ja ja ja, mirar a esta alcaldesa hacer todo lo que hace subiéndolo todo en las redes sociales para mostrar su recio carácter—, cuando la contempla —Berman a Cuevas— con su motosierra frenando los ímpetus mercenarios de los restauranteros de la Cuauhtémoc, ja ja ja.
Como bien apunta la saturada oposición: en México hay corrupción, pero no corruptos…
… a menos, por supuesto, que sean, según la oposición, obradoristas o al revés, a decir de los obradoristas, aunque en estas paradojas de la política haya obtadoristas oponiéndose al obradorismo y opositores oponiéndose a la corriente opositora, o ambigüedades de bando, como Sabina Berman quien, durante la charla con su amiga Sandra Cuevas —o por lo menos así lo aparentaron ambas—, para respaldarla en el asunto de que la capital está de cabeza por la corrupción maldita de los gobernantes le contó a la alcaldesa de la Cuauhtémoc que unos días atrás viajaba en un taxi cuando una camioneta les cerró el paso para ganarles la carrera pegándole al vehículo donde se trasladaba la dramaturga, mirando aterrada la ahora periodista cómo un tipo grandote se bajó, furioso, para amagar al taxista con tremendo pistolón, escena que empezara a grabar en su celular Sabina Berman sólo para decirnos que el tipejo aquel amenazador pertenecía a la guardia nacional, lo que corroboraba—la periodista— la calamidad corruptora de la que hablaba su entrevistada —la alcaldesa—, razón por la cual, parecía decirnos Sabina Berman, esta ciudad necesita a gente precisamente como Sandra Cuevas.
Estos ensayos de la democracia me turban cada vez más, no sé por qué, tal como me ha dejado sumamente inquieto toda esa caterva mediática sobre la supuesta burla de López Obrador a los padres de los cinco jóvenes asesinados en Jalisco.
Lo cierto es que estos ensayos democráticos son cada vez más frecuentes en los cuadros típicos de la política nacional.
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Y qué decir de los ensayos de personas como Santiago Creel o Beatriz Paredes o Felipe Calderón que tuvieron la oportunidad —cuando gobernaron— de acabar con la paja que casualmente ahora miran en el ojo ajeno… pero ahora dicen, aparentemente convenidos, que es justo el momento —¡ahora mismo!— de mostrar en realidad de qué están hechos y quiénes son en verdad porque, ya se sabe, lo pasado es cosa del pasado, de ahí estos constantes ensayos generales democráticos para acabar con la corrupción, dicen los arregladores del futuro, que sangra en la administración morenista, al grado de que un hombre como Santiago Creel habla, en su solemnidad histriónica, del reinado de la muerte de López Obrador, atenido —Creel, no López Obrador— a un guion previamente establecido en el ensayo general de los contraobradoristas para tratar de decirnos que,efectivamente, todo tiempo pasado ha sido, es, siempre mejor que el presente,sobre todo si éste está en las manos de un obradorismo, según la oposición, permanentemente corrompido.
Y estos ensayos no finalizarán, me temo, sino hasta los resultados de las próximas elecciones presidenciales…
AQUÍ PUEDES LEER TODAS LAS ENTREGAS DE “OFICIO BONITO”, LA COLUMNA DE VÍCTOR ROURA PARA LALUPA.MX
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