No era que le hubiera ido tan mal en la vida sólo por ser mujer, no. Casi gracias a serlo había hecho “una carrera decentita y corta, apropiada para muchachas, pues”, decía su padre… y ahora era una guapa secretaria y no una bióloga “aburrida”.
Aburrida, así llamaba su papá a cualquier mujer que hiciera una carrera larga.
¡Ay, qué tiempos aquellos!… Cursaba la secundaria y entreveía los secretos de la biología, la lengua, y bueno ¡hasta la historia le gustaba mucho!
Pero ella sólo era mujer, se repetía, y además afortunada: al menos seguía viva, no como su hermana, a la que un marido peor que otros, apuñaló en lugar de no más largarse. “Por zorra” seguro le dijo, antes de clavarle por tercera vez la tijera de cortar pollos. Nunca la llamó “puta” porque él era instruido.“Zorra”… El Zorro era hermoso, justiciero y respetado… ¿no? mmm… entonces Zorro y zorrano eran lo mismo -dedujo-; ni brujo que quiere decir curandero sabio, es igual a bruja, que significa fea,mala y seguro también puta; tampoco vampiro: guapísimo y sufriente chupa sangre, es como vampiresa, mujer fatal y algo facilona.
Al menos a ella, no le iba tan mal: nadie la llamaba bruja ni zorra; nadie la trataba así del todo... Y ese ¿“del todo”? -se dijo- ¿de dónde me salió?… Se rió sola de buena gana.
Tenía una mirada dorada que la enorgullecía. Ella era “Tigresa” por esos ojos, y porque era elástica, suave, y sabía emitir un sonido parecido al ronroneo de un gatito cuando venía al caso. “Tigresa”: le gustaba.
Sentada sobre su cama, envuelta en un sugerente négligé color coral, en estos momentos espera a un cliente y es que para completar, a veces hace horas extras por las tardes, nunca por las noches para poder dormir bien y estar fresca a tiempo en la oficina al día siguiente.
Mientras espera, toma del buró su El declamador sin maestro muy usado; elige dos poemas al azar, lee, suspira, y comienza a arreglar sus uñas a manera de zarpas, mientras fantasea pensando en cuánto le halagaría que alguno de sus chicos le hiciera un poema. Ella misma, casi todos los amaneceres se siente algo poeta, “poetisa” la corrigió hace poco un cliente.
¿Por qué no poeta? pensó sin poder argumentar nada al hombre aquella vez.
Comenzó a limar sus uñas rápido y con más fuerza, hasta casi hacerles perder su forma de zarpa mientras se le venían a la cabeza, en cascada, otras palabras igual de feas que poetisa: sacerdotisa, alcaldesa, vampiresa… madriza. ¡Se le arruinó la inspiración!
¿Es que también esas palabras preferían el masculino?
Sintió los labios resecos. Un enojo que le venía ¿desde cuándo?… la acometió. ¡Ella ahora podría ser bióloga y hasta poe…
ꟷ¡Tigresa, hola! ¿Cómo estás?
Sus ojos dorados chisporrotearon al ver al recién llegado que traía carita de felicidad. Ella, sin haberlo planeado y sin que el hombre en cuestión entendiera nada, declaró:
ꟷDesde ahora no soy Tigresa, sino Tigra ¿Está claro, prin-ce-so?
ꟷComo tú mandes, belleza.
Belleza? mmm… eso sí no se oye tan feo.
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Me encantó la ilustración. Son ustedes de lo mejor. ¡Saludos!
Muy interesante la discusión sobre las palabras y el género.
Aunque a mi me gusto mas tigeresa que tigera.
Linda tarde.
Su forma de escribir es clara y atrayante 🤍
Nid, agradezco en lo que vale tu comentario.
Envío un saludo afectuoso.
Mujer, creo que va con todo, si piensas en La Tierra, la Luna las dos son bellísimas, como tú, hermosa belleza.
La ilustración me recordó a mi preciosa hija, hermosa y mujer, como la Luna y la Tierra.!
Pusiste en palabras un pensamiento mío, añejo y escondido por ahí, nunca lo pude verbalizar, lo hiciste por mi. ¡Le diste al clavo!
Como siempre, un texto acertado. Nos hace reflexionar sobre el lenguaje; hay tantas personas preocupadas por el lenguaje inclusivo. La pobre “E” haciéndose popular, unos a favor y otros en contra.
Sin recordar que hay una batalla por igualdad que se lleva desde palabras de antaño debido al significado que le da la sociedad.
Me encantó como aborda el pensar de muchas mujeres, y la percepción felina de la mujer.
Felicidades Paty
Hay una cruda realidad que día a día vivimos las mujeres, la línea de la “decencia” y la “indecencia” se diluye de forma conveniente para muchos “bien intensionados”
con la verdad en su boca que enreda letras a, e… en telarañas de palabras que a fuerza de confusión, intentan ocultar una verdad que grita de dolor y abuso ancestral, al filo del peligro de cada mujer.
Gracias Paty por Tigra. Un texto para despertar la mente y la intuición.
la entonación histórica de las palabras ayuda mucho a tener esos sentimiento ademas de los nombres genéricos, lo bueno de esto es que la lengua se mueve. Fue muy divertido el final, núnca se debe ser tan radical al enojarse con el lenguaje sino con las personas que lo practican…
El despertar de la mujer está presente; en la forma de sentirse, de expresar sus palabras, en su reflexión sobre aquello que le agrada y lo que le desagrada y más importante aún ya no lo caya, lo manifiesta y pide la forma en que, debe ser llamada. Importante hacernos reflexionar al respecto.
Excelente!!! Nos dejas ver como hasta el dia de hoy es la forma en que viven muchas mujeres, en la familia, educación, matrimonio etc. Esta narración es como un grito desgarrador que apenas es escuchado.
Me encanta como escribes!!!
El comportamiento amenazante y violento hacia la mujer se halla en la carencia social de que la vida o por lo menos la opinion de una mujer vale menos que la de un hombre.