Como cada semana, sigo recibiendo tus dudas e inquietudes para apoyarte como psicoterapeuta y sexóloga. Mándame tus preguntas a intza69@yahoo.com
PREGUNTA:
Buenas noches, doctora. Me llamo César, tengo 19 años y tengo un problema.
Estuve con mi novia hace días y aunque cachondeamos, me fue imposible conseguir una erección. No pude hacerlo para nada. Lo malo es que cuando ella se retiró a su casa, sí pude tener una erección normal. No entiendo, ¿por qué me pasó esto? ¿A qué se debe?
Ese día quería tener sexo con ella, pero no pude, y ahora temo que me vuelva a pasar y que quede mal como hombre. Espero me pueda ayudar.
De antemano, muchas gracias.
RESPUESTA:
Hola, César. Muchas gracias por la confianza. Espero poder ayudarte.
Lo primero que debes quitarte de la cabeza es sentirte culpable, o pensar que fallaste o que quedaste mal como hombre.
Tenemos que trabajar para quitarle la responsabilidad al pene del momento erótico y sexual en la pareja.
Durante siglos se ha centralizado el placer en este órgano y es momento de quitarle todo ese peso, que de tan pesado, César, no se para.
La sexualidad es tan rica y variada, pero no le damos toda la atención necesaria por andar pensando que si no hay erección no hay satisfacción, ni disfrute.
La piel es el órgano más grande del cuerpo humano, se encuentran cientos de terminaciones nerviosas, que nos dan muchas y variadas sensaciones, entre ellas el placer.
Antes de regañar a tu pene y exigirle, concéntrate en tus piernas, nalgas, pezones, brazos, boca, cuello, etc. Acarícialos, chúpalos, muérdelos, lámelos, succiónalos, rasgúñalos delicadamente o fuerte o como a ti se te antoje. Ve registrando cada una de las sensaciones que vas experimentando, escríbelas. Identifica en cuáles sensaciones y en qué lugares de tu cuerpo sientes más placer y disfrútalas.
Cuando vuelvas a estar con tu pareja dile que en algunas ocasiones no habrá penetración, dile que ese día serás su esclavo sexual y que ella hará lo mismo, pídele que te diga qué lugares quiere que le chupes, lamas, muerdas, acaricies y aprietes para sentir placer. Después de que la hayas hecho gozar, dile que ahora te toca a ti disfrutar.
Exprésale los lugares que registraste como placenteros y la forma en que te puede hacer disfrutar. Vayan turnándose y dejen que sus cuerpos sientan. Pongan música sexy y velas aromáticas. Piensen en sólo darse placer.
Traten de que no haya penetración, no está prohibido, pero no hagan que la penetración sea el protagónico en su vida sexual.
La penetración es una forma de darlos placer, pero no es la única, sean creativos, incluyan otras partes del cuerpo, juguetes y fantasías. Recuerden que las relaciones sexuales es el juego más divertido para los adultos. Te acuerdas cuando eras niño y tenías un juego que te gustaba mucho y lo jugabas muchas veces, después descubriste otro y comenzaste a jugar con mucho entusiasmo, te gustaba el anterior, pero ibas jugando otros nuevos. Así es la sexualidad, no juegues siempre a la penetración, experimenta, disfruta y crea. Por el bien tuyo y de tu pareja.
Te deseo mucho goce y placer.