Autoría de 2:06 pm Desde la UNAM

Migraciones climáticas: Un desafío creciente para la habitabilidad global y panorama en México – Francisco Sánchez Beristain

El cambio climático es una de las mayores amenazas que enfrenta la humanidad en el siglo XXI. Su impacto se extiende más allá de los efectos ambientales, afectando directamente la posibilidad de habitar vastas zonas y forzando a millones de personas a migrar en busca de mejores condiciones de vida. Este fenómeno, conocido como “migraciones climáticas” (Fig. 1), es particularmente preocupante en los países en vías de desarrollo, donde las comunidades ya vulnerables se enfrentan a desafíos adicionales debido a la falta de recursos y capacidades para adaptarse a las condiciones cambiantes.

Fig. 1.

El cambio climático y la habitabilidad

El cambio climático, impulsado por el aumento de las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera, ha alterado patrones climáticos en todo el mundo. Estas alteraciones incluyen cambios en las precipitaciones (Fig. 2), aumento en la frecuencia e intensidad de eventos extremos como huracanes y sequías (Fig. 3), así como también un aumento general en las temperaturas globales. Estas variaciones han tenido consecuencias directas sobre la habitabilidad de diversas regiones, afectando su capacidad para sostener a las poblaciones humanas.

Fig. 2.

En zonas áridas y semiáridas, como partes del Sahel en África y el suroeste asiático, las sequías prolongadas han reducido la disponibilidad de agua y han hecho que la agricultura de subsistencia, que depende en gran medida de las lluvias estacionales, sea cada vez más inviable. Esto no sólo afecta la seguridad alimentaria, sino que también incrementa las tensiones sociales y políticas, a medida que las comunidades compiten por recursos escasos.

Fig. 3.

Por otro lado, las regiones costeras de baja altitud, especialmente en el sureste asiático, están siendo afectadas por el aumento del nivel del mar. Países como Bangladesh enfrentan la pérdida de tierras agrícolas debido a la intrusión de agua salina, lo que ha llevado a desplazamientos internos masivos. El aumento del nivel del mar también amenaza a las ciudades costeras, muchas de las cuales son centros económicos clave, exacerbando los desafíos relacionados con la migración.

Migraciones climáticas en países en vías de desarrollo

Los países en vías de desarrollo son especialmente vulnerables a las migraciones climáticas. Estos países, que a menudo carecen de los recursos necesarios para implementar estrategias de adaptación y mitigación efectivas, enfrentan múltiples desafíos al intentar gestionar el desplazamiento de poblaciones.

En África subsahariana, las comunidades rurales que dependen de la agricultura y el pastoreo se ven cada vez más afectadas por el cambio en los patrones de lluvia y el aumento de las temperaturas. La desertificación, que avanza en regiones como el Sahel (Fig. 4), ha obligado a muchas personas a abandonar sus hogares en busca de tierras más fértiles. Este desplazamiento, sin embargo, ha dado lugar a conflictos entre comunidades por el acceso a tierras y recursos hídricos, intensificando las crisis humanitarias.

Fig. 4.

El sureste asiático es otra región severamente afectada. El aumento del nivel del mar, combinado con tormentas más frecuentes y severas, ha provocado que comunidades enteras se vean obligadas a migrar. En Vietnam, por ejemplo, se estima que más de un millón de personas han sido desplazadas debido a la erosión costera y la salinización del suelo. Estas migraciones no sólo tienen un impacto en las comunidades afectadas, sino que también ejercen presión sobre las ciudades, que deben lidiar con un rápido crecimiento poblacional y una mayor demanda de servicios básicos.

En América Latina, la situación no es diferente. Países como Guatemala, Honduras y El Salvador están experimentando una combinación de factores climáticos que están impulsando la migración. Las sequías prolongadas, que han devastado la agricultura, están llevando a miles de personas a buscar refugio en otros países. Este fenómeno está entrelazado con otros problemas sociales y económicos, lo que agrava la situación y hace que la gestión de las migraciones sea aún más complicada.

La situación en México

México es un caso emblemático en el estudio de las migraciones climáticas. Como país en desarrollo, México enfrenta una serie de desafíos relacionados con el cambio climático que están afectando directamente la habitabilidad de diversas regiones y provocando movimientos migratorios tanto internos como internacionales.

En las últimas décadas, el norte de México ha experimentado un incremento en la frecuencia y severidad de las sequías (Fig. 5). Estados como Chihuahua, Sonora y Coahuila han visto cómo la escasez de agua ha afectado la agricultura y ha obligado a muchas familias a abandonar sus tierras. Estas migraciones internas, principalmente hacia el sur y las zonas urbanas, han generado una presión adicional sobre las ciudades, que ya enfrentan problemas de infraestructura y servicios básicos insuficientes.

Fig. 5.

