Londres, Inglaterra.- Los tres jóvenes brincan en el pub, con su playera blanca y el símbolo del equipo de la rosa.
Con fuerte voz, corean cánticos de apoyo que dicen repetidamente la palabra Southgate, apellido del entrenador de la selección que consiguió su pase a la final de la Eurocopa 2024 al vencer 2-1 a Holanda en el juego de semifinal.
Minutos antes de la escena que evidencia la emoción en sus rostros y gritos, Watkins, el delantero que entró de cambio por el goleador Harry Kane, anotó el gol del triunfo tras cruzar un tiro en el minuto 90 de juego, para derrotar a la Naranja mecánica.
El London Pub ubicado en la calle Woburn, en las inmediaciones de Russell Square (tanto la estación del Metro como el jardín público), es testigo de mesas llenas, jóvenes mujeres con la playera de la selección puesta, que gritaron y se levantaron con sorpresa y sonrisa en el gol del delantero que juega en el Aston Villa.
Cuando el ritmo del partido hacía pensar en los tiempos extra, el movimiento y el tiro de Watkins condujeron a los brincos, los aplausos, los abrazos y las manos que se cruzaron para despertar la ilusión, como hace tres años, cuando también llegaron a la final de la Eurocopa.
En aquella ocasión el rival fue Italia. Ahora, España.
Emociones por Abbey Road y el Metro, tres horas antes
A las 5:30 de la tarde, hombres oficinistas y “Godinez” que laboran cerca del St John & St Elizabeth Hospital salían de su trabajo. Caminaron rumbo a la estación St John’s Wood del Underground (Metro), a unas calles de Abbey Road, para salir rumbo a las zonas 1 y 2 de Londres.
Las escaleras eléctricas que descienden hacia los vagones y líneas del tren eran ambientadas por las fuertes voces de los hombres, que ya hablaban de futbol con emoción.
La escena contrastaba con lo que se observaba en las afueras de la catedral de Saint Paul, por donde pasa la línea central del Metro, y a unas calles del Támesis, en el norte. Tranquilidad, mujeres que leen en las bancas afuera del recinto religioso, junto a los jardines, le dan un ambiente diferente al vértigo, la intensidad y la emoción que se respiran en otros sitios de Londres.
El rostro de Jude Bellingham, número 10 del equipo de la rosa y jugador del Real Madrid, se puede observar en un arco sobre Park Lane, cerca Oxford Street y Marble Arch. El futbol hoy ocupa un lugar en la agenda de Londres.
Harry, un mago y una genialidad: Inglaterra en la final
Harry Kane, delantero del Bayern Múnich, podrá jugar la final de la Eurocopa que se realiza en Alemania, a diferencia de la mayoría de sus compañeros del equipo de la Bundesliga.
Su nombre remite a la estación de tren y del Metro denominados King’s Cross, donde está la mítica plataforma 9 3/4 de la saga de películas de un niño mago.
Hoy miércoles 10 de julio, Harry Kane encontró oro en una jugada del minuto 14 del primer tiempo, cuando la selección perdía 1-0, al recibir una falta en el área que él mismo concretó por la vía penal.
Después del empate parcial, hubo tiros en los postes de ambos equipos, emociones por oportunidades de gol, cambios y un ritmo que auguraba tiempos extra, con la posibilidad de penales. El segundo tiempo parecía terminar sin más cambios en el score.
Pero el delantero Watkins impidió el tercer empate consecutivo a 1 de Inglaterra en tiempo regular (contra Eslovenia y Suiza, en octavos y cuartos de final, respectivamente). Su gol provocó la alegría en el estadio de Dortmund, pero más en Londres.
Los pubs y bares cerca del Museo Británico (y de la calle Bedford Way), sin sillas disponibles desde 30 minutos antes que iniciara el partido, congregaron a aficionados ingleses, españoles, italianos, mexicanos.
Esta noche londinense, la adaptación de la mítica canción Hey Jude de The Beatles suena con más fuerza en la mente de la afición.
Bellingham (héroe en octavos de final), Saka (figura en cuartos contra Suiza), la dupla Kane-Watkins y el porte enérgico de Gareth Southgate desde el banquillo son los ingredientes con los que quieren derrotar a España en la final del domingo 14.
Inglaterra siempre será Inglaterra