Autoría de 12:16 pm #Opinión, Agustín Villanueva Ochoa - Sapere Aude

Los laureles de la democracia – Agustín Villanueva Ochoa

Cuenta el mito que el dios Apolo se burló de la mala puntería de Eros (Cupido) y en venganza, Eros le arrojó una flecha de pasión para que se enamorara de la Ninfa Dafne, mientras que a ella la flechó con un dardo de repulsión, causando así que Apolo la cortejase incansablemente a través de los tiempos, siendo rechazado en cada uno de sus intentos. Sintiéndose agobiada por la insistencia de Apolo, Dafne le ruega a su padre, el dios Río Peneo de Tesalia, que la ayude a escapar del acoso, convirtiéndola en el laurel más hermoso que jamás hubiera existido para que así pudiera crecer en paz. Apolo, maravillado y dolido a partes iguales, juró que aquel sería su símbolo desde entonces y que las hojas de laurel coronarían las cabezas de los más grandes atletas, poetas, artistas y guerreros.

Desde la antigua Grecia y el emblemático Imperio Romano, los laureles se han usado como el símbolo de victoria, tanto para los triunfos militares o políticos, como para las victorias deportivas, pues recordemos que la cultura greco-romana daba mucha importancia al desempeño de los atletas en los juegos que llevan el nombre de la ciudad de Olimpia. De estas culturas también heredamos otro tipo de competición: “La Democracia”, un sistema de gobierno donde los ciudadanos eligen a sus gobernantes por medio del voto.

Dos milenios después, seguimos honrando las memorias de aquellas civilizaciones, especialmente en los países occidentales donde hemos establecido reglas claras para quienes buscan competir por el poder, así como lo hacían los atletas olímpicos en la antigüedad.

Podemos establecer paralelismos entre las elecciones democráticas y ciertos eventos deportivos, mencionando por ejemplo al periodo, pues tanto los Juegos Olímpicos como la Copa Mundial de Fútbol se llevan a cabo cada 4 años, al igual que las elecciones presidenciales en Estados Unidos de América; en México las elecciones presidenciales son cada 6 años.

Quienes deciden competir deben prepararse con mucha anticipación, mentalizarse y entrenar diariamente para que sea posible llegar a la meta. El esfuerzo requerido es enorme y demanda un nivel de disciplina que pocas voluntades pueden sostener, por eso es común que al principio suenen muchos nombres, pero en la recta final sólo quedan quienes tienen la determinación de triunfar.

Al igual que sucede con un atleta de alto rendimiento, un político/candidato difícilmente puede ganar solo, así que durante cualquier competencia será clave contar con un equipo, que podrá estar integrado por distintos perfiles para realizar las diversas actividades que permitan alcanzar dos objetivos básicos: ser los mejores y vencer a los rivales.

En toda competencia puede haber trampas y juego sucio, por eso quien participe con virtud debe saber evitarlas y, por supuesto, asegurarse que absolutamente nada contamine el honor propio y el de los demás; ¿de qué serviría el triunfo si este ha sido arrebatado mediante artimañas?

Siempre se debe recordar que, tanto dentro como fuera de la competencia, antes somos ciudadanos, amigos, parte de una familia, miembros de una comunidad. Incluso cuando un torneo concluye y se corona un ganador, sabemos que habrá un nuevo campeonato, en el que las cartas se volverán a barajar y las condiciones cambiarán para quienes participen. Las recomendaciones obligadas son la siguientes: que se respeten las reglas, se eviten rencores, se juegue con honor y, sobre todo, que jamás se olvide que se compite, invariablemente, para demostrar quien tiene lo necesario para llegar a la victoria.

Cada juego democrático deja muchas enseñanzas para quienes participan en él, desde los competidores, sus equipos y hasta los ciudadanos que ejercen su voto en las urnas.

Antes de concluir, es oportuno señalar que la persona que en este momento presiona las teclas del dispositivo, se mantiene lejos de emitir una recomendación sobre lo que se decidirá en estos días por respeto y porque así debe ser; lo que sí se puede precisar, es la importancia de este ejercicio democrático y, desde luego, hacerle una cordial invitación al apreciable lector que tuvo la bondad de llegar hasta este punto, a que participe y sea parte de esta decisión.

Pronto conoceremos a los nuevos campeones que llevarán los laureles del triunfo sobre sus cabezas.

Webgrafía

https://www.muyinteresante.com/historia/33104.html

(Visited 95 times, 1 visits today)
Last modified: 1 junio, 2024
Cerrar