Recientemente incluso se difundió un video en YouTube que narraba cómo el Lago de Pátzcuaro había sufrido los efectos de la sequía.

Por otro lado, las comunidades en las costas mexicanas, especialmente en el Golfo de México y el Caribe, están lidiando con el aumento del nivel del mar y la mayor frecuencia de huracanes. Las tormentas más intensas han destruido viviendas y han obligado a muchas personas a desplazarse, ya sea temporal o permanentemente. Estos eventos también tienen un impacto significativo en el turismo, una industria clave para la economía de estas regiones, lo que agrava los problemas económicos y sociales.

El sur de México, una región conocida por su biodiversidad y recursos naturales, también enfrenta desafíos relacionados con el cambio climático. La deforestación y la degradación del suelo, combinadas con cambios en los patrones de lluvia, están afectando la agricultura y provocando desplazamientos en comunidades rurales. En estados como Chiapas y Oaxaca, estas migraciones internas están exacerbadas por la falta de oportunidades económicas y la pobreza generalizada.

Adicionalmente, México también se encuentra en la encrucijada de las migraciones climáticas internacionales, especialmente desde América Central. El cambio climático ha exacerbado las condiciones de vida en países como Guatemala, Honduras y El Salvador, impulsando un aumento en el número de personas que buscan cruzar la frontera de México en su camino hacia los Estados Unidos. Este flujo migratorio presenta desafíos significativos para México, que debe gestionar tanto la seguridad en sus fronteras como las necesidades humanitarias de los migrantes.

Implicaciones geopolíticas de las migraciones climáticas

Las migraciones climáticas no son sólo un desafío humanitario, sino también una cuestión geopolítica. A medida que más personas se ven obligadas a abandonar sus hogares debido a las condiciones climáticas, la presión sobre los países receptores aumenta. Esto puede llevar a tensiones internacionales, especialmente en regiones donde los recursos ya son escasos y las políticas migratorias son restrictivas.

En el caso de México, la situación en la frontera con Estados Unidos es un ejemplo claro. El aumento en el flujo de migrantes desde América Central ha generado tensiones políticas entre ambos países, con debates sobre seguridad fronteriza, derechos humanos y la responsabilidad compartida en la gestión de las migraciones. La respuesta a este desafío requerirá una cooperación regional y global, con políticas que aborden tanto las causas como las consecuencias de las migraciones climáticas.

A nivel global, las migraciones climáticas también pueden influir en las dinámicas de poder. Los países que logren adaptarse mejor a los efectos del cambio climático y gestionen de manera efectiva las migraciones estarán en una posición más fuerte en el escenario internacional. Por otro lado, los países que no puedan hacerlo enfrentarán una mayor inestabilidad, lo que podría tener repercusiones en la seguridad global.

Conclusión

Las migraciones climáticas representan uno de los mayores desafíos de nuestro tiempo. El cambio climático, al alterar las condiciones de habitabilidad en diversas regiones del mundo, está forzando a millones de personas a desplazarse, en su mayoría en países en vías de desarrollo. México, tanto como país afectado como en su rol en la gestión de migraciones internacionales, es un ejemplo de cómo este fenómeno puede impactar de manera compleja y multidimensional a las naciones.

La respuesta a las migraciones climáticas requerirá un enfoque integral, que incluya tanto la adaptación al cambio climático como la gestión humanitaria y la cooperación internacional. Es esencial que los países desarrollados, que históricamente han contribuido más al cambio climático, asuman una mayor responsabilidad en la ayuda a los países en desarrollo para enfrentar este desafío. Sólo a través de un esfuerzo global coordinado será posible mitigar los impactos de las migraciones climáticas y garantizar un futuro más sostenible para todos.

Índice y créditos de figuras

  • Fig. 1. Migraciones climáticas. Imagen creada con Microsoft Bing Generador de Imágenes.
  • Fig. 2. “Climate refugee’s???”. Autor: dhunfini. Licencia Creative Commons: CC BY-NC-SA 2.0
  • Fig. 3. “Drought”. Autor: Mundoo. Licencia Creative Commons: CC BY-NC-ND 2.0
  • Fig. 4. “Au Niger”. Autor: water alternatives. Licencia Creative Commons: CC BY-NC 2.0
  • Fig. 5. “Sonora Desert, Mexico”. Autor: ruifo. Licencia Creative Commons: CC BY-NC-SA-2.0

Para saber más

El doctor Francisco Sánchez Beristain es profesor en la Unidad Multidisciplinaria de Docencia e Investigación, Campus Juriquilla, UNAM

sanchez@ciencias.unam.mx

AQUI PUEDES LEER TODAS LAS ENTREGAS DE “DESDE LA UNAM”, LA COLUMNA DE LA UNAM, CAMPUS JURIQUILLA, PARA LALUPA.MX

https://lalupa.mx/category/aula-magna/desde-la-unam/

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Last modified: 20 agosto, 2024
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