CRÓNICA Y FOTOS: JOSUÉ MÉNDEZ RUIZ/LALUPA.MX
En la Nave Ganadera de la Feria de Querétaro 2023 me llamaron la atención varios grupos de ovejas Dorper con peculiares “suéteres”, que ciertamente las hacen ver muy adorables. Hice trampa con el título: la razón principal por la que usan esos trajecitos no es el frío, sino que después de bañadas no se ensucien y estén listas para competir al día siguiente.
Eso me explicó el cuidador de Genética VR, uno de los criaderos en competencia, originario de Tepatitlán, Jalisco. Habrá que tomar en serio a las ovejas con suéter, porque en la primera jornada de la competencia ovina los ganaderos jaliscienses destacaron sobre el resto de los competidores.
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Cabe decir que no todas las ovejas son lanudas; a las poco peludas Dorper blancas, por ejemplo, sí les ayudan a mantener el calor corporal esas telas. Es una raza usada principalmente por su carne. Otras como las pelibuey, que estaban concursando al momento de mi visita a la Nave Ganadera, tienen poca carne y grasita, así que ocuparían todavía más los suéteres para estar cómodas durante este frente frío que afecta a Querétaro y buena parte del país.
El cuidador de otro criadero me comentó que una razón de llevar a estos animales a ferias es compartir hembras y machos para cruza, de manera que surjan nuevas camadas con características diversas, que coincidan con aquellas que los clientes buscan: que den mucha lana, adecuadas para productos cárnicos, productoras de leche, de alta fertilidad, etc.
Un borreguito Katahdin estornuda a mi lado mientras voy caminando por los pasillos; su resoplido es tan similar al de los humanos que se me escapa un ‘salud’.
“Mira, es igual a mi papá”, dice entre risitas una visitante al ver la graciosa expresión de una oveja amodorrada, y no puedo evitar sacarle la foto también. Esos animales tan pacíficos logran recordarnos momentos apacibles de la cotidianeidad.
Recorrer la Nave Ganadera es divertido y tranquilizante. Estos últimos días de la Feria estarán dedicados a competencias de ovinos, así que ahí seguirán esos tiernos cuadrúpedos, dóciles y mansos, para visitarlos en familia. Se trata de una experiencia muy plácida, sobre todo para un citadino acostumbrado a ver a los animales de granja como algo lejano e inaccesible. Estas especies son ideales para acercarse a otras formas de vida asociables a nosotros, también mamíferos: pueden estornudar como tú o bostezar como tu papá.
Además, algunos criadores llevan borreguitos bebés para tomarse fotos con ellos por una cooperación voluntaria.
Pienso que vale mucho la pena que Querétaro cuide y preserve su espíritu ganadero, pues de él surge un tipo de convivencia entre personas y otras especias que fácilmente se olvida entre el barullo urbano y las preocupaciones constantes.
Aproveche la visita a la zona más tradicional de la feria para acudir a los establos, con hermosos caballos que quedaron “fuera de circulación” ante las condiciones climáticas, pues las charreadas se suspendieron jueves y viernes. Aun así, es de lo más agradable asomarse a ver a los equinos de competencia. Seguí adelante y llegué hasta los gallos.
Me parece curioso que mientras las aves de corral, los gallitos curritos entre otros, tienen dificultades para dormir por la luz eléctrica (incluso cantan de noche), las ovejitas que a las 6 pm todavía andaba comiendo y emitiendo balidos están en su mayoría somnolientas sólo una hora después.
Al salir de la zona ganadera, grupo Zaga musicalizaba con éxitos románticos otra bella y fría noche en El Marqués. Se despidieron con una canción propia mientras la audiencia se juntaba para el acto estelar: el concierto de La Adictiva.