Autoría de 10:00 am Desde la UNAM

Nanosatélite K’OTO – Rafael Chávez Moreno, Carlos Romo Fuentes, Jorge Ferrer-Pérez y José Alberto Ramírez Aguilar

La industria aeroespacial (aeronáutica y espacial) en México ha crecido de manera significativa en los últimos 10 años y es un sector en constante evolución. Sin embargo, hasta hace un par de años cuando se hablaba de industria aeroespacial se hacía referencia a la industria aeronáutica, dejando de lado a la industria espacial.

El sector espacial mexicano está integrado por actores provenientes de la triple hélice, industria, academia y gobierno, en la cual la academia está siendo un pilar clave. Por esta razón, es indispensable la formación de recursos humanos altamente capacitados para cubrir y fomentar el desarrollo de la industria aeroespacial.

La triple hélice ha realizado esfuerzos importantes para incrementar las capacidades existentes y generar condiciones que permitan el desarrollo de esta industria en el ámbito nacional y regional. Se han establecido tres corredores especializados en el país (centro, noreste y noroeste) que ubican a México en el escenario mundial como un clúster regional del sector aeroespacial viable por distintos factores, entre ellos: la infraestructura y servicios existentes, recursos humanos especializados en áreas como manufactura, reparación y mantenimiento mayor, así como ingeniería y diseño.

Este tipo de acciones han permitido que el estado de Querétaro se consolide como uno de los principales clústeres de la industria aeroespacial en México. Sin embargo, de acuerdo con el estudio realizado por ProMéxico en el 2017, actualmente la mayor parte de las actividades enfocadas en el área aeroespacial se concentra en fabricación y MRO, dejando sólo 10 % para las actividades de investigación y desarrollo.

Esta situación es una ventana de oportunidad para hacer crecer a la economía del país, a través de la formación de recursos humanos especializados en el área aeroespacial, así como con el desarrollo de tecnología propia.

La tecnología aeroespacial provee oportunidades únicas para la creación de bienes y servicios útiles y redituables, tanto públicos como comerciales, con una diversidad de actividades relacionadas con las problemáticas actuales de nuestro país, tales como detección de desastres naturales, monitoreo de clima, sistemas de telecomunicaciones que permitan interconectar a localidades remotas llevando sistemas de telemedicina o educación a distancia, entre otros.

La Unidad de Alta Tecnología (UAT) de la FI de la UNAM, en conjunto con la Secretaría de Desarrollo Sustentable (Sedesu) del estado de Querétaro, se encuentra desarrollando el proyecto denominado K’OTO, nombre que en lengua hñähñu significa chapulín o saltamontes, haciendo alusión al gran salto tecnológico que nos brindará el desarrollo de este proyecto, manteniendo las raíces culturales del estado de Querétaro.

Este proyecto consiste en el diseño, manufactura, integración, pruebas, lanzamiento, puesta en órbita y operación de un nanosatélite bajo el estándar CubeSat (satélite con dimensiones de 10 cm x 10 cm x 10 cm y un peso no mayor a 1.3 kg).

La misión del nanosatélite K’OTO es percepción remota, esto significa, que el satélite contará con cámaras fotográficas, de tal forma que, en cuanto se encuentre en órbita sobre el territorio mexicano, tomará imágenes que podrán ser utilizadas para distintos fines, y posteriormente las transmitirá a la estación terrena ubicada en las instalaciones de la UAT.

El desarrollo de este proyecto tiene también como objetivo ser un demostrador tecnológico, mediante el cual los estudiantes que participan en el proyecto tengan la oportunidad de trabajar en diversos subsistemas que conformarán al satélite, realizarán su integración y participarán en las pruebas de precertificación de los sistemas dentro de las instalaciones de la UAT en Querétaro, la cual alberga el Laboratorio Nacional de Ingeniería Espacial y Automotriz (LN-INGEA).

En este proyecto se cuenta con alianzas estratégicas con empresas Nacionales tales como Intercovamex, Dereum Labs, Space JLTZ, Spacenet, Hyrsa Aerospace, Quiptech, Grupo SSC y el Aeroclúster de Querétaro, así como con empresas y centros de investigación de gran renombre internacional como la Agencia Civil Espacial Ecuatoriana (EXA), ArsUltra, la Universidad Estatal de San José y el Instituto de Tecnología de Kyushu (Kyutech), cuyas asesorías técnicas permitirán reducir el riesgo de falla de la misión y fortalecerán el desarrollo de recursos humanos especializados en el área espacial de México.

Actualmente, en el proyecto se ha conjuntado a alumnos de distintas universidades del estado de Querétaro, tales como la UNAM, UAQ, Unitec, ITQ y la UPSRJ, impulsando la formación de recursos humanos en el área espacial mediante el trabajo en equipo y la colaboración multidisciplinaria.

Se tiene contemplado que el nanosatélite K’OTO sea puesto en órbita en el primer semestre de 2022 desde la Estación Espacial Internacional (ISS), mediante la colaboración que se cuenta con Kyutech, que será el encargado de realizar las pruebas de certificación de vuelo y posteriormente entregarán el satélite a JAXA para su lanzamiento. Con esta colaboración se refuerza la formación de recursos humanos y de tecnología de manera internacional.

LOS DOCTORES RAFAEL GUADALUPE CHÁVEZ MORENO, JORGE ALFREDO FERRER PÉREZ, CARLOS ROMO FUENTES Y JOSÉ ALBERTO RAMÍREZ AGUILAR SON INVESTIGADORES DE LA UNIDAD DE ALTA TECNOLOGÍA DE LA FACULTAD DE INGENIERÍA DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO, CAMPUS JURIQUILLA
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Last modified: 8 octubre, 2021
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