HISTORIA: JESÚS ARRIAGA/LALUPA.MX
FOTOS: RICARDO ARELLANO/LALUPA.MX
Este 11 de septiembre es un día especial para María Guadalupe Montes Miranda. Cumple su sueño de la infancia de convertirse en policía y servir a sus conciudadanos de San Juan del Río.
Lupita pide que le tomen unas fotografías con sus compañeras de generación en el Centro de Capacitación, Formación e Investigación para la Seguridad del Estado de Querétaro (Cecafis). Son 17 mujeres y 17 hombres que se graduarán como policías de los diferentes municipios de la entidad.
“Es un sueño que tengo desde que era niña. Es entusiasmo hacia el trabajo que hacen los policías. Yo los veía (a los policías) y sentía mucha admiración al verlos”, indica la joven de 24 años.
Recuerda que la capacitación se llevó a cabo durante cinco meses en el Cecafis. Fueron muchas horas de estudio sobre leyes, derechos humanos, cómo desarrollar su labor policial en la calle.
No podían faltar las técnicas de defensa, así como el conocimiento del equipo que se les dará para llevar a cabo su trabajo en las calles.
Confiesa que la parte más complicada para ella fue el aspecto deportivo, pues no contaba con una buena condición física, lo que cambió con la capacitación, pues parte esencial de la misma es tener una buena condición física.
“Nos enseñan defensa personal. Nos enseñan comandos verbales cuando estamos en defensa. Un comando verbal es pedirles a los ciudadanos con una voz fuerte que se detengan, que levanten las manos”, explica.
En el Cecafis prepararon la ceremonia de graduación desde días previos. Durante la mañana los cadetes ensayan la ceremonia, les explican en qué consistirá la misma. Honores a la bandera, el himno nacional, la formación, los uniformes.
Lupita recuerda una anécdota que le ocurrió durante la capacitación. Narra que en un entrenamiento tenían que escalar un muro. Todas las mujeres intentaban saltarlo, pero sin resultados positivos.
Hasta que una cadete lo logró, causando el orgullo de sus compañeras, al ser la única que pudo sortear la prueba. Todos los hombres pasaron la prueba. Después todas las cadetes, ayudándose mutuamente, lograron pasar el muro.
Lupita afirma que no hay, hasta el momento, diferencia alguna entre hombres y mujeres en el Cecafis. “Hay igualdad en ese aspecto. Tanto mis compañeros como yo (y las otras cadetes) hacemos lo mismo. Hay igualdad”.
En su generación, añade, en el grupo 3 se gradúan 17 mujeres y 17 hombres, de diferentes municipios.
“Nosotros estamos dando nuestro mejor esfuerzo para salir más capacitados y saber ayudar a la sociedad ante las situaciones que se están presentando nuevas, como el Covid. Saldremos más capacitados para todo eso y con todas las ganas de apoyarlos en lo que podamos”, precisa.
Espaldarazo familiar
A Lupita la acompañan su madre, María Guadalupe Miranda Real, y hermana, Rosa Marlene Montes Miranda. Llegan para apoyar a su familiar.
María Guadalupe dice que desde niña a Lupita le gustó la carrera policial. “Tiene muchos años que quería hacerlo. Ya había metido solicitudes. Espero por más de un año. Estaba estudiando cuando le avisaron. Dejó su carrera a un lado por un rato, para poder hacer su academia aquí”, dice.
Lupita estudiaba Administración de Empresas cuando le avisaron que sería capacitada como policía.
Marlene, hermana de Lupita, también recuerda que desde pequeña su consanguínea quería ser policía. “Sólo le faltaba la maestría para titularse, pero dijo ‘no, yo me voy de policía. Ya acabé, lo pongo en pausa, cuando esté trabajando le sigo’, y sí, cumplió su meta de ser policía”, narra.
La mamá de Lupita dice que en la familia están muy felices de que haya cumplido su sueño, y la apoyan en todo. Pese a ser muy complicado este proceso de capacitación.
Marlene dice que vio un cambio en su hermana. “Cambió mucho tanto física, como mentalmente. Le empezó a gustar mucho la academia. Cada semana llegaba (a casa) más motivada y se pasaron muy rápido los cinco meses”.
La mamá de Lupita precisa que la veía cada vez más positiva, diciendo que le faltaba menos y cada vez más convencida de lo que quería hacer.
“Me siento feliz (por Lupita) porque está logrando lo que quiere. Claro, siempre pidiéndole que tenga un poco de cordura, que piense bien las cosas antes de hacerlas”, dice María Guadalupe.
Marlene, en tanto, felicita a su hermana por haber logrado su objetivo y que se cuide mucho, además de esforzarse mucho en su trabajo.
“Es la primera en la familia que es policía. Siempre lo quiso hacer. Muchas veces le dijimos que no, pero a ella se le metió en la cabeza que quería ser policía y logró su sueño. Estos cinco meses fue un proceso muy largo, pero le ayudó a cambiar y a tener más seguridad en ella misma”, puntualiza Marlene.
Lupita regresa a sus actividades. Se incorpora al ensayo general de la ceremonia. Sus familiares la observan con orgullo, pues logró su sueño de la niñez. Está a unas horas de concretarlo.
Una gran alumna cadete. Gran compañera con los demás Y una hermosa mujer. En hora buena Lupita.
Muchas felicidades Lupita, esos logros son triunfos qué se quedan en el alma y de gran satisfacción personal.