Como cada semana sigo recibiendo tus dudas e inquietudes para apoyarte como psicoterapeuta y sexóloga. Puedes mandar tus preguntas al correo electrónico intza69@yahoo.com
Pregunta:
Buenas noches, soy Adriana. Tengo 30 años y un año de casada. A partir de que nos casamos mi esposo y yo empezamos a probar cosas nuevas que nos dieran emoción sexual. Hemos utilizado vibradores diferentes y condones fluorescentes. Nos hemos «ligado» en un antro como si no nos conociéramos. En fin, eso llevamos hasta ahora.
Un día tomando el café de la mañana mi esposo me dijo… Esta noche te voy a sorprender con una lluvia. Yo me quede muy entusiasmada y curiosa, porque no sabía a qué se refería.
En la noche yo estaba muy nerviosa y me pidió que me desnudara completamente, había puesto en la cama un plástico que cubría todo el colchón, me pidió que me recostara y él se paró de frente a mí, entonces me comenzó a orinar ¡ohhhhhh!. Lo primero que hice fue asustarme y luego grite: ¡ya basta! ¡ya basta! me moleste muchísimo con él y luego vi que tenía una gigantesca erección, nunca lo había visto así. No pude contenerme y tuvimos el mejor sexo que hemos tenido hasta ahora. Sin embargo, después de estar tan cerca del cielo, me sentí sucia y me dio mucho asco, pensé en todas las bacterias, ¡fuchi! Me fui a bañar inmediatamente. Desde entonces mi esposo me pide que lo vea orinar, lo cual no me parece mal, pero también que volvamos a hacer lo que me dijo que se llamaba lluvia dorada. Yo odio eso de la lluvia dorada, se me hace asqueroso y mi esposo no entiende. ¿Qué puedo hacer?
Respuesta:
Hola Adriana, muchas gracias por la confianza. Aunque no lo creas la urofilia o lluvia dorada es más habitual de lo que piensas y es una más de las manifestaciones de la vida erótica.
La urofilia es el gusto por orinar o dejar que te orinen, que veas o que te vean orinar. Me parece que tu esposo tuvo un grave error en no comentar lo que quería hacer contigo. Creo que si no te hubiera tomado desprevenida a lo mejor no te resultaría tan aberrante. Es fundamental que todo tipo de juegos y acciones los comentemos con nuestro compañero para saber si está o no de acuerdo y prepararse para esa práctica.
Hay algo muy rescatable de esta experiencia: hoy sabes que a tu esposo le gusta la urofilia y así en pareja se van conociendo poco a poco aspectos que no conocían de sí mismos.
Adriana, tal vez no lo has pensado, pero pueden seguir explorando este gusto de tu pareja. Por ejemplo: ¿no te gustaría que ahora fuera al revés, que esta vez tú seas la que lo orine? ¿Te gustaría experimentarlo?
Para tu tranquilidad quiero decirte que el 95% de la orina es agua, el 3% sales minerales y el 2% urea y ácido úrico. La orina no es toxica, sólo en caso de que la persona que vaya a orinarte tenga alguna infección. También hay que cuidar los ojos y la boca para que el líquido no caiga ahí.
Adriana, nadie te puede obligar hacer algo que no te guste, pero pueden crear juntos algo que no sea excesivo para ti y siga siendo excitante para tu marido; por ejemplo el hecho que lo veas orinar ya es una opción.
Por otra parte, quiero felicitarte a ti y a tu pareja, por la apertura, tener una pareja el día de hoy es difícil, se requiere de investigar, experimentar, de probar. Sólo así podrán lograr tener una vida sexual más rica, variada y excitante.
